MICOLOGÍA
La campaña de setas se salda con 293 desalojados de nueve campamentos
Otras 134 personas, denunciadas por recolectar en grupo sin licencia
La campaña micológica toca a su fin y con él los montes comienzan a ‘librarse’ de la presión recolectora. No obstante, la campaña ha dejado cifras llamativas en cuanto a denunciados, desalojados de campamentos ilegales, kilos de setas intervenidos y personas rescatadas en los montes. Más allá de la vertíente lúdica y económica del reino Fungi, la temporada deja otros datos menos ‘amables’.
Por ejemplo, en cuanto a personas desalojadas de campamentos ilegales -prácticamente en su totalidad provenientes de Rumanía- la cifra alcanza las 293 en nueve intervenciones. El mes comprendido entre mediados de octubre y mediados de noviembre concentró las intervenciones, algunas de ellas espectaculares por el volumen de implicados. Fue el caso de la ocurrida el 11 de noviembre en el término de Calatañazor y en la que se echó a 100 recolectores de un campamento superior en población a muchos municipios sorianos.
El primer caso, no obstante, se detectó el 16 de noviembre en Pinar Grande, Concretamente en el refugio Mojabragas, tangente al río homónimo. Allí se procedió a desalojar a 12 personas de madrugada y a otras 26 esa misma noche.
El 23 de octubre una nueva operación llevó al desalojo de otras 29 personas que se habían instalado en el término municipal de Vinuesa. Tan sólo cinco días después eran 45 las personas expulsadas del monte tras formar dos campamentos ilegales en Cebollera.
Tampoco la comarca del Moncayo se libró de estas prácticas. El 6 de noviembre se procedió al desalojo de 60 personas en el término municipal de Ólvega. Tres jornadas después se repetía la situación por partida doble. Por un lado, en El Royo 15 personas tuvieron que abandonar su campamento en el monte mientras que en El Burgo de Osma otros seis recolectores se enfrentaron a la misma situación. Con el multitudinario desalojo del día 11 de noviembre, antes reseñado, se cerró este capítulo. Los desalojos se producen generalmente amparándose en cuestiones como el uso privativo de los alberges, acampada ilegal, el haber depositado basuras o el realizar hogueras.
Pero no todas las denuncias llegan desde los campamentos ilegales. De hecho, si las ‘cuadrillas’ no están acampadas pero cuentan con licencia pueden librarse de la denuncia. Por ejemplo, un grupo denunciado por los agentes medioambientales por no tener licencia volvió a aparecer a los dos días con los pertinentes permisos.
No obstante, a lo largo de esta campaña han caído al menos 134 denuncias ajenas a las acampadas a grupos de recolectores. En este sentido el 18 de cotubre fue una jornada especialmente productiva. En Vinuesa se detectó sin licencia a dos españoles y 16 rumanos, mientras que en Almarza fueron 24 ciudadanos de la Europa del Este repartidos en dos grupos.