Seis empresas optan a organizar la Zona de Bajas Emisiones de Soria
El contrato valorado en 548.000 euros supondrá la instalación de cámaras en 32 puntos, aunque con carácter informativo ya que no se prevén restricciones
La organización de los dispositivos de la Zona de Bajas Emisiones avanza y ya ha concluido el plazo para recibir ofertas. Son seis las llegadas al Consistorio, que ahora las evaluará de cara a la implantación de las cámaras y demás elementos que en otras ciudades tienen un carácter disuasorio o restrictivo, pero que en Soria no será así. Y es que la capital no tiene la obligación de disponer de un área de estas características pero la llegada de fondos europeos y la concesión de una ayuda han hecho que se sume a la iniciativa, en principio con un carácter informativo y de recopilación de datos con los que mejorar los flujos y otros aspectos, como la carga y descarga. El presupuesto de licitación está valorado en 548.000 euros.
La Zona de Bajas Emisiones abarca un polígono que coincide sobre todo con las calles semipeatonalizadas y que llega hasta la Dehesa. Si se toma como punto de partida la plaza de San Pedro, el área sigue por Obispo Agustín, Dehesa Serena, Tirso de Molina, Santo Tomé, Tejera, Santa María, Espolón, Mosquera de Barnuevo, San Andrés, Nicolás Rabal, Mariano Granados, Ramón y Cajal, Caballeros, San Juan de Rabanera, Betetas, Postas y Nuestra Señora del Azogue. El despliegue general supondrá 32 puntos con vigilancia mediante cámaras, especialmente centradas en la lectura de matrículas.
De esos 32 puntos, 21 coinciden con el perímetro señalado y el resto se disponen en los accesos y salidas de Soria.
Ferial, Sorovega, Diputación, plaza de las Mujeres, Olivo, Mariano Granados, Espolón, Travesía de Postas, Arco de los Condes de Gómara, Numancia, Condes de Lérida, Calixto Pereda, Condes de Gómara, Arboleda, Real, Postas, Estudios, Fuentes y San Juan son los puntos del centro donde se ubicarán las cámaras, en ocasiones en varios emplazamientos de una misma vía. La utilidad de los dispositivos es principalmente de lectura de matrícula, pero también habrá otros para registrar el entorno.
Según las condiciones de contratación, la funcionalidad de las cámaras «está enfocada a leer matrículas, identificar vehículos señalados con algún requerimiento, recabar datos para generar base de datos de interés o verificar los movimientos de los vehículos». Las de entorno buscan «planos abiertos en su zona de visión, permitiendo almacenar imágenes, que se podrán recuperar para su posterior análisis, de la trayectoria de los vehículos».
Por su nivel de habitantes Soria no tiene la obligación de implantar la Zona de Bajas Emisiones, si bien se acoge a una ayuda del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, los fondos europeos de reconstrucción. No hay intención de establecer sanciones o restricciones, han señalado reiteradamente desde el Ayuntamiento, y la calidad del aire soriano no hace previsible que el escenario pueda cambiar. Fines informativos, de recopilación de datos y mejora del tráfico, son los que persiguen los dispositivos.
Más allá del núcleo central están las entradas y salidas de la capital. Aquí las cámaras se dispondrán en el puente de piedra, la avenida de Valladolid, la Carretera de Madrid y los accesos por Fuente del Rey y el polígono.
La Zona de Bajas Emisiones tiene un plazo de ejecución de seis meses para estar lista una vez adjudicado el contrato, que incluye la señalización horizontal, la instalación de señales luminosas, con emplazamientos por determinar, el centro de control y almacenamiento de imágenes y grabaciones, el programa para el manejo del usuario y estaciones para monitorizar la calidad del aire.
Más allá de estos aspectos materiales, el Consistorio tiene que desarrollar una norma relativa a la Zona. En este sentido, elaborará una Ordenanza.