Lavalenguas en tromba con un herido por asta de toro

Tras la toma de contacto del Desencajonamiento el pasado sábado, día grande en Valonsadero para la celebración del Lavalenguas, que en esta ocasión estuvo fuertemente marcado por la climatología. Una mañana soleada que permitió disfrutar a sanjuaneros y forasteros dejó paso, sobre las 16.00 horas, a la tormenta anunciada, con una importante tromba de lluvia y granizo sobre el monte. A pesar del tiempo, salió la comitiva a la hora marcada, se eligieron los novillos y se celebró la suelta, de apenas unos 20 minutos. El parte de incidentes deja 47 atenciones, cuatro de ellas por contacto con los novillos y un total de tres traslados al hospital, uno con herida por asta de toros, según informó Cruz Roja y la Subdelegación.

Tal y como está explicado, el Lavalenguas tuvo dos partes muy diferenciadas debido a la climatología. Desde primera hora de la mañana miles de sanjuaneros se desplazaron hasta el monte para disfrutar del Lavalenguillas, cita que aumenta de público cada año. Los chiringuitos llenos, y los corrales también. Primer encuentro real con los toros de La Saca. El primero en entrar en los corrales fue el número 12, de nombre Empalagoso a las 8.09 horas. Desde ese momento un goteo constante de astados, alguno de los cuales tuvo que ser ‘apoyado’ por el camión. El festejo mañanero dejó el percance de mayor gravedad de la jornada. Uno de los caballistas perdió el control del animal topándose contra uno de los muros. El tremendo golpe se saldó con policontusiones y con el traslado del herido al hospital. Rotura de pelvis y dos costillas rotas, según pudo saber este medio.

La mañana transcurrió entre trago y trago con los chiringuitos mostrando una importante afluencia de sanjuaneros, aunque, quizás por los avisos meteorológicos, en menor cuantía que en años anteriores. La fiesta cambió sobre las 16.00 horas en las que, tal y como habían anunciado las agencias de meteorología, la lluvia hizo acto de presencia. Tocaba resguardarse, sacar los chubasqueros, y, como siempre, disfrutar de las ‘piscinas’ que se formaron sobre la pradera. La incesante lluvia no restó el ánimo de los valientes que aguantaron en Valonsadero, pero si se notó que muchos optaron por retirarse en espera de una mejor ocasión.

Con cierta incertidumbre, a las 18.00 horas, la comitiva de jurados, autoridades y músicos salieron de la plaza Mayor para poner rumbo a Valonsadero. Un año más, los alcaldes de barrio fueron recibidos como merecen, con alegría y jolgorio, para dar inicio al acto oficial del Lavalenguas. Cada Cuadrilla ya conoce a sus toros.

La acción se trasladó hasta los corrales de Cañada Honda para una breve suelta que, como siempre, dejó algún susto, sobre todo producto de los resbalones provocados por un piso muy resbalizado. No era tarde para lucimientos y en poco más de 20 minutos el encierro se dio por concluido.

Según explicaron desde Cruz Roja la jornada se saldó, al cierre de esta edición, con una balance de 47 atendidos. La cifra, la mitad del año anterior, ya refleja como la afluencia en el Lavalenguas fue bastante inferior a la los años anteriores. Del total de 47 atendidos destacar que fue necesario desviar a cuatro al hospital por diversas heridas. El percance más importante, tal y como está referido, fue el ocurrido por la mañana con el caballistas. Destacar que cuatro de esos heridos tuvieron incidentes por contacto con los novillos, uno por asta de toro que ser trasladado al hospital.

En cuanto a los datos de asistencia al festejo, desde la Subdelegación informaron que en Valonsadero se dieron cita Entre 16.000 y 17.000 personas. En 2023 hubo 21.500 personas.