TEMPORAL DE LLUVIAS
El agua entra en casas y cocheras de Salduero y Molinos
La amenaza continúa en los pueblos de Pinares al no remitir las lluvias
La crecida del Duero llega a las casas en Salduero-V. G.
Entre la resignación y la indignación los vecinos de Salduero salieron ayer a la calle debajo de los paraguas para observar la crecida del Duero que inundó la plaza Mayor donde el agua superó el medio metro de altura en algunos rincones y entró en tres viviendas y en algunas cocheras desde las diez de la mañana. «Ahora en casa de mi padre ya hay 40 centímetros de agua y como sigan las lluvias la situación va a ir a peor», explicó José Francisco Hernando quien aseguró que «esta humedad no se va en diez años, es una vergüenza que nadie nos haga caso y estemos sufriendo siempre el mismo problema».
El casco urbano de Salduero se ha inundado en tres ocasiones en lo que va de año. La más grave ha sido la de esta semana. En la noche del martes el Duero se salió del cauce y llegó hasta el monumento de las cruces, en medio de la plaza. Desde entonces no ha dejado de crecer. A mediodía de ayer el agua había anegado el puente y no se veían los ojos, a la vez que la fuerza del agua arrastraba troncos y otras malezas. Los vecinos expresaron su temor porque se puede complicar la situación en los próximas horas al taponarse el puente y si no para de llover.
En algunas viviendas de la zona de la iglesia el agua estaba a punto de entrar en las casas. José Ramón Mata y su esposa ya habían recogido todos los muebles para evitar que se mojasen porque en otras crecidas del río han llegado a tener más de un metro de agua dentro de casa. «Esto es una vergüenza», dijo el afectado, «estamos abandonados si en estas casas vivieran los responsables de la Confederación seguro que esto no pasaba hace años». Los vecinos reclaman limpiezas periódicas del cauce del Duero para evitar estas inundaciones que últimamente son más frecuentes.
El alcalde de Salduero, Guillermo Abad, trasladó ayer a la CHD la situación de alerta en el pueblo y consideró que aparte de la limpieza sería bueno actuar aguas abajo del río, entre Salduero y Molinos, en una zona donde se estrecha el río. «Las situación es muy complicada, pero tiene que haber una solución». Lo mismo piensa el alcalde de Molinos, Miguel Bonilla, donde la crecida del río también inundó alguna vivienda próxima a la ribera. Los vecinos incluso habían fabricado un pequeño muro de contención para evitar la entrada del agua. El caudal del Duero a su paso por la estación de Molinos alcanzó ayer los 108 metros cúbicos por segundo con un nivel de 2,6 metros, en estado de alerta. El agua saltó la escollera que desvió hace años el río para contener las crecidas.