Represa llama a colaborar en la vigilancia micológica

El delegado territorial, Manuel López Represa, realizó ayer un llamamiento a la ciudadanía para que avise a las autoridades ante cualquier incidencia en la campaña micológica que acaba de comenzar. Asimismo avanzó que se están llevando a cabo reuniones entre cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y medios de la Junta aunque un problema patente que el año pasado se marcaron récords de incautaciones y denuncias.

«Estamos empezando», señaló López Represa sobre la productividad de los montes sorianos. «Se han producido las primeras reuniones con la Guardia Civil para intentar coordinar todo el operativo. Hoy», por ayer, «creo que había una reunión a nivel de Comunidad Autónoma con la Guardería Forestal y con los celadores para darles las indicaciones oportunas».

Aunque los montes sorianos llevan aproximadamente dos semanas albergando algunas floraciones, ni se ha alcanzado una productividad alta ni se han detectado problemas por la afluencia. «En este momento no se puede hablar de incidencias todavía. Esperemos que haya menos que otros años» trabajando «en colaboración con todas las administraciones públicas».

López Represa aprovechó para sumar a ese trabajo institucional la labor de los propios recolectores locales. «También quiero desde luego pedir colaboración a todos los ciudadanos, que cuando vean cualquier tipo de incidencia lo pongan en conocimiento o de la Guardia Civil o de la Guardería Forestal para intentar atajar este problema», apuntó en referencia a episodios como los campamentos desalojados en campañas anteriores.

«Desde luego es un problema fuerte», reconoció el delegado territorial de la Junta, «pero es un problema de todos en el que deberemos de colaborar todas las administraciones públicas».

Por otro lado, diversas fuentes han indicado en los últimos días la llegada de cuadrillas de recolectores de origen extranjero, vistos en zonas reguladas y en otras, como Covaleda, libres. No obstante, cabe recordar que las denuncias no se pueden presentar por recolectar en grupo, sino por hacerlo sin licencia  o cuando se excede el cupo; o bien por cuestiones tangenciales, como el encendido de fogatas, acampar al aire libre, el uso privativo de albergues o el vertido de basuras.

El año pasado desapareció el permiso de recolector comercial foráneo para evitar la aparición de cuadrillas organizadas que pudiesen sobre explotar el monte. No obstante, volvió a ser habitual el encontrar campamentos en el que sus miembros directamente no tenían ninguna licencia.