Soria verá arreglada la Laguna de la Serna tras 15 años de espera

Lleva años esperando su turno y por fin la Laguna de la Serna, en Hinojosa de la Sierra, va a recibir una inyección económica para su restauración tras dos intentos fallidos y después de más de 15 de años de espera desde el primer proyecto que impulsó la Fundación Soriactiva. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta ha sacado a licitación la recuperación de este humedal por un importe de 265.501,47 euros (IVA incluido), un proyecto financiado por los Fondos Next Generation de la Unión Europea y que cuenta con un plazo de ejecución de 10 meses.

Cabe recordar que el año pasado Soria Ya sacó adelante su propuesta en Cortes para recuperar este humedal con el apoyo de todos los grupos.

La Consejería incluye estos trabajos de mejora del medio ambiente dentro del proyecto de ‘Restauración de los humedales de Castilla y León’, con el fin de revertir la pérdida de biodiversidad y recuperar y asegurar la integridad y resiliencia de los procesos naturales esenciales de estos valiosos ecosistemas. Y es que la Junta considera que este humedal presenta signos de deterioro o degradación, con lo que ha asumido el compromiso de llevar a cabo su restauración, porque los humedales son especialmente vulnerables a las perturbaciones de origen humano.

El proyecto medioambiental de la laguna se elaboró a partir de una memoria técnica que presentó el Ayuntamiento de El Royo para mantener con agua el mayor número de días al año la Laguna de la Serna de Hinojosa de la Sierra, que es localidad pedánea del municipio.

El objetivo es crear un espacio medioambiental singular en la zona que pueda convertirse en un atractivo turístico para la observación de las aves, según explicó hace unos meses a este periódico el alcalde, Raúl Gómez.

De hecho, una de las razones por las que el Ayuntamiento ha perseguido recuperar la laguna es por la afluencia de aves que acuden a sus aguas. Según estudios se han contabilizado hasta 32 especies diferentes entre las que se encuentran el zampullín chico, el ánade real, el rascón y la focha, entre otras.

El paraje en que se encuentra la Laguna de la Serna está dentro de un monte de utilidad pública que pertenece al Ayuntamiento de El Royo, cuya extensión supera las 45 hectáreas. De ellas, en torno a nueve hectáreas las ocupa la laguna.

Esta laguna está incluida en el Catálogo Regional de Zonas Húmedas de Interés Especial de la Junta desde 2001, al encontrarse en un paraje natural de gran potencial como hábitat de especies protegidas por normativa española y comunitaria.

La actuación en la que se trabaja supondría la conducción del acuífero de la fuente de agua del Parral para desviarlo hacia la laguna en lugar de que verter directamente al cauce del Duero.

«Estaría muy bien que tuviera agua durante todo el año a excepción de dos o tres meses», puntualizó el alcalde. En la actualidad, depende de la pluviometría anual. Cuando es generosa el agua fluye y entonces se puede apreciar la Serna inundada. Los años de sequía no dejan apreciar el humedal.

Esta nueva intentona por recuperar de una manera más o menos constante la laguna de la Serna se une a otras iniciativas, algunas impulsadas por la Fundación Soriactiva, en la que incluso se colocó un observatorio de aves. Los proyectos contemplaban la captación del agua para nutrir a la laguna.

La Serna cuenta con un extensión de 9,4 hectáreas. Según los expertos, entre todas las lagunas esteparias es la más grande y también la más desconocida. Se suele llenar de repente y parece que también se vacía rápidamente, aunque también se ha observado que sus inundaciones están relacionadas en ocasiones con el desembalse de la presa.

La laguna se puede observar desde la carretera que conduce desde Soria a El Royo y forma parte del meandro del río Duero a su paso por Hinojosa de la Sierra y se conoce que su regulación durante décadas ha dependido del manejo del hombre porque se ha usado para el aprovechamiento ganadero.

Porque los humedales de Castilla y León se caracterizan por ser ricos en biodiversidad y productivos, brindando una gran variedad y cantidad de servicios ecosistémicos esenciales para la sociedad. Dan cobijo y sustento a numerosas especies amenazadas de flora y fauna vertebrada e invertebrada, así como a diferentes tipos de hábitats naturales; son espacios de importancia para el mantenimiento de la conectividad ecológica; y es destacable su papel como sumideros de carbono, contribuyendo de forma notable a la mitigación del cambio climático. Asimismo, son fuente de recursos de interés económico, recreativo, cultural y científico, con lo que se puede decir que son esenciales para la conservación de la biodiversidad, el bienestar humano y el desarrollo sostenible.