MICOLOGÍA
La regulación del Myas-RC brota en Pinares
La temporada micológica está dando sus primeros pasos. Como todos los años, la climatología y el propio estado del micelio decidirá el cuándo y el cuánto para miles de recolectores. Sin embargo, ya se conocen varias novedades para esta campaña de la mano del proyecto Myas-RC. Más bosques regulados y nuevas tarifas en algunos capítulos marcan los cambios.
De hecho, la iniciativa reguladora que comenzó en Almazán ya ‘cubre’ buena parte de la provincia después de que la mayor parte de los Ayuntamientos de Pinares decidiesen el 22 de septiembre sumarse a la iniciativa. Ya son 38 los términos municipales implicados en la regulación, entre ellos algunos de los más productivos.
Incluso la Mancomunidad de los 150 Pueblos y el Consistorio de la capital han dado el paso. No obstante, en este caso sólo se incluirá en el Myas-RC la zona de Pinar Grande, incluida en el término capitalino por la peculiar forma de los límites de Soria, que llegan hasta el embalse de Cuerda del Pozo.
De esta forma, el territorio regulado prácticamente se duplica respecto a los 23 términos participantes en la iniciativa en el pasado año. En 2010 laidea se había extendido por Almazán, Bayubas de Abajo, Bayubas de Arriba, Berlanga de Duero, El Burgo de Osma, Cubo de la Solana, Fuentepinilla, Gormaz, Los Rábanos, Matamala de Almazán, Matute de Almazán, Quintana Redonda, Retortillo de Soria, Rioseco de Soria, San Pedro Manrique, Santa Cruz de Yanguas, Tajueco, Tardelcuende, Valdeprado, Valderrodilla, Viana de Duero, Villar del Río y Yanguas.
Además, en esta campaña adoptan el sistema de licencias Soria, Navaleno, San Leonardo de Yagüe, Cubilla, Talveila, Vadillo, Abejar, Cabrejas del Pinar, Casarejos, Muriel Viejo, Muriel de la Fuente, Espeja de San Marcelino, Espejón, Herrera, Molinos de Duero, Salduero, Santa María de Las Hoyas y la Mancomunidad de los 150 Pueblos.
No obstante, la zona norte de Pinares parece menos interesada en este proceso y por el momento Duruelo de la Sierra, Covaleda y Vinuesa han dicho ‘no’ al Myas-RC. También Montenegro de Cameros prefiere mantener el sistema tradicional, al igual que los pueblos limítrofes en Burgos en la zona de Pinares. De esta forma se da la circunstancia de que en masas continuas de árboles hay zonas que requieren sacar el permiso y otras que no, por lo que habrá que tener cuidado para no cometer infracciones.
Otro de los cambios está en las categorías de las licencias y en su precio, que sube especialmente para los que opten por la modalidad comercializadora. Así, se mantienen las categorías recreativa (hasta cinco kilos al día), comercial (sin límite de kilos) y científica (concedida en exclusiva por Cesefor como entidad gestora). Se suma otro permiso, el cultural, que por dos euros permite coger hasta un kilo de setas y hongos a modo de aprendizaje.
Así, este último permiso se configura como el más barato. Le sigue el permiso para empadronados, que cuesta tres euros en la modalidad recreativa y de 10 en la comercial. La vigencia es para toda la temporada. El permiso diario para vecinos de la provincia y vinculados es de cinco euros y no existe en modalidad comercial. El diario para foráneos cuesta 10 euros, mientras que el de fin de semana se va a 15, también limitado a cinco kilos por día.
El coste de la licencia para provinciales y vinculados es de 15 euros en su modalidad recreativa y 300 en la comercial, mientras que los foráneos no podrán sacar la más barata y deben abonar 300 euros, eso sí, sin límite de recogida durante toda la temporada.
También aumentan en este año los puntos de venta. En los ayuntamientos se pueden obtener los permisos para empadronados y vinculados a los municipios, que deben demostrar sus lazos con estas localidades aunque residen fuera de la provincia para obtener descuentos respecto a los foráneos. Además, numerosos establecimientos (restaurantes, casas rurales, tiendas, gasolineras o estancos entre otros) tramitan todas las licencias, por lo que obtenerlas es tan sencillo como darse una vuelta por las localidades antes de salir al monte.
Como es habitual, también existen tallas mínimas. Para los boletus se fija un diámetro mínimo de cuatro centímetros, que baja a dos con el grupo de los níscalos, los perrechicos o lansarones y otras especies comestibles. Además, para evitar confusiones se exige recolectar sólo parasoles y amanitas cesáreas cuando las volvas estén completamente abiertas.