Medio Ambiente
Señal, rojo y de río: los cangrejos y sus diferencias
Morfología, puestas, hábitat... Las cualidades de los cangrejos ‘sorianos’ varían hasta en la mesa
No todos son igual de grandes, ni ponen los mismos huevos. Ni gustan tampoco de las mismas aguas. es más, las diferencias se aprecian hasta en el plato, aunque estas líneas sean animales y no gastronómicas. Los tres campan a sus anchas en ríos y otras masas de agua de Castilla y León, aunque en distinto grado poblacional. Son el cangrejo señal, el cangrejo rojo y el autóctono o de río, tal y como aparece recogido en el dosier de especies piscícolas presentes en Castilla y León, de la Junta y Cesefor. En él se detallan sus principales características morfológicas, su localización y comportamiento, información sobre el hábitat o su estado de conservación que, a la postre, indica si está permitida o no la pesca.
El cangrejo de río se identifica por la base blanca de las pinzas. Frente al cangrejo rojo y señal, el autóctono tiene pinzas rugosas, con la cara ventral blanquecina, a diferencia de las otras dos especies que la tienen roja. La cara ventral del resto de las patas es también blanquecina y el caparazón tiene dos suturas separadas y sin espolones.
Se trata de un cangrejo que no suele pasar de los 10 centímetros de longitud y presenta una coloración variable, generalmente pardo verdosa, dependiendo del entorno.
Dos cuestiones van unidas al cangrejo de río y no tienen que ver con su morfología: de un lado, su elevado valor ecológico; de otro, la importancia económica y social que tuvo en el medio rural. «Su captura era fuente de empleo de numerosas familias, existiendo incluso agrupaciones de pescadores profesionales y generando decenas de miles de jornadas de ocio a través de su pesca recreativa». Aquel pasado marcó su presente. Hoy en Castilla y León está prohibida su pesca por la «crítica situación» de las población y también por su grave recesión debido a la peste micótica, se apunta el citado dosier, hasta el punto de que la situación está «en estado vulnerable».
La especie puede vivir en ambientes muy diferentes, desde aguas rápidas en cursos de montaña a aguas lentas en tramos medios, lagos, embalses y charcas naturales o artificiales. Suele encontrarse en aguas más o menos limpias, si bien no se le considera un buen indicador de ello, pues tiene una tolerancia alta a variaciones de temperatura y oxígeno disuelto.
Sus localidades suelen estar aisladas del resto de la red fluvial, bien por tramos que quedan en seco bien por barreras físicas. Están muy fragmentadas y ocupan extensiones muy reducidas (habitualmente pocos cientos de metros de cauce).
En general, el celo y las cópulas tienen lugar entre octubre y primeros de diciembre. Las hembras pasan el invierno refugiadas portando externamente los huevos, que eclosionan entre finales de mayo y primeros de julio, dependiendo de la temperatura del agua.
El cangrejo señal es un vecino más en las aguas de ríos sorianos. Los ejemplares adultos pueden alcanzar una longitud de 15 centímetros y su aspecto presenta una gran diferencia con el cangrejo de río y el cangrejo rojo: esta característica es una mancha blanquecina en la quela, esto es, en la terminación en forma de pinza. Además, es bastante más robusta que en la de las otras dos especies. La citad mancha blanquecina es de donde procede el nombre de cangrejo señal. Gran parte de los cangrejos de esta especie alcanza la madurez sexual antes del primer año de vida y casi la totalidad la alcanza a los dos años.
El cangrejo señal tiene gran amplitud ecológica y reina en arroyos de montaña y ríos de llanura, «pero también se ha citado en lagos», según la Junta.
Ocupa preferentemente los tramos altos y medios de los ríos, con aguas limpias y oxigenadas, con abundancia de refugios donde ocultarse durante el día, aunque se puede encontrar en prácticamente cualquier medio fluvial. También es capaz de colonizar medios lénticos como lagos, embalses, balsas de riego y lagunas.
Al igual que el cangrejo rojo y el autóctono, el cangrejo señal también excava galerías.
Alcanza la madurez sexual entre los dos y tres años de vida, con tamaños del orden de 50 milímetros de longitud total. En octubre se produce el apareamiento y tras la puesta, los huevos (de 200 a 400) eclosionan entre abril y julio dependiendo de la temperatura y la latitud. Las larvas permanecen con la madre hasta la segunda muda, a partir de la cual se independizan. Aún presentando elevada mortalidad en los primeros dos años de vida, es una especie de rápido crecimiento y muy longeva (16-20 años), claro está si antes no acaban en la cazuela. Buscan refugio y alimento en el lecho del río y son más activos durante la noche. Son omnívoros y muy voraces. Su alimentación pasa desde la ingesta de abundante materia vegetal (viva o en descomposición) a la captura de todo tipo de organismos acuáticos, como peces, anfibios e invertebrados acuáticos.
La introducción del cangrejo señal en Europa fue realizada por primera vez en Suecia y fue rápidamente introducida en otros muchos países europeos en los años ochenta. En estos momentos se encuentra ampliamente introducido en Europa y es la principal causa de regresión de las especies autóctonas. El cangrejo señal está presente en todas las provincias de Castilla y León, con una mayor abundancia en el tercio nororiental de la Comunidad. Las provincias donde resulta más escaso son Ávila y Salamanca.
El cangrejo rojo es bastante diferente. Este tipo de cangrejo tiene las pinzas muy espinosas y espolones en las muñecas.
Reside en sustratos blandos de ríos, marismas y charcas de agua, pero tolera un rango amplio de condiciones ambientales «incluyendo aguas salinas y llegando a soportar periodos temporales de desecación en los que permanece en cuevas que excava como refugio y que también utiliza cuando hace frío». Tiene preferencia por los sustratos blandos, donde construye túneles para su refugio. Esta especie evita las fuertes corrientes y su alimentación es omnívora. Su dieta incluye plantas acuáticas, caracoles, macroinvertebrados acuáticos, anfibios, peces, materia vegetal muerta y cadáveres de animales, según el dosier de especies presentes en Castilla y León de la Junta.
La reproducción comienza con la fecundación, en otoño y algún tiempo después la hembra se retirará a su agujero donde tendrá lugar la puesta, una media de 400 huevos, que quedan adheridos al abdomen de la hembra, la cual los incuba y eclosionan unas tres semanas después.
«En condiciones favorables puede tener tres generaciones al año habiéndose señalado en España un amplio período reproductivo a lo largo de todo el año». Es bastante más resistente que el cangrejo autóctono, soporta niveles bajos de oxígeno y también temperaturas altas. Se encuentra como pez en el agua entre los 21 y los 27 ºC, y un alto grado de contaminación de agua.
Abundan poblaciones de cangrejo rojo en los Espacios Red Natura de la mitad sur y oeste de la región. Ha desplazado al cangrejo de río autóctono en casi todos los cursos de agua de Castila y León.
Poco después de su introducción en las marismas del Guadalquivir ya se encontraba presente en aguas de la Comunidad, concretamente en Zamora en el año 1979. En la actualidad, el cangrejo rojo presenta una amplia distribución por la Comunidad de Castilla y León, estando bien establecida en las principales arterias fluviales (Duero, Esla, Pisuerga, Carrión, Arlanza, Tormes, Adaja, Águeda, Tiétar y Ebro) y en prácticamente todos sus principales afluentes.