Cerrar

MEDINACELI

DeArte convierte a Medinaceli en el epicentro de la creación contemporánea

Canogar recoge el premio a su trayectoria con una defensa de la «libertad» en el arte

Canogar, junto a una de sus obras, abraza a Kobayashi en presencia de Miquel Tugores. / ÁLVARO MARTÍNEZ-

Publicado por
T. C. / Medinaceli
Soria

Creado:

Actualizado:

Tras la inauguración del jueves en el Centro Cultural de Sanchinarro de Madrid, la XIII Feria DeArte abrió ayer sus puertas en el Palacio Ducal de Medinaceli, la sede central de la muestra. Durante un mes, este espacio se convertirá en el epicentro de la creación contemporánea y en una visita obligada para los amantes del arte.

Ayer, una docena de creadores  -además de autoridades- arroparon al director de la cita, Miguel Tugores, en la apertura. Y alguno, antes de que concluyese el acto, ya había vendido su obra, lo que da una idea del dinamismo que aporta la Feria al mercado del arte y de cómo atrae a Medinaceli un turismo de calidad.

La cita comenzó con un recorrido por la muestra en el que Tugores hizo de maestro de ceremonias para el presidente de la Diputación, Antonio Pardo; el diputado Martín Casado; el alcalde de Medinaceli, Felipe Utrilla; y los dos premiados en esta edición, el veterano «maestro» Rafael Canogar y el joven Mirai Kobayashi. Junto a ellos, algunos autores con su obra expuesta en las paredes del Palacio Ducal como Iván Calle, María José Casado, el locuaz J. Morgan, Txemi Novoa, Marisol Pastor o Angélica de la Suela, con los que se pudo intercambiar opiniones y anécdotas de forma directa.

Ya en el turno de las intervenciones, Tugores agradeció el apoyo de los creadores porque «sin artistas y sin arte no habría Feria ni oportunidad para estos encuentros». También apuntó a la necesidad humana de contar con el arte, y en tono de distendido avanzó que «si hay una guerra nuclear y queda un humano, es posible que sea artista».

También trazó un breve perfil de Canogar, «que merece todos los premios del mundo». A su juicio más allá del artista hay un «ser social» al que «no le ha sido indiferente lo que ha pasado a su lado y ha sido un testigo, un sintetizador» de lo que ha ido ocurriendo en España en su dilatada trayectoria.

De Kobayashi, un japonés «de Vallecas», apuntó que se trata de «un hombre joven pero maduro». Por ello recordó cómo en ocasiones se utiliza el término «jóvenes maestros» que en este caso hacía honor a la obra del pintor.

Por su parte Antonio Pardo retomó la idea de la necesidad del arte y de los artistas para crear una feria de la talla de la de DeArte, «pero también es necesario Miquel Tugores». Por ello le agradeció el haber conseguido «que Medinaceli sea un punto de referencia nacional e internacional» para los amantes de la creación contemporánea.

También Felipe Utrilla recordó con una sonrisa cómo Tugores, en su primer contacto con el palacio, encontró un patio en el que la maleza les cubría. «El Ayuntamiento tenía un compromiso con la Fundación de la Casa Ducal y con la Junta de destinar la primera planta a fines culturales». Gracias a ello, «con muchísimo esfuerzo y poco dinero tenemos» en uso este espacio único. «Empujamos un poco el turismo de Medinaceli» y la propia localidad «sirve de base» para extenderlo al resto de la provincia.

Ya en la entrega de galardones, Canogar recibió el ‘Una vida DeArte’ y kobayashi ‘Un futuro DeArte’. En sus propias formas se evidenció el salto generacional, con el primero desdoblando un papel sacado del traje para el discurso y el segundo con sus palabras en el teléfono móvil de los vaqueros.

Canogar recordó cómo precisamente «’Una vida DeArte’ es lo que ha sido mi vida, dedicándome al arte con amor y con pasión desde los 13 años hasta los 79 que voy a hacer». Mirando a los comienzos, recordó cómo entonces lideró «el Informalismo como máxima expresión de libertad», un sentimiento «que ha estructurado mi trayectoria artística».

El veterano artista toledano también lanzó algunas reflexiones, como el hecho de que «el artista también es ciudadano» y que «toca rescatar el espacio de la pintura, su capacidad metafórica». De la mano debe llegar «su independencia, su ética». Por último apuntó que «me gustaría decir que mis cuadros no son otra cosa que pintura, pero Zola dijo que una obra de arte es un rincón de la creación visto a través de un temperamento».

Por su parte Kobayashi relató cómo desde su primer contacto con la Feria quedó impresionado «por la alta calidad artística». Tras matizar que la única diferencia entre sus raíces japonesas y la vida española es la «presión social», bromeó sobre su origen y se definió como «otro artista español».