Empresa
Una visión global nacida en Soria para liderar transición energética en el mundo
La empresa que nació en una pequeña oficina junto a La Dehesa cumple 20 años en 2025 con presencia en una docena de países
Solarig cumplirá en 2025 sus primeros 20 años. Dos décadas para un proyecto de éxito nacido en una pequeña oficina junto al parque de La Dehesa de la capital soriana. Hoy es una multinacional con más de un millar de empleados y presencia en 12 países. Enfocada al «desarrollo, la financiación, la construcción y la operación de infraestructuras para la transición energética», Solarig impulsa el proceso de descarbonización con soluciones de «electricidad renovable, gases verdes y combustibles sostenibles», según explicó la propia empresa.
Las cifras de Solarig explican la dimensión que ha adquirido la empresa que el año pasado superó los 170 millones de euros en ventas y alcanzó los 55 millones de beneficio neto. La multinacional soriana gestiona más de 10 GW de activos fotovoltaicos, eólicos y de almacenamiento energético y tiene una cartera de proyectos de energía superior a los 10 GW repartidos en una docena de países. La experiencia de las últimas décadas sitúa a Solarig «en una posición única para liderar una transición energética con mayor amplitud».
La energía es un «universo» para Solarig con espacio para la fotovoltaica, pero también para los gases verdes y el combustible sostenible. Esta es la principal evolución asumida por la empresa para ser «una compañía integral». Si en sus inicios, Solarig estaba especializada en la energía fotovoltaica, hoy es una organización con operaciones en la electricidad renovable, los gases verdes y los combustibles sostenibles». El objetivo final es «desempeñar un papel fundamental en el progreso sostenible, liderando la transición hacia fuentes de energía más limpias». Solarig también busca «generar un impacto positivo en nuestro entorno a través de una acciones comprometidas con la descarbonización».
La firma energética mantiene una apuesta por una «perspectiva holística» que permita conjugar «crecimiento económico, protección del medio ambiente y bienestar social». En ese contexto, es clave la «involucración» de las comunidades locales como fórmula para «asegurar el éxito, la sostenibilidad y la aceptación». En ese proceso se fomenta «un diálogo abierto para detectar necesidades y expectativas» que culminan en «proyectos que favorezcan el desarrollo social», en definitiva, «un crecimiento compartido».
En este contexto, la empresa desarrolla políticas «enfocadas a la protección del medio ambiente,» y de forma concreta dirigidas a «la conservación de la biodiversidad». «Nuestro compromiso es el de la preservación, respeto y mejora», inciden destacando que en el último ejercicio «se han invertido 1,9 millones de euros en proyectos y estudios ambientales y sociales». Bajo estas premisas Solarig desarrolla importantes proyectos, como Biorig, que contempla construir 10 plantas de producción de biometano en Castilla y León, alguna de ellas en Soria, con una inversión de más de 200 millones o el proyecto Numantia SAF en el PEMA de Garray. También destaca su próximo desembarco en el PEMA donde ocupará unas de las cúpulas «que ejemplifica nuestra apuesta por el desarrollo sostenible, y el impacto positivo, social y económico que desarrollamos en las comunidades donde operamos».
‘N-SUN ENERGY’
Uno de los proyectos importantes de Solarig es el ‘N-Sun Energy’ que se fragua a través de un acuerdo con el banco de inversión Alantra. Esa alianza permite constituir «un vehículo de inversión fotovoltaico de 1,8 GW». La empresa indicó que la cartera cuenta con más de 40 plantas, algunas de ellas con hibridación de baterías, que se sitúan en Italia y España «cuyo desarrollo está liderado por Solarig». Ahora mismo, la estimación es que los últimos proyectos estén listos para construir antes del cierre de 2025. Este vehículo cuenta con el apoyo de la gestora de infraestructuras suiza Reichmuth y la gestora de activos francesa Amundi Energy Transition, que participan como co-inversores estratégicos.