Heraldo-Diario de Soria

HINOJOSA DEL CAMPO

Un veraneante logra silenciar la campana del reloj

La campana está ubicada en la torre bereber que conserva la iglesia-A. M.

La campana está ubicada en la torre bereber que conserva la iglesia-A. M.

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Soria

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Los vecinos de Hinojosa del Campo dejarán de oír la campana del reloj que les marca las horas, que se encuentra en la torre de la iglesia, y con ello llegará la tranquilidad a un veraneante del pequeño pueblo que denunció a la parroquia por el ruido, después de solicitar que se silenciase.

La Audiencia Provincial de Soria da la razón a este veraneante y revoca la sentencia del Juzgado de Instrucción número uno de Soria que permitió mantener en funcionamiento el reloj y su campana y que no admitió la demanda contra la iglesia, al considerar que el responsable es el Ayuntamiento, titular del reloj. De esta manera no entró a analizar el fondo del asunto.

Ahora la Audiencia ha condenado a la Iglesia a desactivar la campana de la torre de Nuestra Señora de la Asunción para el uso horario, porque excede las emisiones de ruido de los límites permitidos y además tendrá que indemnizar al veraneante con una cantidad de 2.000 euros, en concepto de daños morales, así como a pagar las costas de la parte demandada en primera instancia. No realizó un especial pronunciamiento sobre las costas en segunda instancia. Los responsables de la Diócesis de Osma-Soria, a la que pertenece la parroquia, estudia un posible recurso a esta última sentencia, según explicaron fuentes del Obispado.

En primera instancia, el Juzgado consideró, en su sentencia, que el reloj es propiedad del Ayuntamiento y la demanda debería haberse dirigido contra el Ayuntamiento y ante la vía Contencioso Administrativa. Sin embargo, el demandante, que es un veraneante que reside a temporadas en Hinojosa del Campo, optó por la vía civil, en la que ha reclamado daños y perjuicios contra la iglesia, porque «los ruidos no proceden del reloj, propiedad del Ayuntamiento, sino de la campana propiedad de la Iglesia», como así se recoge en la última sentencia de la Audiencia. Un argumento que el tribunal consideró acertado, porque la parroquia «tiene en su mano ordenar que cesen los ruidos desconectando el reloj, propiedad del Ayuntamiento, de la campana de su propiedad, máxime si tenemos en cuenta que la maquinaria se encuentra en la sacristía de la iglesia».

El tribunal señala claramente a la Iglesia como institución que puede evitar las emisiones de ruido por encima de lo legalmente permitido, porque la campana se encuentra dentro de la torre del templo. Además ha tenido en cuenta la prueba pericial que presentó el veraneante molesto en el que se reflejó que la campana emitía un sonido superior en 22,9 decibelios a los límites permitidos, «un ruido muy molesto y súbito que altera el descanso del demandante y de su esposa que no tienen porque soportar» y la sentencia concluye que el descanso durante las horas nocturnas «es imposible». El veranenante aportó en su demanda inicial una medición realizada por una empresa, en el interior de su vivienda, en la que se comprobó que los decibelios alcanzaban los 52 cuando el límite está en 37, en horario diurno, y en 30, en nocturno. No obstante, el Ayuntamiento remitió un informe al vecino en el que se aseguraba que el ruido de la campana cumplía con los límites legales.

El reloj y la campana mantienen enfrentados a los vecinos con este veraneante que trasladó sus quejas tanto al Ayuntamiento como a la parroquia para intentar que se desactivase la campana de la torre y evitar el sonido entre las 22 y las 9 horas y que durante el día no emitiese ruidos por encima de los límites legales. Sin embargo, el Ayuntamiento no accedió.

El alcalde, Raúl Lozano, aseguró ayer que el reloj y la campana son propiedad del Ayuntamiento, «la parroquia no puede tocar algo que no es de su propiedad». Admitió que el Obispado le tramitó esta petición cuando se la hizo llegar el veraneante, pero entonces los vecinos recogieron firmas para que el reloj siguiese dando las horas a través de la campana y así lo ha venido haciendo hasta la actualidad, dando un toque por cada una de las horas, osea a las 12 horas, doce toques, y se repite a los 90 segundos.

El reloj fue colocado por el Ayuntamiento de Hinojosa en el año 1845, en el torreón bereber que forma parte del conjunto patrimonial de la iglesia, con el objetivo de que sirviese de guía a los agricultores para regresar al pueblo, porque entonces no había luz eléctrica. El último arreglo se efectuó en los últimos años del siglo pasado, en el que se modificó el sistema antiguo que tenía para darle cuerda y también se quitó la esfera del reloj, colocada en uno de los muros de la torre. Desde entonces, la campaña marca estas horas.

La última sentencia reconoce que el uso del campanario de la iglesia para dar las horas carece de interés social y público, porque en la actualidad se tiene acceso a los relojes y a otros dispositivos electrónicos que marcan las horas, sin necesidad de que una campana lo haga, sin perjuicio de que pueda ser empleada para los oficios religiosos, pero precisamente no se usa para ello porque se dispone de otro campanario. De esta manera no se justifica su mantenimiento si afecta al descanso de algún vecino, como es el caso.

Parece ser que el Ayuntamiento intentó implantar medidas correctoras para que el ruido no fuese tan fuerte pero no han sido suficientes. La sentencia, en los Fundamentos Jurídicos, recoge que el afectado ha intentado llegar a una solución amistosa sin conseguirlo porque el alcalde declaró que no era posible una solución intermedia.

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