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Patrimonio

Calatañazor: el otro ‘castillo’ y sus tesoros por descubrir

La iglesia-museo Nuestra Señora del Castillo, en la villa medieval por excelencia de Soria, muestra al visitante un rico patrimonio

Retablo central de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo en Calatañazor.MARIO TEJEDOR

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Soria

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No es solo Calatañazor el pueblo «donde Almanzor perdió el tambor». Mejor quedarse con lo tangible, con el atractivo que despiertan los dos castillos que hay en este municipio soriano. Uno, Bien de Interés Cultural, enclavado en lo alto y a sus pies la llanura que un día fue escenario de sangrientas batallas. El otro, por descubrir, en el mismo núcleo urbano. Hablamos de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, con fachada románica del siglo XII, un templo que es una auténtica fortaleza de tesoros para deleite del visitante.

La belleza de este pueblo, bonita villa medieval catalogada Conjunto Histórico Artístico, mueve al turista a visitar Calatañazor, donde además de su empinadas calles, su arquitectura popular y el ya referido y famoso castillo, puede visitar la iglesia-museo Nuestra Señora del Castillo, cuya originalidad radica «en la mezcla de estilos, hasta dar la impresión de estar construida con retazos de distintas épocas».

La iglesia es un edificio con planta de salón, con una sola nave y torre adosada a los pies de la fachada norte. Otras dependencias anexas como la capilla, la sacristía o el baptisterio suman interés al recorrido del visitante. Antes de adentrarse al templo, habrá tenido ocasión de adentrarse en él cruzando una portada con forma de arco, en el que se aprecia una sencilla decoración vegetal y figuras de animales mitológicos en los capiteles de las columnas.

Un tríptico que se entrega a la entrada de la iglesia ayuda al visitante en el recorrido. En él se detallan las características del templo por fuera y también las de su interior. «Aparte de la fachada occidental y de otros restos románicos en las dependencias anexas al lado sur, el resto de la iglesia, de gran altura y con sólidos contrafuertes, es fundamentalmente del siglo XVI, aunque con reformas y transformaciones de los siglos posteriores».

Esta diversidad de estilos se observa también en el inerior. Así, la capilla mayor, de estilo gótico y con bóveda de crucería y largas ventanas, es de primer cuarto del siglo XVI. Mientras, el resto de la nave, pertenece al siglo XVIII, «lo mismo que el coro, construido sobre tres arcos rebajados que se apoyan en elegantes columnas de piedra», según aparece en la citada guía.

La pila bautismal situada a la izquierda es otro reclamo para el visitante. Tal y como se indica en el tríptico, fue desenterrada hace unos años del antiguo cementerio, situado junto al muro norte de la iglesia.

Presidiendo todo el interior, se encuentra el retablo mayor, «con dos partes bien diferenciadas»: el banco y el primer cuerpo son de finales del siglo XVI-comienzos del XVII, mientras que el resto del retablo fue realizado en el segundo tercio del siglo XVII.

Lienzos, tablas, pinturas, un órgano procesional con tubos de madera y una colección de pergaminos completan los tesoros de este otro Castillo de Calatañazor, en forma de iglesia. Esta colección contiene los privilegios y sucesivas confirmaciones otorgados por reyes castellanos a la villa de Calatañazor, como Fernando III, Sancho IV y Alfonso XI, entre ellos.

La carretera de acceso a Calatañazor es la Nacional 122, de Soria a Valladolid, tomando el desvío a 25 kilómetros de Soria a mano derecha por la SO-P5026.