PATRIMONIO
La bañera con manto teselar de Las Cuevas, única en España
El objetivo es mostrar al visitante las labores de restauración del elemento de la villa
El yacimiento de la villa romana de Las Cuevas cuenta con una joya que, en breves fechas, podrá visitarse por el público en general: una bañera única en la geografía nacional. «Es la única a nivel nacional con mosaico», indicó el arqueólogo responsable de la excavación, César Gonzalo. Unos trabajos que se prolongarán hasta finales de octubre y que se están llevando a cabo gracias a la inyección económica de casi 50.000 euros de la Junta de Castilla y León con cargo a los fondos FEDER.
El objetivo, según apuntaron fuentes de la Diputación Provincial, titular del yacimiento, pasa por abrir al público el espacio termal, donde se encuentra la bañera y la sala calefactada, mientras se están realizando los trabajos de restauración. Las visitas guiadas se abrirán a un máximo de 20 personas y de esta forma los turistas podrán preguntar a los propios expertos que serán quienes dirijan y expliquen estos recorridos. Para ello se están llevando a cabo las labores de restauración del principal elemento, la bañera, que se encontraba «en un estado bastante malo» de conservación. No en vano, explicó Gonzalo, a pesar de estar tapada, durante muchos años estuvo expuesta a las inclemencias meteorológicas hasta que el yacimiento se techó en los años 80. El aire libre y sobre todo la humedad y los hielos provocaron que se haya encontrado «bastante dañada». De ahí la propuesta de intervención que fue vista con buenos ojos por la administración.
La bañera cuenta con unas dimensiones de 1,90 metros de largo por algo más de 40 centímetros de ancho y se encuentra a ras del suelo, explicó Gonzalo, es decir, «se excavó para colocarla ahí». Está recubierta de manto teselar y mortero hidráulico en sus cuatro paredes y base. Y el objetivo que se persigue es «reintegrarla en el espacio a través de la restauración y la reintegración de cada una de las teselas, que se limpiarán in situ, realizando su posterior consolidación para evitar que se siga deteriorando», continuó Gonzalo.
Además de la bañera «excepcional por el mosaico que la cubre», repitió Gonzalo, la importancia de la estancia radica en que «es una sala calefactada ya que el agua de la bañera se calentaba a través de unas toberas entre las que circulaba el aire caliente».
Otra de las características del mosaico «de mármol y no de cuarzo» apuntó el arqueólogo tras las pruebas químicas realizadas, es que no está hecho ‘in situ’ «sino que se fue colocando por placas. Cuenta con un acabado liso y los colores dominantes son el blanco, sobre todo, salteado con cruces de color negro en su interior y alguna banda negra en los laterales».
Las estancias contiguas a esta bañera, apuntó el experto, contaban con hipocausto (sistema de calefacción del suelo), que se conserva, y tan solo queda algún ladrillo cuadrangular de ‘pilae’ (columnas de ladrillo) y alguna impronta sobre la torta de barro del suelo.
Ésta es la zona más baja de la villa, y su proximidad al nivel freático produce importantes humedades que han provocado que el delicado estado de conservación de los elementos de esta zona.
Por todo ello, las tareas de investigación y consolidación distan mucho de estar terminadas y tras garantizar la conservación de lo que actualmente se conoce el objetivo de la Diputación pasa por localizar y excavar las dependencias auxiliares de la villa, así como la necrópolis y otros espacios que formaban el conjunto que constituía la villa ‘La Dehesa’ de Las Cuevas.
En la actualidad existe la intención de profundizar mediante la restauración de la totalidad de los restos de la villa para favorecer que los visitantes puedan disfrutar del conocimiento del mundo romano, además de poder contemplar la evolución de los trabajos de investigación y consolidación del yacimiento.
Actualmente, los restos se presentan bajo una cubrición arquitectónica que protege áreas excavadas en diferentes periodos, iniciándose en los años 20 del siglo pasado. Los restos que han llegado hasta la actualidad pertenecen a la zona noble de una serie de construcciones mucho más numerosa, puesto que las dependencias destinadas a la servidumbre solían estar separadas del núcleo principal.
Las áreas nobles descubiertas hasta este momento se presentan al espectador en diferentes estados de conservación, tanto de los restos arquitectónicos (arranque de muros, principalmente) como de los pavimentos. Estos últimos, son los elementos más atrayentes del yacimiento arqueológico, dada la vistosidad y riqueza de su diseño y el colorido de los materiales utilizados en su manufactura. Además, aseveró Gonzalo, «una peculiaridad de estos mosaicos [de las 30 habitaciones de la villa, 22 cuentan con pavimentos teselados] es que son todos de corte geométrico, no hay nada figurado y cuentan, además del anagrama de la familia, que se va repitiendo en todos ellos formado con las letras de su nombre Irrico», concluyó.