Heraldo-Diario de Soria

La licenciosa y libertina vida de algunos colegiales de la Universidad de Osma

Aunque por lo general se guardaba la honestidad y recato ordenado por los Estatutos a veces, dada su juventud, no pudieron contener sus ardores de la carne

Fachada del Colegio-Universidad de Osma.

Fachada del Colegio-Universidad de Osma.HDS

Publicado por
José Vicente Frías Balsa
Soria

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El Maestro Correas recuerda, con gracia, los refranes que dicen: «a Salamanca, putas, que ha venido San Lucas» o «por San Lucas, en Salamanca y Alcalá, feria de putas». Refranes que describen perfectamente la vida de estudiantes que pasaron por ambas Universidades y que aprendieron pronto una declinación muy diferente de la que estudiaba en las aulas: «Nominativo juego, genitivo taberna, dativo ramera, acusativo pobreza, vocativo ladrón, ablativo horca». Y ¿porque la llegada de San Lucas? Pues sencillamente porque era el 18 de octubre cuando comenzaba el curso académico. En la Universidad de Osma, que fundara, allá por los años de 1550, el obispo Pedro Álvarez de Acosta, las clases se iniciaban, también, el mencionado día.

No es la primera vez que tratamos el tema de la incontinencia de los colegiales de la Universidad de Santa Catalina, sita en la villa del Burgo de Osma. Ampliamente nos ocupamos del asunto en el trabajo que titulamos «Vida alegre y mujeres divertidas en El Burgo de Osma», publicado en el número 26 de la revista 'Arévacos', al que remitimos a nuestros lectores. Isabel Goig publicó, también, una novela relativa al tema, titulada 'La panadera del Rey'.

El caso es que el 6 de mayo de 1700 el rey ordenaba a José de Pinedo, canónigo doctoral de la catedral, que prosiguiera la visita al centro docente que había iniciado Francisco Antonio de Isla, canónigo maestrescuela de la misma, y había quedado inconclusa por el fallecimiento de éste. Tras los trámites legales pertinentes y otras gestiones se prosiguió con la visita y, el 28 de febrero de 1701, se llamó a declarar al rector, que lo era Andrés Núñez.

Éste, respondiendo a la pregunta 7ª del interrogatorio, manifestó que se había guardado, así en su tiempo como antes, la honestidad y recato que mandan los Estatutos sin se hubiera dado lugar a cosa indecente ni exceso en trajes ni cosa que desdijera de la honestidad. Y aunque había una cocinera, mujer anciana con su criada, no se permitía que durmieran el Colegio; pero que tenía noticia de que algunos no vivieron con el recato y honestidad debidos.

Había oído, muchas veces, que en el tiempo que estuvo en él Juan de Benito, cura que al presente es de Casarejos, vivió muy licenciosamente teniendo diversos amancebamientos y trayendo al Colegio mujeres y estando algunos días en las casas de ellas, por cuyos excesos fue castigado por el obispo que a la sazón. También, que José Antonio de Salcedo dio grande escándalo en esta materia y en otras y que por ello se le privó de manto y beca y por último se casó con la moza con quien estaba indiciado. Asimismo, que Francisco Jiménez fue preso y lo estuvo algunos días hasta que se le obligó a casar con una moza a quien se decía haber desflorado.

Pedro Vela estaba amancebado con una viuda, vecina de la Villa, y se iba continuamente a su casa de noche y día enteros y muchas veces le sintió el testigo venir al amanecer. Se decía, del mismo modo, tratar deshonestamente con una mujer casada, de no buena fama, a la que vio muchas veces entrar en el cuarto del susodicho, cerrar la puerta y echar fuera a la criada que llevaba. Además, que había desflorado a una moza a la que había enviado a Madrid y allí la socorría, lo que sabía por haberlo oído diferentes veces y habérselo oído al mismo Pedro.

Y asimismo sabe de algunas acciones deshonestas de Bernardo Mallén, al que despidió el declarante siendo rector. El expulsado, familiar del Colegio, recurrió ante el visitador confirmando la orden del rector.

Últimamente conocía que Miguel de Rodrigo, había tenido comunicación deshonesta, con actos y palabras, con una moza criada de la cocinera. Escándalo que duraría como cosa de dos meses, desde principios de febrero hasta la Semana Santa, y por el cual se le privó de manto y beca aunque después, por promesa de enmendarse, se le volvió a restituir sus honores y a la moza se la despidió.

Y así mismo ha oído muchas veces en el Colegio y en la Villa que en una temporada en que estaba en el Colegio Martín de San Martín, Tomás Aragonés, ya fallecido, Fernando Alonso y Pedro Vela, están acomodados el 1º en el curato de Fuentelmonge y el 2º en una de las doctorales de esta santa iglesia de Osma, hubo grandes revoluciones y resistencia a la justicia de esta Villa por parte de los susodichos. Hubo pleito en el Real Consejo y después no tiene noticia de alboroto ni inquietud considerable más que con música y rondas causadas en el año 1698.

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