San Juan
Soria dice ‘sí’ a las fiestas en una cita multitudinaria
La lluvia no consiguió arruinar la jornada festiva marcada por un espíritu sanjuanero que inundó todos los barrios de la ciudad
«Sorianos, sorianas, ¿queréis fiestas de San Juan?». «Sí, queremos».
La clara y rotunda respuesta de los sorianos a la pregunta de los jurados de cuadrilla sobre las fiestas de San Juan marcó el inició de un Catapán multitudinario en el que se adivinaban las ganas de fiesta y la emoción de los sorianos ante la inminente llegada de los sanjuanes. El mal tiempo no pudo no consiguió mermar el ánimo de los sorianos que no dudaron ni un momento en salir a disfrutar del Catapán aunque fuera ‘pasado por agua’.
Con puntualidad británica, a las 18.00 horas y como manda la tradición, los vecinos de Soria esperaron impacientes en los diferentes locales de cuadrilla para despedir a los jurados salientes y dar la bienvenida a los entrantes. Tras la lectura del acta del año anterior y la aprobación de las cuentas como marca la normativa, se procedió al intercambio de regalos, libro de cuentas y la entrega del ansiado bastón a los nuevos alcaldes de barrio que oficializaron su cargo, ahora sí de pleno derecho.
Para no dilatar mucho el inicio del festejo, los jurados de cuadrilla de este año dieron el pistoletazo de salida al Catapán 2024 al grito de «Viva Soria, vivan las fiestas de San Juan, y que corra la bota». Las charangas comenzaron a tocar las primeras notas sanjuaneras tan ansiadas por los sorianos que no pararon de bailar y cantar demostrando así el auténtico espíritu sanjuanero que inundó toda la ciudad.
Los asistentes recorrieron las diferentes cuadrillas para degustar el pan, el bacalao y el queso, aderezado todo con abundante vino, «rico, tinto y dulzón».
El portavoz de jurados de cuadrilla y jurado de San Miguel, David Romera, explicó que las cantidades de vino, queso y bacalao son diferentes en cada cuadrilla en función de l número de vecinos y la afluencia de gente determinada principalmente por la ubicación del local. Las más céntricas y, más concurridas, repartieron alrededor de 800 litros de vino, 80 kg de queso y 40 kg de bacalao. Unas cifras que se reducen ligeramente en los locales más alejados en los que se repartieron entre 500 y 600 litros de vino, 70 kg de queso y 30 kg de bacalao.
Un año más las botas de vino rularon de un extremo a otro de las calles gracias al gran trabajo de los cuatros y ayudantes de cuadrilla que rellenaban una y otra vez las botas de vino consumidas a gran velocidad por los sorianos, algunos trago a trago y, los más jóvenes, en las tradicionales traineras desde el suelo.
El Catapán fue también el acto de presentación de los locales decorados para la ocasión y demostrando así el compromiso y la entrega de las cuadrillas con los vecinos y con las fiestas en las que se tienen en cuenta todos los detalles para el máximo disfrute de los vecinos.