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La comercializadora de frutos rojos de El Royo quiebra y entra en concurso

El administrador concursal apuesta por encontrar un inversor que reflote la empresa y evitar la liquidación

La plantación de frutos rojos se encuentra en El Royo.

La plantación de frutos rojos se encuentra en El Royo.HDS

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Soria

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El alabado proyecto de plantación de frutos rojos de El Royo se enfrenta a un momento delicado. La iniciativa, ensalzada por su apuesta por los productos endógenos, el medio rural y la lucha contra la despoblación tiene que hacer frente ahora al concurso de acreedores de la empresa BosqueSoria Frutos de Altura, con la que comercializaba sus productos. La firma, que llegó a ser premiada por el BBVA, se encuentra en situación de insolvencia «no pudiendo cumplir regularmente las obligaciones económicas financieras que les resultan exigibles», según se expone en el auto judicial al que ha tenido acceso este medio y que declaró el concurso de acreedores a finales del pasado mes de julio.

El citado auto está fechado a 25 de julio de 2024 y explica que fue la propia BosqueSoria, a través de sus representantes legales, la que presentó la solicitud de declaración de concurso de acreedores voluntario. En el documento judicial se detalla que en el momento de la solicitud el pasivo acumulado por la empresa en ese momento era de 56.333,65 euros por unos activos de 54.9091,19. En el mismo auto se nombre administrador concursal y también se procede a abrir la fase de liquidación de la empresa. A pesar de los reiterados intentos de este medio, los socios y responsables de la empresa han declinado ofrecer explicaciones sobre la situación de la empresa y la afección al proyecto de frutos rojos de El Royo.

A finales del pasado mes de septiembre se presentaba el informe sobre la empresa elaborado por el Administrador Concursal designado por el Juzgado Número 2 de Soria. El mismo destaca la «relación fluida y de colaboración» de los representantes de la empresa. El informe explica que la sociedad se creó en marzo de 2020 con el objetivo principal, según sus propios estatutos, de la «comercialización, transformación, envasado y distribución de materias primas agrarias, productos semielaborados y en general de productos agroalimentarios».

En el momento de su constitución el capital social era de 10.500 euros suscrito y desembolsado y dividido en 10.500 participaciones sociales indivisibles de 1 euros en manos de 11 personas. En junio del año pasado se amplió el capital hasta los 18.648 euros y las participaciones, del mismo valor de un euros, quedaron divididos entre 9 socios y la propia empresa que contaba con 1.500 participaciones en autocartera. Ese es el capital social actual. Destacar que desde diciembre de 2022 el consejo de administración está formado por 7 de los 9 socios, un detalle clave en el proceso. Es relevante destacar que la empresa no tiene trabajadores y que con respecto a esos 2 socios que no forman parte del consejo de administración hay abiertos sendos procesos monitorios por un total de 16.183,51 euros por facturas no satisfechas con la sociedad, según consta en el propio informe.

Causas

Las «causas» para el concurso expuestas por BosqueSoria hacen referencia a que en el año 2022 se acordó entre socios y productores «repercutir los gastos siguiendo un reparto por metros lineales, pues se entendía que era necesario para el mantenimiento de la sociedad la producción de un mayor número de kilos posibles y así garantizar el suministro estables para los clientes y poder, además, buscar nuevos clientes». Por ello era necesario la mayor producción posible «puesto que los gastos de almacenaje y distribución son obligatorios, de forma puntual, y en plena temporada se contratan dos trabajadores». En esas causas se incide en que «la inclusión de dos nuevos socios, con una disminución de su producción, comenzó a ocasionar problemas de tesorería, dándose además la circunstancia de que esos dos nuevos socios no obstante ningún cargo como administradores y que incluso se han negado a abonar a la misma los servicios recibidos».

En el informe se expone la delicada situación de la empresa. Por ejemplo, se refleja que «la venta de productos decreció entre 2022 y 2023 casi un 13% para 171.226 euros» y que en 2024 no hay ventas contabilizadas hasta el 30 de junio. Dentro de las deudas, destaca una póliza de crédito con una entidad financiera por valor de poco más de 50.000 euros contabilizados como deuda a corto plazo. Del análisis de las cuentas en los últimos tres años el administrador indica que «muestra que la compañía sufre importantes tensiones de liquidez que motivan la incapacidad de la empresa para hacer frente a sus compromisos inmediatos de pago a corto plazo, teniendo como resultado la situación de insolvencia».

El propio administrador ofrece en su informe lo que considera como causas de la insolvencia. En primer lugar apunta a un «descenso continuado de la cifra de ventas como consecuencia de la reducción de los volúmenes globales de producción, no generando los recursos suficientes para hacer frente a sus compromisos inmediatos de pago a corto plazo». Además, apunta a un «crecimiento gradual de los costes operativos derivados fundamentalmente de los costes dibujos de explotación, que a pesar de mejorar la eficiencia del personal y sus costes, no han permitido mejorar los márgenes debido a la caída de la producción». En este contexto incide en que «todo lo anterior desemboca en un fondo de maniobra negativo que pone de manifiesto las tensiones de liquidez que sube la concursada motivando su actual situación de insolvencia».

FUTURO

El futuro próximo de la empresa es complejo. Los propios socios optan por la liquidación, pero desde la Administración Concursal consideran que aún hay esperanzas para la empresa. «De acuerdo con la información proporcionada por la concursada en la demanda de solicitud en la que se pretende dar impulso al plan de liquidación, esta administración concursal considera que la ejecución de dicho plan supone un quebranto económico para los acreedor de BosqueSoria», explica planteando «una vía alternativa que maximiza el valor de realización de los activos de la concursada». El administrador propone «la venta de la Unidad Productiva puesto que considera que la actividad es rentable si se produce un redimensionamiento de la misma». El informe incide en que «en la reunión entre la Administración y los socios y abogados de la empresa se planteó la venta de la Unidad Productiva a través de la búsqueda de un potencial comprador interesado en la misma».

El administrador, señala que está «a la espera» de «una oferta de compra, de manera tal que si la misma no se produce procederá a la ejecución del plan de licitación en los términos propuestos». De manera significativa recalca que recalca que en su opinión la empresa «es más viable cuanto mayor cosecha obtenga, permitiendo reducir costes fijos imputados y favoreciendo las economías de escala generadas, lo cual pone de manifiesto que la viabilidad está vinculada a la cantidad de producto, dato que toda la producción se vendía en su totalidad habida cuenta de la alta calidad de los frutos recolectados».

64.000 euros en activos, 37.000 en inmovilizado

El detallado informe de la Administración Concursal sobre la situación de BosqueSoria explica que la masa activa de la empresa es a fecha de finales de julio de 64.082,09 euros.
La parte más importante, que supera los 37.000 euros, se corresponde con el inmovilizado material. Dentro de esta epígrafe se suman las construcción de acondicionamiento de las fincas (7.267 euros), la maquinaria (15.026), las instalaciones de riego (5.173), los equipos informáticos o un vehículo de transportes.
También se detallan que hay 20.000 euros pendientes de ingresas de los que algo más de 16.000 corresponden a las aportaciones demandadas a los dos socios que no forman parte del consejo de administración.

El listado de acreedores suma 58.421,70 euros

Otro de los aspectos claves es que las deudas acumuladas por BosqueSoria ni siquiera alcanzan los 60.000 euros siendo la mayor parte de esa deuda una póliza de crédito contraída con una entidad financiera que se sitúa en los 50.000 euros, según se detalle en el informe de la Administración Concursal. Se trata, en términos concursales, un crédito ordinario, y además hay otros 8.000 euros de créditos subordinados.
En el listado detallado figuran los referidos contratos de crédito con una entidad financiera que suman 51.686 euros y el resto de deudas son principalmente pagos a proveedores por cuestiones como energía o servicios tecnológicos. Además, hay pequeñas deudas con algunos de sus socios.
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