Gastronomía
Los 5 bocados más dulces de Soria
La provincia cuenta con un delicioso abanico gastronómico para degustar en cualquier momento del día
La gastronomía de Soria es uno de sus platos fuertes a la hora de vender sus delicias al resto del mundo y es uno de los motores de cara al turismo. Son muchos los manjares por los que la provincia destaca en los fogones pero ¿cuáles son sus bocados más dulces?
La costrada de Soria es, sin duda, uno de sus platos estrella donde la tradición culinaria mantiene la magia de una receta exquisita. Básicamente este postre se elabora superponiendo varias capas de hojaldre que se rellenan de nata y crema. Normalmente se presenta en forma rectangular aunque hay otras variantes igualmente deliciosas. La tarta se cubre de hojaldre picado y azúcar glas. Es uno de los postres que presentan en sus cartas algunos restaurantes de la provincia siendo muy apreciado por los comensales.
La mantequilla de Soria bien puede ser un bocado dulce por sí sola o la materia prima para realizar postres más elaborados. Elaborada desde hace casi 200 años y con origen en el Valle del Tera es uno de los productos más demandados por los turistas a la hora de llevarse un recuerdo gastronómico de la provincia. No en vano, cuenta con la Denominación de Origen Protegida Mantequilla de Soria, una marca de garantía que abarca a las tres variedades: natural, dulce y salada. Su variedad dulce puede degustarse sobre unas tostadas de pan o, incluso, como helado. También son varios los restaurantes que han incorporado a su oferta gastronómica el helado de mantequilla de Soria.
Las yemas de Almazán son otro clásico culinario en la provincia. Sus ingredientes principales son yema de huevo y azúcar. En la boca presentan un gran sabor a yema, con una textura melosa y derretida en el interior y crujiente y firme en el exterior. Además, algunas pastelerías han incorporado una variante: las yemas al bombón que presentan un baño de chocolate. Elegir una u otra dependerá de los gustos de cada comensal.
Las paciencias también son un dulce típico de Almazán que ha traspasado las fronteras de la villa adnamantina. Se elaboran con clara de huevo, azúcar, harina de trigo y aroma de limón que con el calor del horno resultan unas pastas pequeñas doradas y duras que hay que consumir a modo de caramelo. Destacan por lo crujiente de su textura y por su delicioso sabor.
No podían faltar los típicos dulces de las monjas clarisas en este listado. Unos bocados muy apreciados por los sorianos y los turistas. Las hermanas elaboran una gran variedad de deliciosas opciones: feos, pastas de té, nevaditos, pastas almendradas, roscos, sobadillos... Es difícil elegir entre tan suculentos manjares.