El soriano que dirigía Valencia en la riada de 1957, precedente de la DANA

La DANA que ha destrozado Valencia hace unas semanas no ha sido la primera inundación que ha sufrido esta comunidad. Hace 67 años otra riada, quién sabe si consecuencia también de una DANA (término relativamente actual), ocasionó graves desbordamientos en la cuenca del río Turia a su paso por Valencia.  Al frente de esta provincia estaba de gobernador civil un soriano, Jesús Posada Cacho (Soria, 7-IV-1910– 9.X.1981), padre del que fuera presidente del Congreso Jesús Posada Moreno, dos veces ministro (Agricultura y Administraciones Públicas) y presidente de Castilla y León. 

Valencia era la tercera plaza en que Jesús Posada Cacho dirigía un Gobierno Civil, después de Soria y Burgos, con mucho más poder institucional en aquel entonces que el que ahora tienen las subdelegaciones de Gobierno.

Jesús Posada Cacho fue hijo de Luisa Cacho Molina, natural de Ágreda, y de Luis Posada Llera, abogado con una dilatada trayectoria política, que luego seguirían su hijo y nieto. Las inundaciones de Valencia, en octubre de 1957, fue el hecho más importante que tuvo que afrontar el soriano. "Por su actuación en aquellos días le fue concedida la Medalla de Oro de la provincia, que más tarde le sería retirada en aplicación de la Ley de Memoria Histórica", según la Real Academia de la Historia (RAH).

Licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, estuvo en Acción Popular durante la Segunda República y en vísperas del 18 de julio fue encarcelado junto con el exdiputado de CEDA Ricardo Moreno y el médico Valentín Guisande, "cuyas gestiones serían determinantes para su liberación", puede leerse en la RAH. Estuvo alistado en el Tercio Numantino durante la Guerra Civil y después en una unidad italiana. Combatió en Guadalajara y en el Ebro, entre otros escenarios.

Opositó al Cuerpo Nacional de Inspectores de Trabajo y ejerció como tal en Soria. De septiembre de 1942 hasta marzo de 1946 fue alcalde de Soria. En el tiempo que fue alcalde  tuvo que lidiar con graves problemas de abastecimiento y contaminación de las aguas debido a la pertinaz sequía. Con él como alcalde, se encargó el proyecto de traída de las aguas del río Razón a Clemente Sáenz y a Joaquín del Villar. "Durante su mandato se actualizó el callejero y se editó la guía y el nomenclátor de la ciudad".

Después fue gobernador civil de Soria, nombramiento recogido por decreto el 1 de marzo de 1946. Fue el primer presidente del Centro de Estudios Sorianos, CES, entidad cuya creación impulsó en 1950. Según la citada fuente, "se preocupó por mejorar las cuotas del racionamiento asignadas a la provincia y en recuperar para la vida civil a los republicanos que aún permanecían ocultos tras la guerra". Entre la población se le apodó como "sí, sí", porque accedía a todo cuanto se le proponía.  En enero de 1952 fue nombrado gobernador civil de Burgos y en abril de 1957 ocupó el Gobierno Civil de Valencia.

Tras la muerte de Franco, en diciembre de 1975 Jesús Posada Cacho fue nombrado ministro del Tribunal de Cuentas, cargo que desempeñó hasta su muerte.