Infraestructuras
Un ‘tren playero’ a ninguna parte
Si la situación del ferrocarril en la provincia ya es trágica, ahora encima los carteles informativos se burlan incluyendo un servicio imaginario entre Soria y Castellón
La situación ferroviaria en Soria es un drama, con solo una línea activa, a Madrid, y con tiempos de viaje peores que hace 30 años. Muchas cuestiones parecen incluso algún tipo de broma macabra con una Alta Velocidad que pasa por Soria, pero no para, 80 millones en una renovación de línea que no rebaja los tiempos de viaje o un estudio (Soria-Castejón) que no aparece por ningún lado. La última de este capítulo tragicómico se observa estos días al paso por el municipio de Pozalmuro. Allí se pueden observar carteles informativos, en ambos sentidos, que parecen diseñados por un bromista. Al viajero se le informa del paso del ferrocarril Soria-Castellón una línea que ni existe, ni existió.
Cualquier incauto conductor podría pensar que ese ferrocarril es uno de esos maravillosos trenes playeros que Renfe –o Adif o Transportes– ponen a disposición de los españoles de la meseta para que vayan a probar algunas de las extraordinarias playas de nuestro país. Incluso podrían cuestionar el ‘legendario’ victimismo soriano. Ejemplos hay muchos, varios en Castilla y León, pero Soria en esto, tampoco tuvo nunca mucha suerte. Lo más cerca que estuvo fue con la antigua Santander-Mediterráneo que terminaba su trayecto en Calatayud permitiendo en la ciudad bilbilitana acceso a los trenes que viajaban al Mediterráneo.
La comedia se cuenta sola. Hoy para poder coger el tren en Calatayud el desplazamiento es a través de un VTC, y solo para empadronados. Sí, ese requisito que se iba a revertir, pero que el Gobierno, entre conversaciones con Waterloo, comunicaciones epistolares y vacaciones no ha encontrado tiempo a eliminar.
Sería idílico que el cartel fuera realidad. No solo por la ventaja de tener un servicio directo que permitirá a los sorianos disfrutar de las aguas del ‘mare nostrum’. Un servicio ferroviario conectado con la Comunidad Valenciana sería una vía de escape perfecta para las mercancías de las empresas sorianas con posibilidad de acceder, por ejemplo, al puerto de Sagunto. Vaya, lo mismo a lo que se aspira con la Soria-Castejón.
La provincia lleva suspirando por ese enlace con el este peninsular varios años en un proyecto que incluso lidera el PSOE soriano, pero que ni ese ‘apadrinamiento’ ha servido para conocer, al menos, las condiciones que serían necesarias para recuperar ese servicio. El estudio encargado sigue en el cajón acumulando polvo sin que nadie diga nada.
No se sabe nada del tren a Castejón, pero, bueno, hay ferrocarril a Castellón. Que no haya trenes circulando ya es casi lo de menos, por los menos podemos presumir de cartel. Altura de miras. Solo falta el correspondiente mensaje en redes sociales del Gobierno para dar oficialidad. El anuncio podría ser perfectamente: «Trabajamos en la conexión de Soria con el resto de España a través del ferrocarril. Ya ha comenzado la instalación de los carteles. Este es el compromiso del Gobierno. Avanzamos». En ninguna parte se recordaría que entre Soria y Castellón hay más de 370 kilómetros por lo que, al habitual ritmo de las infraestructuras sorianas la ‘conexión’ estaría lista, quizás, en el próximo siglo.
Este medio trató de encontrar en Adif una respuesta al uso del cartel entre Soria y Castellón, pero la explicación debe estar en el mismo sitio que el informe de la reapertura de la línea a Castejón. Cabe considerar que la semejanza entre Castellón y Castejón haya podido provocar una confusión entre los responsables del diseño y la instalación de las señales. Errar es de humanos, faltaría más, y simplemente cambia una letra.
Puede ser que establecer como destino final de una línea Castejón al responsable le haya parecido con poco ‘glamour’ y optase por extender el trayecto hasta las paradisíacas playas castellonenses. También es comprensible que entre tanto jaleo por el caos ferroviario de este verano un mero cartelito para la provincia más despoblada de España se les haya pasado por alto. Total, como no vive nadie, igual no se dan cuenta.
Casi cualquier explicación podría darse por válida ante un error de este calado. Soria tiene una conexión con Madrid que tarda tres horas, en un tren sin electrificar y con ocasionales retrasos, muchos de ellos provocados por incidentes vinculados con la red de Cercanías de Madrid. Soria no tiene conexión ferroviaria con ninguna ciudad de su Comunidad Autónoma, y tampoco tiene, por el momento, tren que le permita enlazar con su salida natural hacia el noreste del país. A cambio, puede presumir de un cartel que le hace soñar con un viaje al Mediterráneo. Algo es algo.