Las castañas de la Dehesa de Soria: el castaño de indias y sus propiedades (fotos)
También se le llama falso castaño, porque su conocido y bonito fruto no se come, pese a su similitud con las auténticas castañas
En unos días estarán borradas del parque de la Dehesa hasta el próximo año, pese a su insistencia haciéndose presentes a cualquier hora durante poco más de un mes. Símbolo de otoño y más cosas, ligadas a tradiciones y con muchas propiedades. Hablamos de castañas. Pero no unas cualquiera, sino castañas con nombre y apellido: las castañas de la Dehesa de Soria. Cientos o puede que miles de estos frutos comienzan a caer en torno a comienzos de octubre y son un elemento más del paisaje en el pulmón de Soria. Más de un turista se ha llevado una a la boca, pero no. No se comen. Ahora bien, tienen propiedades dignas de tener en cuenta y en la ciudad están ligadas a ciertas costumbres que poco tienen que ver con lo gastronómico.
Brillantes y algunas de tamaño muy superior a las comestibles, las castañas del castaño de Indias, también conocido como falso castaño, se desprenden de su envoltorio en cualquier momento, incluida la noche. Hay ocasiones en que caen dentro de la cápsula espinosa que las contiene y ruedan por el suelo al desprenderse del envoltorio con el golpe. O sencillamente caen del árbol sin el caperuzón. En cualquiera de los dos ¡cuidado! Si la casualidad mal acompaña, el paseante puede llevarse un susto al sentir la caída a centímetros. Y si la casualidad acompaña peor, el viandante sentirá un señor castañazo en la cabeza, que si bien no requiere ingreso hospitalario, tampoco hace precisamente cosquillas. Para colmo de males, el envoltorio tiene pinchos.
En días plácidos, no es extraño ver a niños pequeños recogiéndolas en bolsas para pesar de la madre que tiene que cargar con ellas hasta casa. También hay quien las aprovecha como antipolillas, dicen que eficaz dentro de los cajones o repartidas por los armarios.
¿Cómo es el árbol?
De porte considerable, se le denomina comúnmente falso castaño ya que sus frutos tienen gran similitud externa a los castaños del género Castanea, que son los que dan las castañas comestibles.
El castaño de indias o falso castaño es el aesculus hipocastanum. Pertenece a la familia de las moráceas y es un árbol caducifolio.
La forma de la copa es globosa y muy ancha. El tronco es recto, a veces dividido en dos, y la corteza grisácea y lisa en los ejemplares jóvenes y se torna de color más oscuro y con grietas en los árboles adultos. Puede alcanzar una altura de 30 metros. Este castaño da unas flores de color blanco muy bonitas, que salen ya entrada la primavera.
Es originario de Bulgaria, Albania y Grecia, pero está extendido por toda Europa y presente también en Estados Unidos.
Al margen del ya citado antipolillas, el castaño de indias otros usos interesantes que se apuntan en espacios de jardinería. Sus posibilidades son, pues, grandes.
- Existen geles elaborados a partir de este árbol, de venta en herbolarios, por sus propiedades medicinales.
- El falso castaño tiene aesuclina y aescina, dos sustancias que tienen la capacidad de evitar que se formen edemas, razón por la que se recomienda en tratamientos contra las varices, las hemorroides, problemas vasculares o las venas infladas por sus flavonoides.
- Por vía externa protege el cabello y existen champús con sus extractos.
- Además, contiene extractos que se usan en preparaciones antisolares para proteger la piel.
- En grandes dosis puede llegar a ser tóxico.
Pese a la lluvia de los últimos días, aún pueden encontrarse castañas en la Dehesa. Puede que no con el brillo que aparecen en las imágenes (tomadas en días de sol), pero basta un simple pañuelo de papel para devolverles el lustre.