Ondara propone el quinto ERTE y los sindicatos recomiendan un ERE
La firma afincada en Garray se ‘eterniza’ con el permiso de inicio del cultivo de cannabis medicinal Los representantes de los empleados piden que se les pague las deudas, un balance económico y un presupuesto
La empresa Ondara Directorships se preveía a estas alturas de año -y en los anteriores periodos- como una firma capaz de fabricar grandes dotaciones de cannabis medicinal, gracias a un sello que teóricamente le iba a dispensar la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Pero a la hora de la verdad, la heredera de Aleia, Full Moon e incontables marcas del propietario David Engel se ha convertido en una ‘máquina’ de ERTEs y la fatiga lleva ya a los sindicatos a pedir a la empresa que se plantee un ERE de extinción.
La última propuesta de la firma afincada en Garray es prorrogar una vez más el Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) que afecta todavía a 49 trabajadores (cuando los estadounidenses se hicieron cargo de Aleia la cifra era de 267 en el año 2020), según han confirmado fuentes sindicales. La propuesta es 9 meses, ahora que se han cumplido 2 años y dos meses del primero. Será nada menos que la quinta prórroga y para los técnicos que se han ido ‘salvando’ y que han entrado puntualmente en el nulo organigrama, un total de 11, será el segundo expediente tras el primero desarrollado hace tres meses.
El 31 de agosto expira la situación temporal ‘forzosa’ de los trabajadores, algunos de ellos, técnicos, desafectados uno o dos días por labores de mantenimiento o tramitación que, desgraciadamente, no incluye permisos de cultivo de cannabis.
«No tienen el permiso y aunque vendieron una tonelada hace casi tres meses, ese era uno los requisitos que marcaba la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios». Habla así la responsable de Industria de Comisiones Obreras (CCOO) Amor Pérez, quien sugiere que aquello prácticamente fue un espejismo. El pasado 2 de agosto Ondara logró colocar en el mercado a proveedores europeos sus existencias de cannabis para fines medicinales que albergaba en la planta de Garray, más de 920 kilos. Entonces, desde la propia empresa se ‘vendió’ como un avance hacia la licencia que le permitiría retomar su actividad productiva.
Por eso la comisión de seguimiento de ayer tenía especial importancia, porque los sindicatos confiaban en una luz al final del túnel surgida de esta venta, pero «esto es un no acabar». Un ERTE sin fin. «Esto se está complicando demasiado y hay que mirar algo ya desde el punto de vista judicial y social», añade Pérez. Por delante se abre ahora un periodo de cinco días de negociaciones que se retomarán el día 26 de agosto.
Las peticiones de los sindicatos van encaminadas a diferentes cuestiones. Por un lado, exigen que se abone la «deuda acumulada» con los trabajadores, y que asciende, según sus cálculos, a 4.200 euros para cada uno de los 49 empleados más las vacaciones y 525 euros para los 11 técnicos.
En segundo término reclaman a la empresa un «balance económico» y el capítulo de lo que se ha presupuestado para este año 2024. Además, recomiendan a la firma de David Engel que se plantee ya un ERE de extinción como la única forma para aliviar la situación del medio centenar de trabajadores que han ido atendiendo de forma temporal otros empleos para poder subsistir. Básicamente, partir de cero y que cuando exista un plan de viabilidad ‘contante y sonante’ derivado del permiso para poder cultivar cannabis medicinal se pongan manos a la obra para la contratación de personal.
Los sindicatos desconocen en qué punto se encuentra la empresa con vistas a alcanzar la certificación de la AEMPS. «Es una cuestión que les concierne a ellos, ellos son los responsables y ellos sabrán qué tipo de documentación hay que presentar».
Cuatro años después de la llegada del fondo Full Moon el proyecto no ha conseguido cumplir los objetivos propuestos y la confianza en el proyecto por parte de la representación laboral hace tiempo que está bajo mínimos.
La firma explicó el pasado 2 de agosto, cuando consiguió vender su primer lote de cannabis que «completar el envío de estos productos es un hito significativo en nuestra trayectoria», según comentó el director de planta de Ondara, Víctor Cabrerizo. Según señaló la empresa el proceso de envío había sido «cuidadosamente planificado y ejecutado», siguiéndoss «todas las normativas y directrices establecidas tanto por las autoridades sanitarias como de seguridad para garantizar que el producto llegue en perfectas condiciones a su destino.