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Entrevista. Alfredo de Pablo. Director provincial de Educación de Soria

«Soria crece en alumnos y ya no tenemos ninguna escuela rural con menos de cinco»

Destaca que la provincia se encuentra en el "podium mundial" por su calidad educativa, según los datos que arroja el informe Pisa

Alfredo de Pablo, director provincial de Educación de Soria.Gonzalo Monteseguro

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Soria

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Soria se libra del cierre de aulas este curso con una excelente noticia, no hay ninguna escuela rural con menos de cinco alumnos. Atrás quedan los tiempos en lo que hubo que rebajar a tres los escolares para evitar eliminar un servicio que mantiene la vida en los pueblos. Esta realidad va unida a la movilidad geográfica, con un aumento de matrícula sobre todo en los pueblos con las unidades escolares menos nutridas, lo que evidencia un incremento poblacional, como recoge Alfredo de Pablo, al frente de la Dirección Provincial de Educación desde el pasado mes de julio. Destaca a Soria como «podium mundial» en calidad educativa, según los datos del informe Pisa, y defiende que hay que sacar pecho de esta potencialidad para seguir atrayendo alumnado.

Pregunta. Los excelentes resultados de Soria en el informe Pisa ponen de manifiesto la calidad de la enseñanza en la provincia. ¿Cuál es la fórmula?

Respuesta. Yo pienso que en Soria confluyen muchos factores y sobre todo la herencia de un trabajo muy bien hecho durante las últimas décadas, con las políticas educativas de Castilla y León. Vemos que con la última legislación educativa a nivel nacional, hay medidas que se venían desarrollando en Castilla y León que se tratan de copiar para llevarlas a otras zonas del territorio nacional porque vienen dando grandes frutos. Además, no podemos olvidar los ratios de alumnos, y la propia sociedad soriana que en ausencia de otros recursos vemos que el progreso social, por utilizar una expresión, radica en una buena formación.

P. Habla de ratios, muy exiguos en las zonas rurales, otros cursos con apenas tres alumnos. ¿Esto es positivo?

R. En nuestros centros rurales agrupados las ratios son menores, pero en la capital o los municipios grandes son los mismos que en otras ciudades de Castilla y León. Lo que estamos viendo es que esa gran apuesta que se hizo por la Junta de tener centros abiertos con tres y cuatro alumnos ha sido beneficiosa porque los ratios han ido aumentando. Actualmente no tenemos ningún centro en la provincia en este curso ni con tres ni con cuatro alumnos, todos lo superan. En respuesta a la pregunta, psicoevolutivamente, hay estudios que indican las bondades de ese método de agrupar alumnos por edades y por estudios y niveles que se puedan homogeneizar. El trato entre diferentes edades, siempre que sean cercanas, hemos visto que es beneficioso desde ese punto de vista psicopedagógico. Pasa como en las familias cuando uno se cría solo o tiene más hermanos, esa retroalimentación por imitación de los más mayores va dejando poso en la formación.

P. ¿Ya han quedado atrás los años en los que se cerraban escuelas?

R. Este curso sí. Hemos sido una de las provincias en Castilla y León en las que no ha habido que cerrar ningún aula. Es una característica muy positiva pero no hay que dar la espalda a la realidad porque, con unos números tan escasos en algunas, dependemos de la movilidad de las familias, y estamos viendo que a numerosos pueblos de la provincia, por campañas de ayuntamientos, con beneficios fiscales o ayudas a la vivienda, llegan familias con varios hijos y nos hace abrir las aulas. Si esos incentivos finalizan, quizá en el futuro veamos que hay variaciones. Si hay una escuela con seis pero se va una familia con cuatro niños... Aunque puede irse a otro punto de la provincia, que es lo que estamos detectando, que la movilidad entre pueblos ha aumentado mucho respecto a otros años. Este curso hemos crecido en matrícula sobre todo en los municipios que tenían unidades con menor número de alumnos. Vemos que estamos aumentando población.

P. ¿En cuántos pueblos hay aulas?

R. Aulas correspondientes a los ocho centros rurales agrupados son 22 en otras tantas localidades.

P. La cifra de alumnos este curso, cerca de 17.150, supone un crecimiento del 1,5%, que ha ido aparejado al aumento de 42 profesores. ¿Asumible?

R. Hemos crecido en 180 alumnos. Vemos, sobre todo en Infantil, Primaria y Secundaria, que las tendencias migratorias están cambiando. Antes era residual que durante el curso escolar llegasen muchos alumnos, y ahora vemos que al comienzo de curso las matriculaciones han subido pero sobre todo el goteo a lo largo del año de nuevas incorporaciones. Es relevante que desde que finalizó la matriculación ordinaria en junio, ahora, en el periodo extraordinario de admisión, hemos tenido en torno a 300 solicitudes nuevas en el verano. Más del doble de lo que ocurrió el año pasado. Para una provincia como Soria es un número muy alto de personas que han llegado y a los que hay que dar cabida a nuestros centros educativos, pero respecto al alumnado que ya poseíamos, 300 nuevas es mucho. Esas tasas tanto de población inmigrante como de origen español que se va asentando en la provincia nos llaman la atención, por el cambio de tendencia en los dos últimos años. A partir de la pandemia cada vez se está asentando más población en el ámbito rural. Tenemos que sacar pecho de las cosas buenas que tenemos y el sistema educativo es una de ellas.

P. ¿Es decir, que el que quiera tener una buena educación para sus hijos tiene que venir a Soria?

R. Desde luego, eso dicen los resultados internacionales, que nos hacen ser un poco los referentes y la bandera de la educación tanto en Castilla y León como en España. El informe Pisa que se hizo público del estudio de 2022 indica que la comunidad autónoma de Castilla y León ha sido la primera que en España lidera las tres competencias evaluadas. Y aunque los datos no están provincializados, sí que se sabe, por analogía de otros resultados, como puede ser la Ebau, que la educación puntera está en Soria. Uno de los datos que más llama la atención es que si Castilla y León fuera un país, tendríamos una calidad en educación que nos situaría en el puesto número 5 de todo el mundo. Soria, sabiendo que tiene resultados mejor que Castilla y León, podíamos decir que estaríamos en el podium mundial. Eso que siempre se decía de la Finlandia española, puede decirse al revés casi, porque superamos en bastantes competencias y estudios a Finlandia.

P. ¿Es fácil encontrar docentes?

R. Hemos aumentado 42 entre maestros y profesores. Soria no representa un gran porcentaje de alumnos en el conjunto de Castilla y León pero 42 docentes nuevos sí es un alto porcentaje de todos los incorporados en Castilla y León. Es una apuesta decidida de la Consejería de Educación por contratar profesores, que está supeditada a la demanda. Mientras ésta siga creciendo y los ratios vayan bajando –tenemos 22 alumnos por aula en primero, segundo y tercero de Primaria; 25 en cuarto, quinto y sexto, y en Secundaria 27–, con la misma cifra de estudiantes tenemos que desdoblar grupos y contratar más profesorado. Se hace un gran esfuerzo por la Junta como por el Ecyl para buscar perfiles y colaboración entre instituciones porque hay algunas plazas que son muy técnicas, con una formación muy específica, que hace que sea más difícil encontrar a esos docentes.

P. ¿En Formación Profesional es más habitual?

R. En FP, debido a la nueva legislación nacional que entra este año y que impone más requisitos, tenemos más dificultades, pero puedo decir que el 99,96% de los profesores están contratados. Un porcentaje que para Soria, con su ruralidad y las infraestructuras que tenemos en algunas zonas, es muy significativo.

P. Los sindicatos criticaban el alto grado de interinidad y de parcialidad de los contratos. ¿Hay modo de solucionarlo?

R. El adaptarnos a las demandas variables que vamos teniendo cada curso tiene que hacerse con docentes que se contraten a mayores y las plazas que están creadas por vacantes no tenemos esa capacidad de flexibilidad para poder adaptarnos a esa demanda que puede ser puntual, y se sigue haciendo con contratos de interinos. Afortunadamente, la apuesta desde la Consejería de Educación en los últimos años ha sido convocar grandes procesos de oposiciones y ha ido descendiendo el porcentaje de interinos. En los próximos años se seguirá la misma tónica pero llegar a una tasa cero de interinidad lo que nos haría sería imposibilitarnos el adaptarnos a esas demandas variables que tenemos cada año. Respecto a las jornadas parciales, va ligado a lo mismo. Si tenemos varias aulas en un CRA, hay docentes que tienen que impartir en todas ellas y de ahí viene la movilidad. La itinerancia cuenta como trabajo docente y viene a completar el horario, porque hay que cuidar mucho a esos docentes que están moviéndose. Y lo que nos lleva más a las jornadas parciales es la FP, porque son distintos módulos y no los puede impartir la misma persona, por los requisitos de la ley. Es decir, no es que no queramos aumentarles a jornada completa, es que muchas veces no se puede por las habilitaciones que rigen la FP.

P. El curso pasado se registraron agresiones entre estudiantes, alguna en el propio centro educativo, ¿hasta qué punto preocupa?

R. El suceso más puntual del curso pasado está judicializado y desde la Dirección Provincial se da una especial importancia a la convivencia escolar. La sociedad de hoy no es la misma que la de hace 30 años, ni siquiera cinco. Hay multitud de programas de estado emocional, salud mental, etc. Tenemos trabajo específico en los planes de acción tutorial de los centros para trabajar y mitigar cualquier signo de violencia, el acoso, el ciberacoso... Además, tenemos desarrollados acuerdos con la Guardia Civil como con la Diputación que nos brinda su apoyo desde su área social. Cualquier esfuerzo que hagamos en la formación sobre este tipo de conductas será una inversión a futuro. Claro que nos preocupa y por eso todas las administraciones que formamos parte de la comunidad educativa hemos de contribuir a mitigar y acabar con todo este tipo de comportamientos.

P. ¿Conocen casos de agresiones a docentes?

R. No recuerdo tener ningún proceso abierto. En comparación con otras provincias estamos mucho mejor, por ese concepto social que decía al principio de la entrevista, el respeto a la autoridad del profesor, como no puede ser de otra manera.

P. ¿Qué tal está resultando la incorporación de los niños de 0 a 1 años a la educación gratuita?

R. En Soria han sido cien bebés los que se benefician de esta nueva medida, que supone 2.000 euros de ahorro a cada familia. Hemos adaptado centros y espacios con obras por valor de casi medio millón de euros. Son 40 centros los que dan este servicio.

P. ¿El transporte escolar en una provincia tan extensa como Soria es complicado?

R. Claro. El orgullo que supone para nosotros que centros pequeños estén abiertos, nos lleva a tener una diseminación del alumnado muy grande. Tenemos 106 rutas escolares a principio de curso, un número que se va ampliando en función de las necesidades, porque las 300 nuevas solicitudes de admisión pueden ser de localidades que no tienen centro escolar y hay que poner una ruta de transporte de la noche a la mañana, o bien un enlace. Nos lleva a una cifra de cerca de 1.500 alumnos transportados, un número muy alto, con rutas prácticamente a demanda. Este año, afortunadamente, todos los alumnos tienen transporte, a día de hoy.

P. ¿Cómo evoluciona la demanda en los comedores escolares?

R. El número de usuarios de comedor está creciendo casi exponencialmente año tras año. El total de solicitudes hasta junio era de 2.900, aunque la asistencia media es de 2.000 comensales, repartidos en 30 comedores escolares. Hay ayudas concedidas a más de la mitad, a 1.600 alumnos, y más de 1.100 con gratuidad total. Un esfuerzo muy significativo para ayudar a esas familias que son beneficiarias de esas ayudas, además de otras como el programa Releo o madrugadores o tardes en el cole...

P. La Formación Profesional está creciendo por la demanda social. ¿Qué previsión hay de nuevos ciclos, además de los que inician este año, hay intención de seguir aumentando?

R. Este año tenemos nuevos ciclos. En el Virgen del Espino uno superior, de Administración de Sistemas Informáticos en Red; en Almazán, en el Gaya Nuño, otro de grado básico de Agrojardinería y Composiciones Florales; y como curso de especialización, como un máster de un año, el de Mantenimiento de Vehículos Híbridos y Eléctricos en el Pico Frentes. El impuso de la FP por parte de la Junta en Soria es palpable. En el centro Pico Frentes se están ejecutando obras en un proyecto muy ambicioso para ser uno de los centros referentes a nivel autonómico, y está concedido, y saldrán próximamente a licitación, las obras del centro integrado de FP La Merced, la ampliación de la antigua Escuela de Hostelería. En uno son nueve millones de euros de inversión y en otro 13 millones. Respecto a los nuevos ciclos, estamos a expensas de la implantación de la ley de FP. Es una formación como si fuese dual, porque ahora las prácticas se hacen desde primero, y eso ha obligado a casi duplicar el número de empresas colaboradoras. Se va a potenciar tanto el número de alumnos como, a futuro, según las demandas de la sociedad educativa, la oferta de nuevos ciclos. Los datos de inserción profesional una vez que acaban es de más del 45% del alumnado. Los que no trabajan, es porque han decidido seguir estudiando. Búsqueda de empleo tenemos apenas un 5%.