Agustín Sandoval, el explorador de la naturaleza de Pinares

No hay tempestad que ponga freno a sus pasos. Ni fría imagen que se resista a quedar retratada para la posteridad de su cámara, la herramienta que le acompaña siempre en cada excursión a la montaña. Y es que Agustín Sandoval, natural de Duruelo de la Sierra, se ha convertido en una de las personas más conocida de la provincia, por dar a conocer los fenómenos meteorológicos de la comarca de Pinares, -sobre todo de su pueblo natal-, a través de las redes sociales desde donde le siguen centenares de personas.

En concreto, desde su cuenta de Twitter @meteoduruelo son cerca de 1.900 los seguidores que cada día descubren las temperaturas con las que amanece la zona pinariega y que registra a través de la estación de Meteoclimatic que tiene instalada cerca de su casa. Sus incondicionales también conocen a través de su cuenta los impresionantes paisajes que se encuentra Sandoval en sus innumerables rutas que realiza casi cada fin de semana a la montaña, cuando regresa a su pueblo tras trabajar en calidad ambiental en el sector industrial fuera de la provincia de Soria.

«Sobre todo son los fines de semana cuando dispongo de más tiempo libre. No lo veo como algo que me quite tiempo, ya que lo hago mientras voy al monte a andar, que es algo que me gusta mucho hacer», confiesa Agustín Sandoval, para quien el gusanillo de la meteorología empezó desde muy pequeño, cuando tenía unos diez años y cayó una nevada impresionante en Duruelo. «Me llevó mi padre a la escuela rodeado de montañas de nieve que eran más altas que yo. Fue la mayor nevada que recuerdo en toda mi vida, un metro de nieve en un solo día. Eso me impactó bastante».

Desde el año 2009, Agustín Sandoval empezó a mandar fotografías a la sección del tiempo de Televisión Española, desde donde sacan casi a diario sus espectaculares capturas. Desde entonces, este durolense ha podido enviar unas 4.000 imágenes. «Además de porque me gusta, lo hago porque creo que es una buena forma de hacer publicidad de mi pueblo, de la mejor manera posible mostrando paisajes y fenómenos meteorológicos. Estamos en una zona muy peculiar con paisajes que no se ven en otras zonas. Y eso llama la atención y mucha gente se queda con el nombre del pueblo y acaba viniendo a visitarlo», explica Sandoval.

Sobre todo, este aventurero suele ir a Urbión para capturas sus mejores instantáneas ya que considera que «es donde mejores vistas hay y mejores puestas de sol». Asegura Sandoval que cada mes es una sorpresa en cuanto a meteorología y que los últimos años «han sido algo disparatado en comparación con los últimos treinta».

En cuento a este invierno, Sandoval lo valora de «positivo» porque diciembre y enero «han roto con la tendencia del sequísimo y cálido otoño. Así, diciembre fue muy húmedo, con cerca de 200 l/m2 en Duruelo, que supone del orden de un 170% de la media, y bastante más en Urbión. Sucesivas borrascas atlánticas, con flujos húmedos del oeste, han impactado en Urbión, y han provocado que el caudal de los grandes ríos de Pinares (Duero y Revinuesa), por fin crezcan, tras un estiaje insólito a primeros de noviembre, que secó las mismas fuentes/nacimiento del río Duero. Algo excepcional, y que dudo que hasta los mayores hayan visto alguna vez», declara el experto.

Continúa Sandoval explicando que las temperaturas se han normalizado tanto en diciembre, como en lo que llevamos de enero, «aunque tampoco han sido excepcionalmente bajas, excepto en la zona central y sur de Soria debido a las fortísimas nevadas que cayeron, en uno de los mayores temporales de nieve de los últimos 15 años. De hecho, en localidades del sur de Soria, con observatorio oficial, como la Riba de Escalote, se alcanzó 17 bajo cero, y es casi seguro que se llegara a los -20 en alguna otra localidad de esa zona. Sin embargo, en el extremo noroeste, en Pinares, la nevada no fue tan generosa. Estas nevadas han provocado que en Urbión, Cebollera y Moncayo, se hayan acumulado buenos espesores de nieve. Más en Cebollera y Moncayo que en Urbión».

Este aficionado a la meteorología confiesa que para febrero y marzo «los pronósticos marcan una tendencia la temperatura esté ligeramente por encima de la media. En cuanto a precipitaciones, no son concluyentes, y parece que estarían en torno a la media, o ligeramente inferiores. De todas formas, el grado de fiabilidad de estos pronósticos, tal como exponen los organismos encargados de confeccionarlos, no es demasiado alto. Es simplemente una tendencia», señala Sandoval.