MICOLOGÍA
San Leonardo pedirá limitar las licencias comerciales solo para los vecinos del pueblo
Elvira comparte el modelo que aplicará Covaleda en su nueva ordenanza
El Ayuntamiento de San Leonardo de Yagüe solicitará a la Unidad de Gestión Micológica Montes de Soria (UGAM) que los permisos de recolección para comercializar las setas de los montes de cada municipio se concedan solo para los vecinos empadronados y residentes en ese pueblo, de tal manera que sean los principales beneficiados de las ventas. Para los foráneos y los vecinos de otros municipios solo quedarían las licencias recreativas que permiten la recogida de pequeñas cantidades. Esta propuesta que se planteará en la asamblea de cara a la próxima temporada, ya que para la presente se han concedido los permisos de acuerdo a las normas que se habían aprobado y en las que ya se había eliminado la licencia comercial para los recolectores de fuera de la provincia que sí estuvo en vigor en otras campañas anteriores.
De esta manera, San Leonardo sigue el camino del modelo implantado por Covaleda que el pasado miércoles aprobó su ordenanza local en la que no hay cabida para recolectores de otros municipios, ni de Soria ni de otras provincias, con fines comerciales. «Quizá eso es lo que tenemos que hacer todos, yo estoy de acuerdo con la ordenanza de Covaleda y la comercialización de las setas de los pueblos debe estar abierta solo para los vecinos de cada pueblo que son los que tienen el recurso», agregó Elvira.
Para el alcalde de San Leonardo esta medida es importante y podría frenar la llegada de cuadrillas de extranjeros, para los que está totalmente prohibida la recolección en los montes de los municipios sorianos, pero su presencia sigue siendo numerosa y preocupa a los ayuntamientos y a los vecinos de los municipios que se sienten intimidados por la presencia de grandes grupos de extranjeros que acampan de manera ilegal en el monte para recoger níscalos y hongos, práctica que realizan sin las licencias oportunas.
La UGAM, a la que pertenecen decenas de ayuntamientos de la provincia entre ellos San Leonardo, ha expedido 27.300 permisos para la recolección de setas en esta campaña en la que los foráneos tienen acceso a permisos de recolección por el precio de cinco euros y para los sorianos se han establecido tres tipos de permisos (locales, vinculados y provinciales) cuyos precios dependen del uso si es recreativo o comercial y sus precios oscilan entre los tres y los 300 euros. El permiso para la recolección con fines comerciales en el área de la UGAM, regulada por el Micocyl, no puede superar los 50 kilos diarios para la comercialización y los cinco kilos diarios, para recreativos.
Para el alcalde de San Leonardo es fundamental que la Junta de Castilla y León apruebe de una vez la ley que regula el aprovechamiento micológico que permitirá ordenar toda la actividad y aplicar las sanciones, del mismo modo que se regulan otras actividades relacionadas con los montes, como la caza. Los municipios con importantes posibilidades micológicas reclaman esta normativa desde hace años.
Elvira es de la opinión que las setas que se recogen en los montes de cada municipio tienen que reportar ingresos en primer término a los vecinos que son los que viven en el medio rural. Por ese motivo defendió un modelo de permisos más proteccionista con los recolectores locales de cada municipio que llevan décadas saliendo al monte en otoño para la campaña del hongo o del níscalo. Tal es así que el alcalde pinariego recordó que en los pueblos de la zona, como San Leonardo, Cabrejas del Pinar y Navaleno hay empresas que se dedican a la compraventa de níscalos y hongos y es donde se dirigen los recolectores de cada una de las zonas. «No es necesario una lonja en estos pueblos estas empresas ya funcionan como lonjas y la comercialización funciona bien desde hace varios años», aseveró Elvira.
Por otra parte, el responsable municipal de San Leonardo reconoció que la micología también se ha convertido en los últimos años en un importante recurso turístico del que se benefician la hostelería y la restauración durante los fines de semana de otoño, sobre todo en los puentes festivos, en los que «se nota que todo está lleno de turistas que vienen a coger setas y a la degustación de los productos micológicos que se ofrecen en los distintos establecimientos», concluyó Elvira.