SAN JUAN A TRAVÉS DE LOS SIGLOS (V)
Cuando la pobreza se 'cargó' San Juan y nacieron Las Bailas... en La Dehesa (V)
Las fiestas de San Juan de Soria pasaron el siglo XIX pegadas a la convulsa historia de España. Hubo años en los que la ocupación francesa pagó los toros y propició su auge; hubo momentos en lo que el ejército de Napoleón las prohibió porque los jurados eran 'revoltosos' y conspiraban.
También Fernando VII, unos años después, las prohibió por no poder darse 'picoteo' a los asistentes con dinero del común y las Guerras Carlistas afectaron también a los Sanjuanes.
A mitad de siglo se estrenaron la plaza de Toros y la carretera hacia Burgos. Esta última dio un impulso a la asistencia a Valonsadero para celebrar el La Saca. También Las Bailas deben mucho al siglo XIX, aunque en este caso a sus últimos compases. Es entonces cuando aparecen reflejadas por vez primera, si bien entonces se celebraron en La Dehesa.
San Juan 2022
De cuando los cristianos obligaban a los judíos a entrar en fiestas de San Juan (I)
Redacción
Siglo XIX
La invasión de España por el ejército napoleónico propicia el decaimiento de las fiestas de San Juan. Pese a todo, las Cuadrillas siguen reuniéndose, nombran Jurados y demás oficios y, además de hablar sobre la situación general, esas reuniones las aprovechan para conspirar contra el invasor.
El cargo de mayordomo, la figura máxima de las fiestas de San Juan, recaía, hasta mediados del siglo XIX, en los residentes más antiguos.
El cargo de cocedor de calderas se mantuvo hasta mediados del siglo XIX.
Los encargados de elegir Jurados hasta el siglo XIX eran los Cuatros de cada Cuadrilla.
Hasta bien entrado el siglo XIX no se contabiliza banda de música alguna que amenizara el desarrollo de las fiestas de San Juan; lo hacían los dulzaineros. Dúo de gaitas y tamboril para el tercio de banderillas, en las corridas de toros.
1803
Por la escasez de pastos por sequía en Valonsadero, para los novillos de las Fiestas de San Juan, la ciudad da 100 reales a cada cuadrilla que tenga novillo para su manutención. (Archivo Histórico Municipal, caja 35. Fuente: José Ignacio Esteban Jaúregui).
1804
La Cuadrilla de San Esteban informa a sus vecinos que, por haberse derruido y demolido la iglesia de su santo titular, (en la hoy plaza de su nombre) el 10 de mayo de dicho año, las fiestas se celebrarían en San Juan de Rabanera.
1808-1812
El 3 de junio de 1808, los sorianos se concentraron en la Plaza Mayor, liderados por los dieciséis Jurados de Cuadrilla, en protesta por la ocupación francesa (Guerra de la Independencia). Reclamaron al Ayuntamiento la constitución de la Junta Suprema Gubernativa y Militar de Soria que, en efecto, se formó horas más tarde. Una semana después se disolvió para crear una Junta de Armamento y Defensa de la Provincia. (Una breve Historia de Soria, de García Frías, G. y de Historia de Soria, Calama, A.)
Durante la dominación francesa se produce algo singular; el Intendente y otras autoridades regalan los toros y las fiestas resurgen durante un tiempo.
Por otro lado, en plena ocupación francesa, Soria no celebra las Fiestas al descubrirse que los Jurados aprovechan los trámites organizativos para conspirar contra los invasores.
1812
El 11 de junio, el Ayuntamiento de la Ciudad decidió que la procesión de Calderas desfilase hasta la ermita de la Soledad. Antes iba a la ermita de Nuestra Señora del Mercado.
La patrona de las fiestas, la Virgen de La Blanca, estuvo desde siempre en el Priorato de San Benito, donde actualmente se encuentra la Plaza de Toros, hasta su demolición en 1812, durante la guerra de la Independencia.
1813
Libre ya la ciudad, se recupera la celebración de las fiestas, en toda su tradición.
1817
Se trasladan las Fiestas de la Madre de Dios al 10 de julio por el nacimiento del hijo del rey. (Archivo Histórico Municipal, caja 36-2. Fuente José Ignacio Esteban Jaúregui).
1820-1823
El papel de los Jurados de Cuadrilla fue determinante en el proceso de organización de las primeras elecciones para constituir un Ayuntamiento liberal. Fue como consecuencia del pronunciamiento de Rafael del Riego en 1820, durante el reinado de Fernando VII, que daría paso al Trienio Liberal. (García Frías, G. (2023) Soria: MLH: Una breve Historia de Soria. Pág. 126).
1822
No se celebraron las fiestas “ante la prohibición de Fernando VII de dar refrescos, obsequios o agasajos con fondos del común, así como en desacuerdo con el Gobernador o jefe político, como entonces se le denominaba, que pretendía celebrar la comida y calderas, no con el carácter de festejo popular sino como función patriótica.
1827
El Ayuntamiento alega imposibilidad de pagar los quinientos reales de rigor que sustituían la "renta de tajones" de Valonsadero y las Cuadrillas celebran los festejos en la Plaza de Herradores.
1828
El Ayuntamiento determina una serie de gastos concretos por las fiestas, con limitación en la cantidad de vino a consumir y en los Agés.
1830
Dado que las dificultades económicas siguen latentes, los Mayordomos no podrán repetir oficio.
1831
Los Mayordomos pasan a ser voluntarios y no forzosos, sin que se les obligue a pagar más de 20 reales.
1833-1840
La Guerra de los Siete Años, o Guerra Carlista, es la causa de otra época sin fiestas. En esos años, el Ejercito se incautó del Convento de Santa Clara, reconvertido en centro socio cultural a comienzos del siglo XXI.
1836
Desaparece el estado del común de vecinos, que es absorbido como tal por el Ayuntamiento de Soria, que hereda sus propiedades, entre las que se encuentra el monte Valonsadero.
Al fundirse los estados de la Ciudad de Soria en el Ayuntamiento, las atribuciones de los Jurados como alcaldes de barrio pasan a un segundo plano. Mayordomos y Cuatros pierden sus respectivas funciones. Los Mayordomos desaparecen a finales de siglo, asumiendo su papel de organizadores de las Fiestas los Jurados. Los Cuatros, a su vez, se convierten en ayudantes para fiestas. Desaparece el común como poder autónomo dentro de la Ciudad.
1839
El Ayuntamiento redacta unas ordenanzas en las que él mismo se concede capacidad de elegir Jurados e instituye el bastón de puño de madera blanca como símbolo del Jurado de Cuadrilla. Además, da una “Instrucción”, unas Ordenanzas divididas en 4 capítulos y 17 artículos sobre “la división del vecindario”; de los Alcaldes de Barrio; obligaciones de los Alcaldes de Barrio y Atribuciones de los Alcaldes de Barrio. Los oficios de Cuadrilla que ahora se nombran son Mayordomos, Cuatros, Secretario, Cocedor de la Caldera, Contadores y Alumbradores del Santo.
Además, establece que, para que los Alcaldes de Barrio sean reconocidos y respetados, podrían usar la insignia de un bastón de vara y cuarta de alto y puño de madera blanca. Hasta 1975 este símbolo era propiedad de la Cuadrilla, pasándoselo de mano en mano el jurado saliente al entrante. Actualmente, el Ayuntamiento da otro a los Jurados en propiedad, para ellos, como recuerdo.
Este año, el Ayuntamiento inserta en el Libro-Padrón de la Cuadrilla de Santo Tome una referencia a las obligaciones y atribuciones de los Alcaldes de Barrio.
1847
El Ayuntamiento suspende las Fiestas por la extrema pobreza que hay en Soria.
1853
El 6 de diciembre, el alcalde de Soria, Julián Redondo, publicó un informe pidiendo colaboración económica para sufragar las obras de la Plaza de Toros. Se construyó en el solar que ocupaba el Priorato de San Benito, donde tenía lugar la fiesta de Calderas. Un siglo más tarde, concretamente en 1955, comienzan las obras del nuevo coso taurino. Entre los años 1961 y 1963 se amplía el aforo, quedando en las 6.300 localidades actuales.
1854
Se inaugura el coso taurino, el 20 de septiembre y se abre al tráfico la carretera Soria-Burgos lo que propicia el desplazamiento al monte y eso facilita una asistencia multitudinaria al festejo de La Saca. La Plaza de Toros se reformó y amplió en 1963.
Hasta empezar el segundo tercio del siglo XVI los festejos taurinos se celebraron en la plaza de Pozalbar y durante el último cuarto del XVIII.
En la primera mitad del XIX se corrieron en la plaza de Herradores, extramuros, exceptuando períodos bélicos y el de 1812 a 1820 en el que, por el incendio ocasionado por los franceses en dicha plaza, se volvieron a correr en la Plaza Mayor, retornando en dicho año 1820 a la citada de Herradores donde se correrán, alternando una plaza y otra, hasta la construcción de la Plaza de Toros en 1854. (Fuente: Juan Ignacio Esteban Jaúregui)
1857
Aunque Cuadrillas y Ayuntamiento pidieron celebrar las fiestas, el Gobernador Civil ordenó que no se celebraran “…por la carestía de vida que sufrían los artículos de consumo y primera necesidad...”.
1862
El toro enmaromado no saldría el sábado Agés por la mañana en 1862 y se prohibió en 1907.
El Gobernador Civil, Capelartegui, insta al Ayuntamiento, mediante oficio de 3 de julio, a que reduzca y reforme las fiestas. Como el Ayuntamiento “no se dio por enterado” aunque se produjo “un cruce epistolar”, las fiestas siguieron celebrándose como de costumbre.
En esa época, la imagen de la Cuadrilla se exponía en el portal de la casa del Jurado la noche del sábado Agés.
1866
El Monte Valonsadero tiene una superficie de 2793 hectáreas y 43 áreas. Hasta ese año fueron arrendadas las fincas de la llamada "suerte de tajones" a los que las explotaban por el común de vecinos o Ayuntamiento. El dinero del arrendamiento se entregaba a las Cuadrillas de fiestas de San Juan. Desde hace varios años el Ayuntamiento costea algunos gastos de las Cuadrillas.
La Suerte de tajones alude a unas fincas de Valonsadero que fueron explotadas hasta 1866 por el común de vecinos o el Ayuntamiento de Soria. Los beneficios de esos arrendamientos se repartían entre las Cuadrillas y se incrementaban a los ingresos de la subasta de los Agés, hasta bien entrado el siglo XX.
1867
El abad de la Colegiata, José María Delgado y otros dos sacerdotes más, quieren cambiar y alterar el sentido procesional de las Cuadrillas.
El Ayuntamiento de Soria dimite en pleno por las pretensiones del Gobernador, Moreno González, de reformar y reducir las Fiestas, negándose a ello la corporación.
1868
No se celebran las fiestas por la miseria y la carestía de vida, pero, ante la iniciativa de unos jóvenes, el Ayuntamiento cede la Plaza de Toros para una novillada con ganado bravo de Valonsadero.
1869
El Ayuntamiento obliga a todos los vecinos a pagar una cuota de fiestas. La superioridad, en decisión posterior, determinará que la entrada en Fiestas sea voluntaria.
El Ayuntamiento obliga a los vecinos residentes a entrar en fiestas y a pagar su participación. Alguna de las Cuadrillas más pobres, como San Clemente y La Cruz, no celebran Fiestas por deseo de sus vecinos.
1870
Los vecinos de la Cuadrilla de San Miguel se oponen a los deseos de su Jurado de alterar algunos festejos. Esa misma postura adoptó el Ayuntamiento.
1871
Como nadie se encuentra dispuesto a organizar las fiestas, un grupo de jóvenes logran que haya, realizando una suscripción popular.
1872
El Ayuntamiento decide modificar el bastón de jurado que antes era de puño de madera blanca y ahora será de metal, y añade una medalla como símbolo (Acta del Ayuntamiento 9 de Agosto de 1872: “se ocupó de designar las insignias de autoridad que deberán usar los Alcaldes de barrio acordándose sean una medalla de plata que en una de sus caras lleve grabadas las armas de Soria con la inscripción de "Soria pura cabeza de Estremadura" y en la otra la de Alcaldía de barrio del barrio a que corresponda; con cordón de seda verde para suspenderlas al pecho, y bastón de junco con puño y contera de metal blanco y borlas de seda negra”. La medalla que convendría revisar en los libros de cuadrillas si en realidad se utilizó, ya que no se suele hacer mención a la misma. Fuente: Juan Ignacio Jaúregui).
1873
El Ayuntamiento, ante la negativa de algunos vecinos a ser Jurados, alegando excusas, acuerda que tal nombramiento sea mediante sorteo. El Ayuntamiento considera que las fiestas son en beneficio de toda la ciudad.
El Ayuntamiento aprueba el 3 de junio las Ordenanzas de Fiestas, en las que no aparece el oficio de Mayordomo, pero nombrará Jurados. Los Cuatros serán designados por la Cuadrilla. Estuvieron en vigor hasta el 13 de junio de 2002 y fueron ratificadas en 1875 y 1876. Aquellas fueron incorporadas a las Ordenanzas Municipales de la Ciudad de Soria de 1899.
Las ordenanzas establecían que los novillos debían ser muertos antes de las ocho de la mañana.
Por primera vez aparecen los “nombres de los Jurados” en los Libros de Actas del Ayuntamiento. Además, les cita para que acudan a la toma de posesión. Citan también a los Jurados salientes para que hagan entrega de bastones y Libros de Cuadrilla. Ese acto quedaría ya instituido, permaneciendo hasta nuestros días. Las Cuadrillas de La Cruz y la de San Clemente acordaron que no hubiera fiestas, y las de San Pedro y San Miguel no celebraron Juntas “por no haber suficiente número de vecinos”.
1873-1899
Las ordenanzas de 1873 no mencionan Las Bailas. Las de 1899 establecen que, la tarde del Lunes, las Cuadrillas acudirían a la dehesa de San Andrés, donde se celebraba el festejo de Las Bailas.
El Ayuntamiento nombra una Comisión que señaló el recorrido para la Saca de los Toros, desde Valonsadero hasta la Plaza de Toros, a fin de evitar daños en los sembrados.
1879
Se publica la conocida coplilla “Podrá faltarnos el pan, podrá secarse el Duero, pero arde Soria primero, si no hay fiestas de San Juan”, de la que es autor el erudito soriano Antonio Rioja, con el pseudónimo de “Saturio del Collado”.
1884
El Ministro de la Gobernación ordena, contra la tesis del ayuntamiento, que los cargos de jurado y la entrada en fiestas sean voluntarios.
Este año 1884, el Ayuntamiento efectuó la elección de los 16 jurados, pero con la novedad de ser ahora un cargo voluntario hubo 11 que no lo aceptaron, de tal modo que el 15 de Abril de 1884 la Corporación acordó que “Se lleve a cabo la consulta del vecindario de si han de celebrarse las fiestas de la Madre de Dios con arreglo a costumbre en el año de la fecha, a cuyo fin los actuales Jurados o sus Tenientes pasarán a domicilio de sus respectivos vecinos con la lista de ellos y manifestación del objeto y motivos de la consulta para que se sirvan consignar su voluntad, lo que anunciará por edictos...” (¿Es el inicio de la costumbre de pasar por las casas apuntando vecinos? Ahí queda la pregunta)
1887
Desde 1887 se hace el “Sorteo” de Jurados de Cuadrilla.
La elección de los Jurados, por sorteo, pasa a ser competencia del Ayuntamiento.
El Ayuntamiento, ante la “negativa” de algunos vecinos a ser Jurados, alegando “excusas”, acuerda que tal nombramiento sea mediante sorteo. El Ayuntamiento considera que las Fiestas son “en beneficio de toda la ciudad”. Por otro lado, y de manera sorpresiva, el Ayuntamiento recibe una comunicación del Cabildo prohibiendo al clero a participar en los festejos religiosos por el paganismo y abusos detectados en tales celebraciones. Las Cuadrillas contestan que, “como las imágenes religiosas son de su propiedad, no acceden a no sacarlas en procesión o, de lo contrario, dejarán de hacer el Repartimiento de los gastos de no ser atendidas sus razones”, ...en cuyo caso sería el Ayuntamiento quien debería correr con tales gastos. Las fiestas se celebraron y las Cuadrillas sacaron en procesión las imágenes de sus Santos titulares, ignorando la comunicación del Obispo.
El Ayuntamiento de Soria, en sesión extraordinaria del 29 de junio de 1887, deja constancia de que la imagen de La Mayor es propiedad de la Cuadrilla.
El arcipreste Narciso Martínez, presidente interino del cabildo colegial, por indicación del obispo, prohíbe al clero que acuda a cualquier acto festivo, aunque sea religioso-procesional porque "se cometen desmanes, irreverencias y hasta profanaciones…"
1889
El Ayuntamiento acuerda difundir las fiestas mediante sencillos anuncios en los pueblos de la provincia y localidades limítrofes “y publicándolos en los periódicos y Boletines Oficiales”. Es la primera vez que se da publicidad a las fiestas, con el fin de que se conozcan fuera de los límites de la Ciudad de Soria.
1890
El obispado suprime la costumbre de tener los santos de las Cuadrillas en los portales de las casas de los Jurados porque, según la autoridad eclesiástica “eran sometidos a mofa vejatoria”. Se refería a que bailaban al santo, le daban vino y le colgaban alguna bota. Esta prohibición no se hizo efectiva hasta 1899.
Los "alumbradores de turno alumbraban", hasta este año, las imágenes de los santos titulares de las Cuadrillas, en el portal de la casa de cada Jurado de Cuadrilla.
1891
Se cancela, para siempre, la procesión a las eras de Santa Bárbara.
Como la Plaza de toros se queda pequeña para los festejos de San Juan (los palcos se sorteaban entre los accionistas que participaron en su construcción), y los altercados eran continuos por la aglomeración de personas, el Ayuntamiento dice que tienen preferencia los vecinos de la Ciudad a los foráneos. “Pero, como la distinción de vecino-forastero es inoperante para ver un espectáculo gratis y popular, todo sigue igual”.
1893
El obispo Pedro Lagüera y Menezo suprime la procesión de las Calderas.
1896
La Cuadrilla de San Esteban crea un reglamento que regirá para los Cuatros, para evitar los supuestos abusos en su cargo.
1897
En el libro de la cuadrilla de San Clemente de 1897 figuran las piezas que se tienen que subastar del novillo.
1899
Se incorporan a las Ordenanzas Municipales de la Ciudad de Soria los artículos 20 al 27, ambos inclusive, de Fiestas de 1873, que estuvieron en vigor hasta 2002. En ellas se dejaba constancia de que las Cuadrillas celebrarían en la dehesa de San Andrés la fiesta de las Bailas. Esto mismo se mantendría en la reforma de las fiestas de 1914. En 1901, pese a todo, algunas Cuadrillas las celebraron en San Polo. Fue en 1911, a propuesta del Jurado de Santa Bárbara, José Manrique, cuando se unifica y deciden hacerlo en San Polo. Desde 1925 el festejo coge mucho protagonismo y la asistencia de sanjuaneros es masiva.
En las Ordenanzas de Fiestas de 1899 consta que, el Oficio de Jurado será nombrado por el Ayuntamiento, mediante sorteo, en la primera sesión del mes de abril, de entre los vecinos de la Cuadrilla. En la actualidad se puede optar, de una manera voluntaria, solicitándolo a partir del Martes a Escuela, hasta el último día del año en curso.
Estreno de la primera canción sanjuanera, compuesta expresamente para celebrar las fiestas de San Juan de Soria, titulada ¡Viva Soria! Se trata de una jota para piano, con música de Damián Balsa y letra de Mariano Granados. 111 años después, el día 17 de junio de 2010, se reestrena en el mismo escenario, el Círculo Amistad Numancia o Casino, interpretada por alumnos y profesores del Conservatorio Profesional de Música de Soria. Lleno total en el salón Gerardo Diego.
El término “Bailas” aparece por primera vez en las ordenanzas de 1899.