ALMAZÁN
Cae parte de la cornisa de la iglesia de San Pedro
La zona permanece acordonada a pesar de la retirada de material hueco
Un susto en toda regla, pero todo quedó en eso. Al menos en seguridad ciudadana, que no en cuanto al patrimonio. Parte de la cornisa de la bóveda de la iglesia de San Pedro, de Almazán, se desplomó a la calle, donde cayeron trozos de cemento y pequeños bloques del alero. El suceso tuvo lugar en la noche del jueves, en los días grandes del municipio, que estos días celebra las fiestas de la Bajada de Jesús.
Situada en la plaza del mismo nombre, de San Pedro, la calle contigua registraba cierta afluencia en esos momentos «por la gente que estaba saliendo de la novena, en Campanario», indicó el alcalde, José Antonio de Miguel.
El suceso obligó a cerrar la plaza y acordonar la acera ante el peligro que suponía la caída de más cascotes, lo que era más que previsible según se constató ayer por la mañana.
El Ayuntamiento dispuso un elevador para que operarios municipales, acompañados del aparejador de la Diócesis de Osma-Soria –de quien depende el templo–, supervisaran de forma inicial el estado de la cornisa. La situación era de peligro inminente de caída de más cascotes por lo que la brigada municipal retiró parte de la cornisa, con zonas huecas de cemento, unos cinco cubos de material. Así lo explicó regidor (ex de C’s y no adscrito en estos momentos), así como el párroco de Almazán, José María de Miguel.
La calle se abrió pero el entorno de la iglesia de SanPedro continúa acordonado. El templo es uno de los ejemplos del rico patrimonio de Almazán, forma parte del recorrido histórico por la villa y se actuará en él «sí o sí». Es la rápida respuesta de la Diócesis de Osma Soria, cuyos arquitectos visitarán la iglesia el lunes para comprobar los daños, según avanzó el delegado de Patrimonio cultural, el sacerdote Rubén Tejedor.
El objetivo es «preparar un informe y ver lo que cuesta» la intervención, explicó. Se trata de ver de «ver el alcance» del estado en que se encuentra la cornisa, más allá de la caída de los cascotes, que es lo que ha dado la voz de alarma.
El responsable de la diócesis destacó la necesidad de «actuar ya» por un doble motivo: de un lado para preservar la seguridad ciudadana cuando hay peligro y de otro por el interés de la Iglesia enSoria de «mantener y velar» por el patrimonio y sus edificios. A falta de saber el coste de la obra y su financiación («si será la diócesis o también la parroquia»), el informe dilucidará la situación de la bóveda de la que es la iglesia más grande de Almazán.
Sus amplias dimensiones obedece a que en su día fue fruto de la unión de dos parroquias medievales, la de San Pedro-San Pablo y San Andrés. Su amplitud no es, en cualquier caso, su característica principal, sino la importancia de su interior, donde destaca su retablo mayor. Realizado en 1778, es obra de Félix Malo, reconocido entallador de Calatatayud (Zaragoza). Un susto en toda regla, pero todo quedó en eso.
Al menos en seguridad ciudadana, que no en cuanto al patrimonio. Parte de la cornisa de la bóveda de la iglesia de San Pedro, de Almazán, se desplomó a la calle, donde cayeron trozos de cemento y pequeños bloques del alero. El suceso tuvo lugar en la noche del jueves, en los días grandes del municipio, que estos días celebra las fiestas de la Bajada de Jesús.
Situada en la plaza del mismo nombre, de San Pedro, la calle contigua registraba cierta afluencia en esos momentos «por la gente que estaba saliendo de la novena, en Campanario», indicó el alcalde, José Antonio de Miguel.
El suceso obligó a cerrar la plaza y acordonar la acera ante el peligro que suponía la caída de más cascotes, lo que era más que previsible según se constató ayer por la mañana.
El Ayuntamiento dispuso un elevador para que operarios municipales, acompañados del aparejador de la Diócesis de Osma-Soria –de quien depende el templo–, supervisaran de forma inicial el estado de la cornisa. La situación era de peligro inminente de caída de más cascotes por lo que la brigada municipal retiró parte de la cornisa, con zonas huecas de cemento, unos cinco cubos de material. Así lo explicó regidor (ex de C’s y no adscrito en estos momentos), así como el párroco de Almazán, José María de Miguel.
La calle se abrió pero el entorno de la iglesia de SanPedro continúa acordonado. El templo es uno de los ejemplos del rico patrimonio de Almazán, forma parte del recorrido histórico por la villa y se actuará en él «sí o sí». Es la rápida respuesta de la Diócesis de Osma Soria, cuyos arquitectos visitarán la iglesia el lunes para comprobar los daños, según avanzó el delegado de Patrimonio cultural, el sacerdote Rubén Tejedor.
El objetivo es «preparar un informe y ver lo que cuesta» la intervención, explicó. Se trata de ver de «ver el alcance» del estado en que se encuentra la cornisa, más allá de la caída de los cascotes, que es lo que ha dado la voz de alarma.
El responsable de la diócesis destacó la necesidad de «actuar ya» por un doble motivo: de un lado para preservar la seguridad ciudadana cuando hay peligro y de otro por el interés de la Iglesia enSoria de «mantener y velar» por el patrimonio y sus edificios. A falta de saber el coste de la obra y su financiación («si será la diócesis o también la parroquia»), el informe dilucidará la situación de la bóveda de la que es la iglesia más grande de Almazán.
Sus amplias dimensiones obedece a que en su día fue fruto de la unión de dos parroquias medievales, la de San Pedro-San Pablo y San Andrés. Su amplitud no es, en cualquier caso, su característica principal, sino la importancia de su interior, donde destaca su retablo mayor. Realizado en 1778, es obra de Félix Malo, reconocido entallador de Calatatayud (Zaragoza).