La hijastra de la ‘Duquesa Roja’ ve «inevitable» que se celebre el juicio por la herencia
Su abogado dice que se encuentran investigando «obras de arte y otros bienes muebles» y advierte que «el batacazo que se pueden pegar va a ser grande»
El abogado de Rosario Bermudo, Fernando Osuna, la hijastra de la ‘Duquesa Roja’, la duquesa de Medina Sidonia, ve «inevitable» que el día 9 de octubre, a partir de las 10.00 horas, se celebre en los juzgados de Soria el juicio por la hija no reconocida de Leoncio González de Gregorio. Las negociaciones con los hermanastros de Rosario no solo no han fructificado sino que ni siquiera se han producido, tal y como señala el letrado.
«Estamos hartos y cansados de que hubiera buenas intenciones y realmente nos están haciendo perder el tiempo», expresó el abogado experto en llevar casos de paternidades no reconocidas por famosos. «Así que si no hay una oferta muy buena, vamos a ir a por todas, o sea, el juicio se antoja irreversible».
Osuna desveló que el pasado 8 de julio había prevista una reunión entre los cuatro hermanastros de Rosario, e hijos de Leoncio González de Gregorio: Leoncio, Pilar, Gabriel y Javier.
«Estamos hablando de que la vista fue el 27 de mayo pero se ve que entre ellos se llevan mal. Están cambiando constantemente de abogados», y reiteró: «A no ser que sea una pedazo de oferta, iremos a por todas». Y a por todas es ese juicio en el que se podrían dirimir dos aspectos que ya alertó la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Soria (quien llamó a que se encontrase un punto de acuerdo): prescripción para Rosario Bermudo o una responsabilidad patrimonial que podría alcanzar los 2,5 millones de euros.
El Tribunal Supremo acreditó a Rosario Bermudo como hija de González de Gregorio. Las pruebas de paternidad arrojaron a un 99% -previa exhumación de su padre- que la mujer es hija natural y pide su parte de la herencia.
El letrado se refirió también a que alguno de los hijos de Leoncio pedía más tiempo «pero es que llevamos negociando 9 años pero nada de nada, no tienen credibilidad».
Osuna advirtió que en la actualidad se encuentran «investigando por si hay obras de arte o bienes muebles. Puede haber un patrimonio muy alto en bienes muebles. Ese palacio (palacio de Quintana) vale un riñón y está el continente y el contenido, porque tiene un patrimonio artístico enorme y está en la herencia. Hemos tenido respeto y discreción con las reuniones pero es que nos están toreando, nos están tomando el pelo», añadió. «Nueve años y el batacazo que se van a llevar va a ser grande», avanzó.
Osuna se refirió, tal y como lo hizo hace unos meses, a «las consecuencias que pueden ser muy negativas, a lo que habría que añadir unas costas que van a ser muy altas».
En la vista judicial celebrada en mayo participó uno de los hermanastros de Rosario Bermudo, Gabriel González de Gregorio, quien abogó «por olvidar las rencillas y dar ejemplo de que las cosas se pueden arreglar sin pleitos», e incluso animó a sus otros tres hermanos a llegar a un acuerdo antes del juicio fijado para el mes de octubre. Dejó claro, eso sí, que «tampoco se nos puede pedir mucho porque de nuestra madre no hemos recibido nada, algo que puede parecer sorprendente y que nos ha costado muchos juicios».
Pilar Medina Sidonia, propietaria del Palacio de Quintana Redonda (la propiedad más onerosa, de ahí que el juicio se celebre en Soria) y heredera universal de la herencia de su padre, ya ha dejado claro en alguna ocasión que no se opondría a que Rosario recibiera parte de la herencia de su padre, pero «cuando el juez establezca la cantidad, se pagará». Es decir, en este caso habría que esperar a una sentencia.
El letrado de Rosario dejó claro entonces que no tendría que la mujer no tendría que recibir todo en metálico, sino que «la jueza contempla la posibilidad de que la herencia sea en forma de pisos o bienes inmuebles». El letrado avanzó que su demandante había pedido, en caso de que se celebre el juicio, el interrogatorio de sus cuatro hermanastros. Por su parte, los demandados pidieron el interrogatorio de Bermudo y propusieron dos testigos que la jueza admitió.