Los perros como terapeutas ocupacionales en el colegio de San Esteban

Los alumnos del Colegio de Educación Infantil, CEI, La Alameda de San Esteban de Gormaz han podido disfrutar de una sesión grupal de terapia ocupacional con perro de la mano del centro de terapia ocupacional de Patricia Hernández, que llevaron hasta las instalaciones educativas de la localidad ribereña a Baby e Indi, los dos canes protagonistas de la sesión.

Según explicó la directora del centro, Rocío González, durante el mes de marzo, los pequeños de 0 a 3 años están trabajando la unidad didáctica de los animales y desde el centro buscaban realizar «alguna actividad especial», y puesto que ella ya conocía a través de una alumna de La Alameda, el trabajo que realizan en el centro de terapia ocupacional.

Trabajan la terapia ocupacional a través del desarrollo de actividades dirigidas y cuidadosamente estructuradas con el objetivo de rehabilitar y mejorar la funcionalidad de la persona, y no simplemente de tenerla ocupada durante un tiempo.

Su objetivo es poder «prevenir y disminuir las discapacidades que aparecen como consecuencia de diferentes trastornos, y favorecer la autonomía de la persona para que se pueda desenvolver en su medio», según explican al presentar su centro Patriterapia, ubicado en la capital.

«Para los niños es un cambio radical, porque el estímulo no es un adulto», asegura González, quien explica que con esta terapia, el que mueve al alumno a hacer algo es el perro y no un adulto como mediador, sino los canes que van jugando con los pequeños. «Al final es el cambio a la hora de trabajar», explica la directora de La Alameda, quien destaca que de esa manera se desarrolla otra labor que se suma al trabajo diario de las docentes, con órdenes a seguir o la autonomía que se va desarrollo poco a poco, sin que esté dirigida por un adulto.

«Seguimos trabajando los mismos objetivos y contenidos de nuestro día a día, pero con los animales por medio, que para los niños es muy motivador», asegura Roció. Además se trata de animales tranquilos y no juguetones, que permiten a los niños acercarse sin asustarlos.

Se trata de perros que requieren muchos cuidados, además de sacarlos a pasear o comer, por lo que también, al finalizar la sesión, se mostraban cansados de su trabajo y se retiraban a descansar.

No será la última vez que desde el CEI La Alameda, donde trabajan además de Roció, Vanessa Onrubia, Irene López y Carmen Bañares, lleven a cabo este tipo de actividades, porque permite trabajan lo que marca el curriculum pero «de manera más motivadora porque es diferente», asegura la directora, y de hecho ya están trabajando en una sesión de estimulación multisensorial con flores que realizarán de manera conjunta con la floristería Oh Floremio de San Esteban, para este mes de abril con la temática de la primavera.

El centro de educación infantil cuenta con 37 niños y tiene gestión municipal, a cargo del Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz, quien financió también esta jornada de terapia ocupacional, que se dividió en dos partes, por un lado una primera minisesión con los bebés, más sensorial y relajante y otra segunda con los más mayores, que pueden llevar a cabo mayores movimientos y que permiten un juego más divertido y dinámico. Se trató de una sesión en la que solo participaron las docentes, la terapeuta, los perros y los niños, pero tanto desde el Consistorio como desde las familias «nos han transmitido su satisfacción».

La terapia ocupacional con perros es usada tanto con niños como con adultos, para mejorar los diferentes componentes cognitivos y físicos, con perros adiestrados, que sirven como herramienta para aumentar la participación y la implicación en las actividades.