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Puntos de sutura para frenar el deterioro del patrimonio rural

Nueve iglesias y ermitas se han arreglado en el último año con el convenio entre la Diputación y el Obispado, con obras en Abejar, Barriomarín, Camparañón, Centenera, Liceras, Monasterio, Orillares, San Pedro y Ausejo 

Trabajos contra el deterioro del patrimonio.-HDS

Publicado por
P. P. S.
Soria

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Tejados arreglados por los que ya no puede colarse agua, fachadas rehabilitadas, alguna ventana ya sin rendijas y ajustando, embaldosados nuevos sin posibilidad de tropiezos, muros consolidados para frenar la humedad... Puntos de sutura en toda regla para frenar el deterioro del patrimonio en el medio rural, concretamente de iglesias y ermitas de la provincia. Nueve de ellas han sido escenario de diversas obras de rehabilitación en el último año, a través del convenio que firman Diputación y Obispado cada ejercicio. El correspondiente a este año se firmará en breve, después de que las partes hayan decidido ya en cuáles se intervendrá.

Las obras han supuesto una inyección económica de 340.332 euros que ha frenado diferentes deficiencias, sobre todo en cubiertas. Así, se han arreglado tejados en las de Abejar, Barriomartín, Orillares y en Centenera de Andaluz, donde también se actuó en los paramentos; en Monasterio, además de reparar la cubierta del porche se han consolidado los muros de la sacristía. Mientras, en Camparañón se arregló el solado de la iglesia y se sustituyó la tarima por baldosas de barro; en Liceras se eliminaron humedades; en San Pedro se intervino en la fachada de la antigua sacristía y, por último, en Ausejo se arregló el bajo techo de la iglesia.

Este convenio para la conservación y reparación de iglesias y ermitas se firmó por primera vez hace ya un cuarto de siglo. Fue en 1996 cuando se suscribió el acuerdo entre la Diputación de Soria, el Obispado de Osma Soria y por aquel entonces la Junta. A partir de 2011 la Junta de descolgó del acuerdo en el que continuaron la institución provincial y la Iglesia. Gracias a esta iniciativa se llega a pequeñas iglesias y ermitas del medio rural que, de no ser de esta forma, les sería bastante difícil acometer las obras. En todos los casos están al pie del cañón también las parroquias.