MEDIO AMBIENTE
Aves necrófagas: cuando la carne muerta garantiza la subsistencia
Los seis muladares que hay en Soria y las Zonas de Protección de Aves Necrófagas contabilizan casi 560.000 kilos de carne muerta en el último año
La nieve y el hielo pero no solo. La meteorología puede influir en la falta de alimento para algunas especies, que requieren programas de alimentación específicos y no únicamente cuando el tiempo no acompaña, sino durante el resto del año. ¿Qué sería sin ellos del buitre leonado, el águila o el milano, por citar algunos?
La red de muladares que hay en la provincia garantiza la alimentación de muchas aves en cualquier época del año. También lo hacen las Zonas de Protección de Aves Necrófagas. Unos y otros enclaves sumaron en el último año casi 560.000 kilos de carroña, carne de otros animales muertos que sirvieron de subsistencia las citadas y otras especies. Los animales necrófagos satisfacen sus necesidad de alimentarse mediante el consumo de cadáveres de animales, lo que les hace ser pieza fundamental en las cadenas tróficas.
Los muladares son recintos cerrados, que en muchos casos guardan relación con la ganadería intensiva (explotaciones, granjas...), mientras que las áreas de protección son lugares específicos en los que, previa autorización, puede dejarse un animal muerto en el monte para que sea comido por otro.
La provincia de Soria contabiliza seis muladares, situados en los términos de Arcos de Jalón, Muro, Noviercas, San Leonardo, Los Rábanos y Berlanga de Duero, que recibieron 208.305 kilos de carne. El que más aportación de kilos de carne recibe, con mucha diferencia, es el de Los Rábanos, con 145.435, frente al muladar de Arcos, con algo más de media tonelada.
También aglutina una considerable aportación de carne el situado en la zona del Moncayo: el muladar de Muro contabilizó el último año 27.350 kilos.
En la misma área geográfica, el muladar de Noviercas cosechó una aportación de 6.775 kilos de carne, y en el ubicado en el término de San Leonardo de Yagüe se arrojaron 10.585 kilos. Por último, el muladar de Berlanga de Duero contabiliza 17.610 kilos.
Soria es una de las cuatro provincias de Castilla y León -junto con Ávila, Salamanca y Segovia- en la que todos los términos municipales están incluidos en las Zonas de Especial Protección para la Alimentación de Especies Necrófagas (Zepaen) de Interés Comunitario. Los programas de alimentación de las comunidades autónomas cubren la mitad de las necesidades de alimento anuales de las especies necrófagas, según fuentes de la Junta.
Áreas Zepaen
Durante el pasado año, las áreas Zepaen contabilizan 349.430 kilos, cantidad superior a la carne del año anterior, con 325.770 kilos. Hay que tener en cuenta que esta carne son kilos potencialmente autorizados. Esto es, no significa que sean lo aportado. La Delegación Territorial considera que lo aportado será en torno a la mitad de esas cantidades. La autorización de carne muerta que se puede arrojar a estos enclaves es anual.
Las poblaciones de especies necrófagas en España se han beneficiado durante la última década de las medidas para la alimentación de estas aves. «Según el último informe de evaluación del cumplimiento de la normativa española sobre la alimentación de necrófagas, publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), la alimentación de estas especies ha contribuido a mejorar su situación en la última década al facilitarles la disponibilidad de carroña» según la Junta.
España concentra más del 90% de ejemplares de necrófagas de toda Europa y constituye el principal enclave a nivel mundial para la protección de estas especies. Muchas habitan en Castilla y León.