Esperando al colirrojo real
Soria confía en la llegada de nuevo de esta pequeña ave a la zona del Castillo, donde Asden alertó hace un año de la posible afectación por las obras de la muralla
Colirrojo real.-Mark Caunt. Seo BirdLife
Su canto es dulce, melancólico y suave..., con una primera parte corta y ascendente, seguida de otra más larga, que alterna trinos suaves con algunas imitaciones. Así describe la organización Seo BirdLife el canto del rey del paque del Castillo, el colirrojo real, una especie catalogada como vulnerable, sobre lo que Asden alertó cuando comenzaron las obras en el que es el feudo del colirrojo en la ciudad.
«La alta densidad de esta especie es indicadora de espacios forestales y parques con buenas características ecológicas, de las que la ciudad de Soria debería presumir dentro de su Plan Soria2030», apuntaba hace en torno a un año la organización ecologista, temerosa de que la restauración de la muralla afectara a la población del colirrojo real.
Es pronto para avanzar si la intervención ha influido sobremanera en esta ave paseriforme del tamaño de un gorrión, que pasa el invierno en el sur del Sáhara y está presente en la península desde abril y hasta agosto.
Este pequeño pájaro de cola roja y con diseño elegante y vistoso en los machos mide unos 14 centímetros y envergadura no pasa de los 24. En España ocupa áreas de sierra y media montaña de la cornisa cantábrica, el Sistema Ibérico, el oeste del Sistema Central, Sierra Morena occidental y, puntualmente, otras sierras interiores. Estrictamente forestal, está ligado a bosques maduros de frondosas y coníferas, con presencia de arbolado viejo y claros dispersos, tal y como recoge la Seo en su web.
El colirrojo real se alimenta de insectos y arañas y sus preferencia son las larvas y adultos de lepidópteros y coleópteros. Al final del verano y en otoño, durante la migración, puede consumir gran cantidad de pequeños frutos, según la ficha de la Seo.
Pese a su pequeñez estamos ante un migrante de largo recorrido, con áreas de invernada situadas al sur del Sáhara, aunque de forma ocasional algunos ejemplares invernan en el sur de la península.
«El colirrojo real también es interesante por su ecología: requiere un hábitat boscoso con claros en la que existan árboles con oquedades para hacer sus nidos, y árboles viejos y madera muerta en la que se críen y refugien los insectos de los que se alimenta. Por ello se considera indicador de bosques de alto valor ecológico. Además es territorial, selecciona y defiende su zona de nidificación de otros individuos emitiendo su canto».
El nido del colirrojo es un pequeño cuenco de hojas y musgo, tapizado de plumas, situado en el interior de un hueco de un árbol, una pared, un talud o entre raíces. La puesta está entre los tres y los diez huevos, de color azulado, que incuba la madre no más de 15 días. En otros 15 ya estarán volando y a las dos semanas se independizarán y abandonarán el nido.
Otras zonas
El Castillo no es el único lugar en que puede verse al colirrojo: en la ciudad de Soria también es posible verle en su entorno natural próximo y en sus parques, especialmente en la Dehesa, y en las riberas del Duero.
En su día, Asden reclamó al Ayuntamiento y la Junta que adoptaran medidas para la conservación del colirrojo real para asegurar su conservación, «en tanto que es una especie catalogada como vulnerable por el Real Decreto 139/2011 y la Ley de Patrimonio y Biodiversidad de España y de CyL», y teniendo en cuenta además la corta de árboles con motivo de las citadas obras.
Según la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población europea de esta ave se estima en unos 15 millones de individuos, con tendencia creciente, y la nacional, según el III Atlas de las aves en época de reproducción en España, en unos 360.000 ejemplares.