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Infraestructuras

El empate de dos empresas mantiene el suspense en adjudicación del Langa-Aranda de la A-11

Los dos licitadores mejor valorados para la obra igualan en los diferentes criterios, lo que aboca a aplicar la Ley de Contratos, llegando incluso a un posible sorteo. Dragados y la UTE OHLA-ASCH encabezan la puntuación

Vista de Langa de Duero. MARIO TEJEDORPicasa

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Soria

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Qué empresa será la constructora del tramo de la A-11 entre Langa de Duero y Aranda de Duero es algo que lleva meses en suspense. Las ofertas están abiertas y valoradas y desde comienzos de junio todo parece dispuesto para que se produzca la adjudicación. Pero esta no llega a pesar de que aparentemente la documentación y las evaluaciones están disponibles. La razón de que la incógnita no acabe de despejarse no es otra que un empate entre dos licitadores y que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana «está dirimiendo el desempate». La rara circunstancia se conoce a raíz de la contestación a una pregunta parlamentaria al diputado popular Tomás Cabezón, quien se ha interesado sobre el estado de la licitación y posteriores pasos.

«Una vez adjudicada la obra e iniciada la misma, la empresa adjudicataria podrá solicitar un reajuste de anualidades en función de los equipos y los rendimientos propuestos en su oferta, que pueden ser atendidos en función de su idoneidad y de las disponibilidades que se tengan en ese momento», señala el Gobierno acerca de ritmos y plazos de los trabajos.

El empate es un hecho inédito en una obra de este volumen y complejidad, que cuenta con un presupuesto de nada menos que de 211 millones de euros, con un plazo de ejecución de 37 meses según los pliegos. La Ley prevé esta circunstancia y establece una serie de criterios para dirimir la igualdad y que haya un contratista. El pliego administrativo de la Langa-Aranda remite expresamente al artículo 147.2 de la Ley de Contratos del Sector Público, donde se determinan condiciones para inclinar la balanza, como el porcentaje de trabajadores con discapacidad, medidas de carácter social en relación a la igualdad entre hombres y mujeres, porcentajes de temporalidad o de mujeres empleadas, entre otras. Si todo esto no resulta, la Ley obliga al sorteo.

Fueron 14 las empresas interesadas en la construcción de la A-11 entre Langa y Aranda, cuya licitación apareció en el Boletín Oficial del Estado el pasado 16 de marzo. Dragados y las UTE Obrascón Huarte Lain-ASCH Infraestructuras y Servicios; Ferrovial Construcción-Construcciones y Obras Valbuena; y Sacyr Construcción-Collosa son las propuestas mejor valoradas por parte de la Mesa de Contratación. Las dos primeras en los criterios cualitativos son Dragados y Obrascón Huarte Lain-ASCH Infraestructuras y Servicios, con una mínima diferencia a favor de la primera. Sus ofertas económicas ascienden, respectivamente, a 149,8 y 149,3 millones. Las propuestas económicas de las otras dos UTE, también muy igualadas con las dos primeras, son de 149,2 y 149 millones.

El tramo Langa-Aranda cuenta con 22 kilómetros y acumula una larga historia administrativa, incluida una fallida adjudicación. En julio de 2008 la empresa Corsán-Corvián se hacía con el contrato previsto entonces en algo más de 64 millones. Ya estaba entonces desplegada la dura crisis financiera, que pasó factura a las inversiones en forma de paralización por parte del Gobierno y también a las empresas en forma de dificultades que determinaron la viabilidad de las obras. Entre unas cosas y otras los trabajos quedaron detenidos de manera definitiva en mayo de 2012, cuando únicamente se encontraba ejecutado el 4,5% de los 22 kilómetros. No fue hasta octubre de 2016 cuando el Gobierno puso fin a la relación contractual con la constructora. Esta demora hizo que el programa de la variante de Aranda de Duero, antes integrada en el tramo, se desgajara. La circunvalación de la localidad burgalesa acabó construyéndose por separado y abrió al tráfico en 2015. En enero de 2020 se adjudicó la revisión del proyecto, cuya redacción recibió el visto bueno del Gobierno en julio de 2022. El trazado incluye los enlaces Centro y Oeste de Langa de Duero, así como las conexiones con Zuzones-La Vid y Vadocondes, ya en Burgos. En todos estos años han ido abriendo los sucesivos tramos de la parte occidental de la A-11, de manera que puede circularse en dos carriles por sentido entre La Mallona y Langa de Duero. Además del Langa-Aranda quedaría por ejecutar el tramo de La Mallona a Los Rábanos, es decir, el enlace con la A-15, que desde abril de 2023 se encuentra en actualización de proyecto.

Los antecedentes de la A-11 se remontan a 1997, aunque entonces no se hablaba de la Autovía del Duero, sino de unir Valladolid con la Autopista Bilbao Zaragoza. La autovía no se prolongaba en dirección a Zamora y sí lo hacía en cambio en lo que ahora es la proyectada y en parte en ejecución A-15 en la zona oriental de la provincia. En junio de 2002 salía a información pública el estudio informativo, ya en su perfil actual, la parte soriana de la Autovía del Duero.

Una vez adjudicado, el Langa-Aranda se unirá en ejecución a otro tramo de autovía en la provincia, en este caso de la A-15. Se trata del que discurre entre Fuensaúco y Villar del Campo, los primeros 15 kilómetros de la Autovía de Navarra que avanzan en la parte oriental de la provincia. De esta infraestructura se encarga la UTE formada por Padecasa Obras y Servicios y Vías y Construcciones. El presupuesto de adjudicación asciende a 99,1 millones. El plazo de ejecución es muy amplio, 59 meses, debido a la disponibilidad presupuestaria, según explicó el Gobierno en su día. Las máquinas ya están en plenas tareas de construcción, pero la presencia de la alondra ricotí hace que se prevean paradas en los movimientos de tierra durante la época de cría.