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Las humedades de una calle muy soriana y de "pendiente fatigosa": ¿de cuál hablamos?

El nombre puede tener su origen en un gran estanque que habría cerca de la zona para regar prados y huertos

Torreón de la muralla en la calle citada.MARIO TEJEDOR

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Soria

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Fue hace muchos años, posiblemente siglos, que en la zona que nos ocupa habría, con toda seguridad, un estanque para el riego de prados y huertos. O lo que es lo mismo, una alberca. Procede la palabra del árabe ya que, si bien estas construcciones fueron propias de todas las civilizaciones, es la cultura islámica la que extiende el uso del término, como almacenaje de agua, junto con las acequias, para su distribución. Hacemos pues una parada en la muy soriana calle Alberca y en sus humedades.

Sostiene Miguel Moreno en Todas las calles de Soria que ese "gran estanque o alberca" estaría no muy lejos, "por la puerta de la Muralla llamada de Rabanera". La calle en cuestión sube hasta la calle Santa Clara desde la calle Caballeros y plaza Ramón y Cajal por lo que Moreno califica, no sin razón, “pendiente fatigosa”.

Recuerda el que fuera cronista de Soria que “también por allí subía la muralla y aún se conservan buenos lienzos y hasta algún que otro torreón sobre los que edificaron casas en los números nones”. Por lo que se refiere a transversales, la calle Alberca es bastante concurrida, especialmente de las que proceden de “la vaguada”, dice el autor, en alusión a la antigua posada de Monteagudo y antiguo también Hotel Comercio.

La estrechez de las aceras, a un lado y otro de la calle, hace que el tránsito del viandante tenga que ser precavido. Pintadas tipo grafiti y un par de locales sin uso decoran el recorrido por esta calle en la que en otro tiempo se situó el reformatorio de Soria. Visible hoy a mano izquierda según se sube por ella, con las ventanas y cristales rotos, eso sí, con bonitas enredaderas.

La calle Alberca tuvo, según Miguel Moreno, “un pórtico de muy singular linaje, con el Palacio de Alcántara”, que quedaba intramuros, en la puerta de Rabanera “y ha de considerarse pieza del conjunto de la calle Caballeros”.

Acerca del Palacio en cuestión, añade Moreno que sobre una construcción de los años 20 existen brocales de pozo "de una sola piedra" que podrían tener relación con el nombre de la misma calle. Añade quien fuera cronista de la ciudad un segundo ejemplo de la relación de esta calle con el agua: "Desde los torreones o cubos de muralla, también conocemos la existencia de encaños de grandes piedras laterales y de cubierta, que harían buena la existencia de ciertas conducciones de agua procedentes de la alberca o albercas", puede leerse en el libro.

Y prosigue: "La zona, junto a la muralla y siguiendo su trazado N-S es toda ella húmeda en cualquier época. Seguramente es el testimonio válido más serio de las no hace mucho albercas o charcas desecadas".

No queremos imaginarnos cómo correría el agua calle abajo si por aquella época de las albercas hubiera llovido como lo hace ahora. Vaya usted a saber.

Un último recordatorio, en esta calle Alberca tuvo su sede la imprenta y la redacción de este periódico como Diario de Soria hasta el año 1993, en que se trasladó a la sede actual, en la calle Morales Contreras.