El topillo derrota a la liebre
Un estudio revela que las plagas periódicas de estos roedores impiden que se recupere la población de liebre ibérica, especie cinegética que estos últimos años ha sufrido «un notable bajón», según los cazadores
¿Puede un roedor doblegar a una liebre? Un estudio publicado en la revista Scientific Reports (de Nature) dice que sí. La investigación realizada por el profesor de la UVa Juan José Luque, del Campus de Palencia, junto a otros expertos del CSIC y las universidades de Sevilla y Castilla-La Mancha suscribe que las plagas periódicas de topillos impiden la recuperación de las poblaciones de liebre ibérica en Castilla y León. Circunstancia que, sin método científico, también confirmarían los cazadores. «En estos dos últimos años la bajada de liebres ha sido notable», apunta José Manzano, delegado provincial de la Federación de Caza de Castilla y León. Lo dice desde el punto de vista del cazador y del fotógrafo, afición que también practica. «Cada vez cuesta más verlas», añade.
«Las poblaciones de liebre ibérica (
Lepus granatensis
) han sufrido graves descensos durante las últimas décadas en toda España, principalmente por ciertas prácticas de agricultura intensiva. Entre 1970 y 1990, el rápido aumento de la superficie de cultivos de regadío en la región de Castilla y León fue seguido por una expansión masiva del área de distribución del topillo campesino (
Microtus arvalis
), y la colonización completa de los paisajes agrícolas de regadío de las tierras bajas desde los hábitats montañosos».
La explicación, a modo de resumen, viene de la mano de la Universidad de Valladolid, que continúa hablando de que las grandes fluctuaciones cíclicas en la abundancia de los topillos colonizadores ha contribuido a «una amplificación periódica» de la tularemia. «La tularemia es una enfermedad mortal para los lagomorfos (liebres y conejos), por lo que los investigadores plantearon la hipótesis de que los brotes de topillo conducirían a la propagación de la enfermedad a las liebres ibéricas, aumentando la prevalencia de la tularemia y el declive de las poblaciones de liebre», añade.
El trabajo aparecido en la citada publicación ha analizado los datos de bolsas de caza de liebre de Castilla y León, que se ha visto afectada recurrentemente por brotes de topillo entre 1996 y 2019, así como datos sobre la prevalencia de tularemia, comunicados por la Junta entre 2007 y 2016.
Recuperación
«Los resultados sugieren que los brotes cíclicos de abundancia de topillo campesino pueden estar limitando la recuperación de las poblaciones de liebre, al amplificar y diseminar la tularemia en el medio ambiente de forma regular. En concreto, los brotes recurrentes de tularemia causados por los ciclos poblacionales de los roedores en la región pueden dar lugar a un «foso de enfermedad» (“disease pit») para las liebres ibéricas: la tasa de crecimiento de la población de liebres es menor que la tasa a la que aumenta la mortalidad inducida por la enfermedad, manteniendo las poblaciones de liebres en un equilibrio de baja densidad».
Este estudio pone de relieve la importancia de aplicar el método científico a la hora de abordar y entender las dinámicas espaciales y temporales de las poblaciones de fauna silvestre, según un comunicado de la UVa. «Nuestro trabajo demuestra, una vez más, que sólo podemos llegar a comprender qué pasa en el medio natural a través del método científico», destaca el profesor Juan José Luque desde el Campus de La Yutera, y concluye que «toda gestión de fauna silvestre requiere de una base técnica fundamentada en complejos análisis de datos».
Al respecto, Manzano sostiene que el topillo «puede ser un reservorio» de tularemia, pero añade que «al final todo influye. Puede ser el topillo y hasta la concentración parcelaria», añade. Pese a la reducción, Soria sigue siendo la provincia en la que más liebres se cazan, con 12.390 piezas en la temporada 2020/2021 (última hecha pública por la Junta), seguida de Salamanca, con 11.426. Los balances de las temporadas cinegéticas evidencian -además del método científico- que hay menos liebres en el campo. Hace diez años, esto es, en la temporada 2010/2011 se cazaron en la provincia de Soria 16.782 liebres.
El trabajo forma parte del convenio Gesinttop, financiado por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), la Diputación de Palencia y la Diputación de Valladolid, así como del proyecto Boomarat, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.