Tesoros virtuales al alcance de todos

Arbor crucifixe vite Ihesu (siglo XV), de Ubertino da Casale; Flos divinarum sententiarum (siglo XII), Hieronymus Aretinus; Graduale Cisterciensium (siglo XIII). Nada hace suponer que las  obras precedentes tienen un valor histórico y artístico, pero lo tienen... Nada, salvo la datación y el hecho de que las tres forman parte de los tesoros elegidos por el Ministerio de Cultura para su digitalización. Las dos primeras son libros y la tercera, la única partitura de la provincia de Soria. Y las tres proceden de la desamortización del Monasterio cistercienses de Santa María de Huerta.

En total son 111 las obras de Soria que están en la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico (BVPB), gestionada por la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria del Ministerio de Cultura y Deporte. A ellos hay que sumar objetos multimedia.

Se trata de una biblioteca digital en la que se ofrece a los ciudadanos una valiosa y creciente colección de reproducciones facsímiles digitales de manuscritos, libros impresos, fotografías históricas, materiales cartográficos, partituras y demás materiales que se conservan en instituciones de la memoria (archivos, biblioteca y museos) y forman parte del Patrimonio Bibliográfico Español.

«Esta iniciativa permite a los ciudadanos consultar sin restricciones fondos, en su mayoría públicos que, por sus características, se conservan en depósitos especiales y son difícilmente accesibles», explican fuentes del ministerio.

En este joya de biblioteca hay 75 libros, 35 manuscritos y la citada partitura en lo que respecta a número de fondos por biblioteca y tipo de materiales de la provincia de Soria.  Artículos, revistas, periódicos, mapas, ilustraciones, fotos, vídeos y diapositivas forman parte también de la misma. Por lo que respecta a objetos multimedia por biblioteca, la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico contienen 260 grupos de objetos multimedia y 58.723 objetos multimedia, según la clasificación que ofrece.

Entre las recuperaciones de colecciones más importantes llevadas a cabo se encuentran las provenientes del monasterio de Santa María de Huerta, según fuentes del ministerio. Esta recuperación digital tiene lugar tras la colaboración de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria y las Comunidades Autónomas y otras administraciones, personas e instituciones. Así, se trabaja «en la búsqueda, selección y digitalización de fondos que forman parte del patrimonio bibliográfico español». De este modo, «se han recuperado importantes colecciones de manuscritos e impresos antiguos conservadas en las bibliotecas públicas del Estado como las provenientes de los monasterios de Santa María de Huerta, Santes Creus y Poblet (ahora, respectivamente, en las Bibliotecas Públicas del Estado en Soria y Tarragona», entre otro material, según suscriben fuentes del ministerio.

Manuscritos, incunables e impresos antiguos se han seleccionado para su digitalización a partir de criterios como su rareza, su importancia bibliográfica, su representatividad o su relación con los fondos locales o históricos de determinadas procedencias. 

El proyecto es el fruto de la cooperación del Ministerio de Cultura y Deporte con las comunidades autónomas y otras administraciones e instituciones públicas o privadas. Los fondos digitalizados provienen de bibliotecas, archivos y museos, de comunidades autónomas, ministerios, ayuntamientos, ateneos, fundaciones, universidades, instituciones privadas, reales academias, particulares, etc. Gracias al trabajo y colaboración de todas estas personas e instituciones, que realizan tareas de selección de fondos y los ceden para su digitalización ha sido posible sacar adelante este proyecto.

La Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico ofrece actualmente, en acceso abierto y gratuito, unos 24.000 libros impresos, 2.500 manuscritos, 5.135 materiales cartográficos (atlas y mapas), 84.500 materiales gráficos y fotográficos y  212 partituras, entre otro material.

La BVPB ofrece sus contenidos en dos formatos de archivo, jpg y pdf, para facilitar a los usuarios el acceso. «La copia en jpg permite una cómoda visualización y navegación en pantalla, mientras que las copias en pdf facilitan la descarga de los contenidos. Para preservación, se generan y conservan másteres en formato tiff», indican fuentes de Cultura.

La mayor parte de los objetos digitales de la biblioteca están procesados con OCR, y por lo tanto se puede buscar en su contenido textual. El formato utilizado para este tipo de archivos de OCR es el formato alto. «Para evitar cargar archivos OCR de mala calidad, no se ha realizado OCR sobre obras manuscritas y tipografías muy antiguas o inhabituales», añaden.