Temperaturas al borde de la helada en pleno julio en Pinares y Río Lobos

El verano no parece querer llegar a Soria y se aferra el mal tiempo dejándo datos en los termómetros impropios de las fechas estivales. En la madrugada de ayer jueves, sobre las 5.00 horas, varias estaciones de la provincia captaron temperaturas heladoras.

Las más frías de la provincia soriana se recogieron en tres puntos geográficos de la comarca de Pinares y la zona de Río Lobos. La temperatura récord de la madrugada del jueves fue la que captó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en El Amogable, en Pinar Grande, con 0.5 grados, la mínima más baja de toda la provincia de Soria y de toda Castilla y León.  Ese dato solo fue superado en el resto del país en el Refugi d´Amitges en Lérida con 0,2 grados y Cantalojas en Guadalajara con 0,1 bajo cero.

 

Al Amogable le sigue en el termómetro de mínimas de la provincia de Soria y de la Comunidad la localidad de Ucero con 1,1 grados durante la madrugada. Muy seguido está el municipio de Duruelo de la Sierra donde la estación termopluviométrica con sello Meteoclimatic de calidad recogía esa misma noche 1.4 grados, algo a lo que además se le sumó un viento de 55 kilómetros por hora afectando a la sensación térmica de las máximas que solo llegaron a los 16 grados.

 

Éstas han sido las mínimas del mes, aunque se pueden repetir las heladas. «Las mínimas no han bajado mucho más debido al viento del norte, en cuanto pare puede que lleguen las heladas», explica Agustín Sandoval, propietario de la estación termopluviométrica de Duruelo de la Sierra. Como dato comparativo, en el mes de julio del año pasado, en concreto un mismo día 10, las mínimas recogidas fueron de 11,4 grados. Ayer, no obstante, el resto de la provincia bajó de los ocho grados de mínima con casos como el de El Burgo de Osma (2,6) o Liceras (3,7) cercanos a la acepción soriana de ‘fresco’.

 

A estas bajas temperaturas del mes de julio se le suman en estos últimos meses situaciones meteorológicas poco habituales como el tornado del pasado 10 de junio en Duruelo de la Sierra de 150 kilómetros por hora o la impresionante granizada de Almazán del miércoles de la pasada semana caída en apenas 35 minutos.