Turismo
Los campings de Soria cogen impulso y llenan casi al 100% en el puente
La pandemia permitió a muchos descubrir «el potencial» de Soria y la «calidad» de los establecimientos y la ocupación sigue creciendo. La media del verano es del 75%
Si hay una temporada en que el turismo está a tope es el puente de la Virgen a mediados de agosto. Y la provincia de Soria no es ajena, aunque no tenga costa. Los campings de Soria, aliados del verano, despegaron con fuerza con la pandemia, cuando se huía de la masificación, y desde entonces su grado de ocupación ha ido en aumento. Tanto que ahora conviene reservar cuando se elige fechas «top» como se refiere a esta semana estival la presidenta de la Asociación Empresarial de Camping de Soria, Paula Guisande.
«Hay quien se piensa que nos va a encontrar al 50% pero debido al covid mucha gente conoció esta zona y ha sido una oportunidad, porque se ha enganchado. Los establecimientos hemos sabido responder ofreciendo un buen servicio y se ha mantenido ese tirón. La gente que viene está contenta y lo cuenta, el boca a boca funciona», afirmó Guisande, del camping Refugio de Pescadores, en Covaleda, que conforma la asociación con Entrerrobles (Valdeavellano de Tera), El Cobijo (Vinuesa), El Concurso (Abejar), Urbión (junto al embalse de la Cuerda del Pozo), Fuentelateja (Soria) y Cañón del Río Lobos.
Estos días los campings se encuentran a más del 90% de ocupación, al cien por cien si se atiende exclusivamente a los bungalows. Y eso que entre los siete campings asociados ponen en el sector unas 5.000 plazas.
El resto del tiempo ronda, de media, el 75% de ocupación. Agosto siempre es mejor que julio, ya que este último suele ser más irregular, «a trompicones» y con «bastante movimiento». El pasado julio, con un 70% de media de ocupación, evidenció que ya no todos concentran sus vacaciones en agosto y hubo cierto «reparto, menos agobio».
Precisamente, uno de los objetivos de la Asociación Empresarial de Camping de Soria es la descentralización, de modo que los visitantes lleguen en diferentes épocas y se generen negocios asociados, del tipo de actividades de ocio complementarias, además de restauración y comercio.
«En general la gente se va supercontenta de su estancia, con lo que tenemos en la provincia y la calidad del servicio. Pero tenemos que impulsar las actividades complementarias que alargarían la estancia y generarían mayor actividad económica en la zona», explicó la presidenta de la asociación, creada la pasada primavera. Para que se den esas condiciones, reclaman el impulso de las administraciones y hasta ahora han mantenido contactos con la Subdelegación del Gobierno y la Delegación Territorial de la Junta. Quedan pendientes encuentros con los respectivos ayuntamientos y la Diputación provincial, quien tiene mucho que aportar en la promoción que demanda el sector del campin, también la internacional.
Los usuarios de los campings permanecen una media de una semana, pero hay quien alarga 15 días, «están a gusto y deciden cambiar de planes y en lugar de irse se quedan, aunque a veces ya no tenemos sitio. También está el que sólo tiene tres días», señaló Guisande.
Los más habituales son los llegados de País Vasco, Madrid, Valencia, Cataluña... «Han encontrado aquí su lugar de veraneo, huyen del calor, encuentran mejores precios que en la costa y menos aglomeración», resumió la presidenta de asociación.
Además, en torno a un 60% de los clientes de los campings de Soria repiten. «La gran mayoría vuelve cuando conoce lo que tenemos aquí. Son aficionados a Soria y eso hay que explotarlo», añadió.
Y es que lo que defiende la Asociación Empresarial de Camping de Soria es que es tiempo de aprovechar la oportunidad y sacar partido al «potencial» que ofrece la provincia, con la apuesta por el turismo de calidad que ofrecen estos establecimientos. Por eso llama a las puertas de las administraciones, para ir de la mano en la difusión de Soria y que éstas aprovechen también el conocimiento del terreno que posee el sector del camping.
Si julio resultó atípico –no se puede comparar con el año pasado porque hubo elecciones generales y el turismo no se comportó igual– y agosto tiene las reservas casi a tope, en septiembre todavía no existe una planificación. «Lo que hemos visto es que este verano hay más cambios de planes, han fallado más clientes. En agosto, el 90% de los clientes han llegado con reserva, pero en septiembre la gente se espera, sobre todo pendientes del tiempo y conscientes de que no hay tanta masificación y de que el campin ofrece una mayor flexibilidad».
La parte negativa de esa alta ocupación en verano se queda en la recogida de basura, una asignatura pendiente que tienen que abordar con los ayuntamientos. «El 40% del residuo en un camping es plástico, y con un contenedor generalista no es suficiente. No hay separación de residuos y además se necesita una planificación para que la acumulación de basura no sea un problema», añadió Guisande.