MEDIO AMBIENTE
El lobo coloniza el tercio noroeste de la provincia
La presencia del lobo no ocasiona graves problemas en la provincia de Soria. El número de ejemplares se mantiene en la última década y ha colonizado el tercio noroeste de la provincia. Los ataques a la ganadería local han descendido significativamente en los últimos cuatros años, por lo que en la actualidad los pocos ejemplares de esta especie cohabitan sin problemas para los propietarios del ganado. El año pasado no se observaron ataques y en 2014 solo se produjeron tres con 8 reses muertas.
Soria es una área de campeo potencial de cinco de las 179 manadas censadas en Castilla y León, que se concentran sobre todo en las provincias del oeste castellano y leonés, donde se han incrementado considerablemente la población de la especie en León, Zamora y Palencia. Por lo tanto la presencia del lobo es testimonial.
Las manadas suelen estar formadas por cuatro animales adultos, lo que significa que en Soria el número de lobos no superaría la veintena. De estas cinco, tres están localizadas en la provincia. Una cuarta está compartida con la provincia de Burgos, es decir, los ejemplares migran con facilidad, entre San Leonardo y Hontoria y la quinta está en el límite provincial con La Rioja, en la zona de Yanguas. Tras el seguimiento que ha realizado la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se ha detectado una elevada incidencia de reproducción de las manadas asentadas en la provincia, por encima del 80%.
A lo largo de la última década el lobo se asentaba el oeste soriano, con una presencia homogénea tanto en el norte como el sur del Duero. En 2013 la mayor parte de las manadas se concentraban ya en el tercio noreste, en las comarcas de El Burgo, Tierras Altas y Pinares. Solo se tiene constancia de una manada al sur del Duero, cerca de Adradas.
De acuerdo al último censo regional que maneja la Junta de Castilla y León, en la provincia soriana se han identificado enclaves en los que no puede hablarse de existencia de lobos, pero se han recogido muestras de su paso o su presencia, lo que hace pensar que a corto plazo puede haber asentamientos. Se trata de Montenegro de Cameros, una zona en la que se producen daños habituales a la ganadería, pero principalmente en territorio de La Rioja. En mayo de 2014 se abatió un lobo, dentro del control autorizado en La Rioja.
Entre Alconaba y Los Rábanos se han visto dos lobos en 2012, otro más en Arancón en 2013 y otro en Garray, en 2014. Se trata de avistamientos y resulta muy aventurado todavía hablar de manadas asentadas. El próximo censo que elabore la Junta de Castilla y León permitirá determinar nuevos avistamientos y asentamientos de esta especie. En la actualidad el Gobierno regional tramita el nuevo Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León que tiene que ser informado por la asesoría jurídica de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León para remitirlo posteriormente al consejo consultivo, antes de ser aprobado por el Consejo de Gobierno. Este plan pondrá encima de la mesa las acciones que se tienen que incluir para conservar la población de lobos en Castilla y León con la compatibilidad de la práctica ganadera.