EL BURGO Y RIBERA
Las bodegas sorianas de Ribera del Duero emplean a 1.500 personas durante la vendimia
Dicen que los labradores ostentan el título del oficio más piadoso de todos, pues siempre están mirando al cielo. La vendimia es cosa de mirar al cielo también y contemplar el tiempo que hace para recoger la uva. La sequía, la pedriza, la lluvia pesada, el atraso o el adelanto, todo esto son factores que hace que recoger la uva para hacer vino no sea una ciencia exacta.
Los vinos de D.O. Ribera del Duero, que en la zona soriana se extienden en una linde que se inicia en Peñalba de San Esteban y acaba en Castillejo de Robledo, son unos caldos excelentes –algunos de ellos entre los más codiciados- y que se precian de estar siempre bien clasificados en el ranking de bebidas muy demandadas en restaurantes, hoteles y hogares, no sólo españoles, sino de muchos países.
Los vinos de denominación D.O. Ribera del Duero están representados en la provincia de Soria por siete bodegas, de hecho, seis, pues dos de ellas están unidas. Se trata de las bodegas situadas en San Estebanv (Bodegas Gormaz y Bodegas y vinos Aceña), en Castillejo de Robledo (Bodegas Castillejo de Robledo), en Atauta (representadas por Dominio de Atauta y Atalayas de Golbán), Peñalba de San Esteban (Bodegas de Tierras del Guijarral) y Langa (Bodegas Valdeviñas).
La previsión de estas bodegas para este vendimia de 2013 nos deja una recogida de uva de 2.680.000 kilos, que se traduce aproximadamente en una producción de botellas en torno a las 2.632.000 unidades: Vino blanco, rosado, joven y tinto, y en unos cálculos que superan en torno al 20% los números del año 2012 y que mantendrá la calidad que ha conseguido encumbrar a los vinos sorianos.
El dato de los recolectores en cuadrillas, de los temporeros, no es un dato exacto, ya que varias de estas bodegas trabajan con viticultores de forma vinculada, por lo que es complicado obtener la cifra exacta. Por los datos facilitados por cada una de las bodegas durante la época de vendimia trabajarán en las viñas unas 1.500 personas. El dato de los técnicos en bodega ya es más preciso, y todos coinciden en que se contrata en torno a los dos técnicos en bodega para estos días de vendimia.
De esta manera, la vendimia que se hace en el otoño, el mes del Dios Baco, regará mesas y comidas por todo lo largo de la geografía hispana y foránea, deleitando paladares y acompañando viandas. Vendimia, que procede del latín: vindemia, que es un compuesto de vinea (el vino) y de demere (retirar, coger, arrancar).