Amigos de la Saca, frente a la amenaza de Pacma al festejo de Soria: "Respeto y sentido común"
Raúl González cree que los animalistas se plantean como estrategia "apuntar a los dos festejos nacionales con más arraigo, uno en calle y otro en campo"
Después de abatir al Toro Jubilo de Medinaceli, ¿harán lo mismo los animalistas con la Saca, en Soria, y San Fermín, de Pamplona? La amenaza es un hecho. La expresaron este sábado en Medinaceli tras la concentración convocada por Pacma para celebrar la abolición de esta emblemática tradición en la Ciudad del Cielo, en cumplimiento de la sentencia de un Juzgado suspendiendo el festejo a petición del partido animalista. "No vamos a parar hasta acabar con la tortura. Incluimos San Fermín y San Juan, porque utilizan a los animales para divertirse y los maltratan", dijeron.
La amenaza no ha caído en saco roto. "Respeto y sentido común" es lo que pide la Asociación de Amigos de la Saca por boca de su presidente, Raúl González, que afirma no entender la actitud de los animalistas. "No está en juego el animal. No estamos hablando de temas taurinos, sino de tradición, creencia, cultura...", manifiesta González. Para el presidente de la Saca, posiblemente el colectivo social con más seguidores de la provincia, tradiciones así "están por encima de lo que es el mundo taurino, siempre y cuando se respete al animal, que tiene que tener dignidad incluso en la muerte".
Raúl González entiende que "el animal de Medinaceli no tiene que sufrir como ellos dicen", festejo que contrapone con el Toro de la Vega, que "no tiene argumentos para defenderse".
Del mismo modo, entiende que apuntar ahora a San Fermín y la Saca es una estrategia que busca "apuntar a los dos festejos nacionales con más arraigo, uno en calle y otro en campo", indica el dirigente de Amigos de la Saca, asociación a la que el Ayuntamiento de Soria encarga la organización del festejo en el día grande la fiestas de San Juan, en la capital.
Por último, recuerda González la base del festejo capitalino, "conducir a los animales desde Valonsadero y hasta Soria, custodiarlos y que lo hagan de forma digna como la tradición ancestral que es". Y añade a renglón seguido que "se para cuando hay que parar, se trata de reconducirlos cuando es necesario o incluso se retira al animal del recorrido, como ha ocurrido en más de una ocasión", concluye.