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«La vida es amor y dolor y hay que abrazar también ese dolor»


Irene Villa abre la XXX edición del Soria Saludable poniendo el foco «en lo que puedes llegar a ser, porque el punto de llegada es el que tú te quieres poner»

Irene Villa en un momento de su conferencia. MONTESEGUROFOTO

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Soria

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«La clave para salir adelante es abrazar el dolor, abrazar lo que nos ocurre, cooperar incondicionalmente con lo inevitable». Y es que «la única certeza es la muerte, el resto son un montón de oportunidades, posibilidades, y un montón de cosas, de aventuras que la vida te ofrece y te propone». Periodista, psicóloga y escritora, Irene Villa pronunció ayer la conferencia inaugural de la XXX edición del ciclo Soria Saludable, de la Fundación Científica Caja Rural de Soria. Y lo hizo plena de optimismo: «Pero por qué hay tanto tabú con la muerte y con las dificultades, si son parte de la vida? La vida es amor y dolor y es duelo, hay que abrazar también ese dolor y saber qué lección hay escondida detrás de ese dolor, detrás de ese episodio dramático y salir fortalecido de ello y aprender». En su caso, ha salido adelante de experiencias muy dramáticas, en las que el atentado que segó las piernas a esta ‘soriana consorte’ no ocupa el lugar más destacado, confesó.

Un optimismo el de su intervención con el propósito de «ayudar a cambiar un poco el foco y ponerlo, en vez de en lo dramático, en el dolor, en el problema, ponerlo en lo que puedes llegar a hacer y en lo que puedes llegar a ser, porque creo que todos tenemos un punto de partida, pero el punto de llegada es el que tú te quieras poner». Es la «esperanza para relativizar lo que cada uno vive en su día a día».

«Hay muchos casos, el mío se conoce mucho, pero hay muchísimos casos, porque el ser humano sale adelante», explicó. «Es alucinante las lecciones de vida que conozco por todo el mundo, cómo somos capaces el ser humano de dar la vuelta a la cosa más terrorífica y terrible del mundo y ser feliz». Para ella, «el objetivo de todo el mundo es que te brillen los ojos, hay momentos en los que la vida te los apaga, pero en tu mano está y es tu responsabilidad volver a hacer que esos ojos brillen». En este sentido, «si tienes salud, buenos pensamientos, un buen lugar donde desarrollarte donde vivir, naturaleza, buena alimentación, gente que te quiere, pues tienes mucho ganado». De manera general, está el «poder de relativizar y saber dar la importancia que tiene a los problemas y no castigarnos, no flagelarnos, no autoexigirnos, no autocompadecernos tampoco». En su caso, «yo, de pequeña, lo que peor llevaba era que tuviesen pena y compasión por mí».

«Al final no es lo que te pasa, sino las ganas que tengas para afrontar eso que te pasa, si tienes energía, motivación, ganas, ilusión y salud, al final no hay nada que se te ponga por delante y hay que saber que se puede lograr lo que cada uno se proponga», explicó.