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VELAMAZÁN

David Sobrino: «El futuro aquí es una industria de transformación ligada al regadío»

Joven y agricultor de profesión, mira el futuro del municipio subido en la cosechadora, pendiente de la hora a la que vuelva a llegar el agua del canal o desde el propio Ayuntamiento, al que Internet no llega como debería... David Sobrino confía en el regadío como forma de revitalizar el pueblo.

David Sobrino, alcalde de Velamazán-V. GUISANDE

Publicado por
P. PEREZ SOLER
Soria

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Pregunta.– ¿Qué valoración hace de la gestión municipal

Respuesta.– Se van haciendo cosas. Si no, esto se pararía. Solo la función administrativa no es suficiente. Hay que hacer.

P.– ¿Qué papel desempeña el regadío en su término como motor de desarrollo?

R.– Todo. La tierra es de bastante mala calidad y si no fuera por el regadío el pueblo tendría futuro cero en agricultura. Tenemos bastante zona regable y pertenecemos al área de Almazán. Ahora se han incorporado cuatro o cinco agricultores jóvenes. En estos momentos somos diez en activo en el pueblo y la mayoría jóvenes. Ha habido relevo generacional total y apuesta emprendedora pero todo gracias al regadío.

Se siembra sobre todo patata, hay mucha patata desde hace años. Ahora se está produciendo también judía verde, se siembra guisante, grelos este año…, zanahoria, remolacha, aunque poca, se sigue cultivando.

P.– ¿Cómo augura el futuro?

R.– Ahora soy pesimista con el futuro. El único futuro es el regadío y me gustaría que la transformación de los productos se hiciera aquí en alguna empresa. Posiblemente sería una de las pocas cosas que funcionarían a la hora de dar futuro a estos pueblos, que significaría ayuda. La industria agroalimentaria de transformación significaría futuro para esta zona. Sea patata, congelado con judía verde, guisante, pero que se hiciera aquí. Que el producto no se fuera a Navarra o a otro lugar. No necesariamente aquí, podría ser en Almazán u otro lugar, pero en la comarca. En su momento cuando se hizo el regadío ya se habló. El regadío nuevo se hizo con vistas a esto, a que al final se potenciaran estos cultivos de regadío y viniera una empresa transformadora aquí ligada al regadío. Pero los ayuntamientos no podemos emprenderlo.

P.– Pero sí alentar a la iniciativa privada.

R.– Tendría que ser la iniciativa privada, la Junta, la Diputación…

P.– Tienen un patrimonio histórico bastante considerable. ¿En qué estado se encuentra?

R.– No está mal. La iglesia se encuentra bastante bien conservada. Hay un palacio que es particular y está medianamente bien conservado también. Y luego una antigua iglesia que está muy deteriorada y es imposible. Además una ermita que arreglaron hace unos años con el plan del Románico y la Fundación Duques de Soria. Se quedó muy bien.

P.– ¿Creen que este atractivo turístico mueve turismo y, por tanto, desarrollo local?

R.– No, no influye. Está bien, pero como puede haberlo en otros muchos municipios.

P.– ¿Planea el Ayuntamiento algún proyecto relacionado con el sector turístico?

R.– No, nada.

P.– Hace ya unos años cayó la lotería en su municipio. ¿Se ha notado?

R.– Sí, cayó en Rebollo concretamente. Allí sí, claro, influyó bastante. En Velamazán no, porque no tocó nada.

P.– ¿Qué reportes tiene estar incluidos en la Red Natura?

R.– Tenemos una parte muy pequeñita, la margen del Duero y no reporta apenas.

P.– ¿Pertenecen a alguna mancomunidad?

R.– Estamos en la del Duero-Jalón, pero tampoco supone nada. En su momento, cuando empezó, se tenían ganas de hacer cosas, pero ahora nada.

P.– Hablemos del Plan Soria. ¿Qué valoración puede hacer?

R.– Aquí no se ha solicitado nada, ni a nivel de emprendedores ni municipal. No teníamos ni casas para rehabilitar ni emprendedores para solicitar ayudas.

P.– ¿Cree que iniciativas como este plan de dinamización contribuyen a garantiza el desarrollo de nuestros pueblos?

R.– Son parches. En el pueblo necesitamos alguna iniciativa con la que pueda venir gente, pero gente de verdad. No hacer cosas puntuales. No sé. ¿Gente trabajando a nivel de Internet? Pero si no hay… No se necesitan una familia o dos, sino más… Es la única forma de mantener los pueblos abiertos. De otra forma, imposible.

P.– ¿Cómo se encuentra el pueblo a nivel de servicios?

R.– Bien. Hay un jardinero contratado a media jornada. Tampoco hay muchos más servicios. Hay un bar abierto diariamente. Luego van el carnicero y el pescadero una vez a la semana. El panadero tres veces en semana y personas que van a vender entre semana. Estamos cubiertos. Almazán está cerca y casi todo el mundo tiene coche.

P.– Velamazán fue uno de los municipios de Soria que en esta legislatura pasó de cinco a tres concejales. ¿Qué ha significado eso para el pueblo, en funcionamiento, ingresos...?

R.– Sobre todo en el funcionamiento. No es lo mismo el trabajo repartido para cinco personas que para tres. Tienes que trabajar mucho más tiempo para hacer lo mismo y sobre todo cuando tienes dos barrios, como Rebollo y Fuentetovar, que ellos se auto mantienen, pero necesitas concejales allí para poder hacerlo.

P.– ¿Es difícil ser alcalde en un pueblo pequeño?

R.– No es tan fácil como se piensa. Tienes que dejar tu trabajo para atender al pueblo. Es mucho más fácil ser alcalde en una ciudad pequeña, media o grande, en la que estás todo el tiempo dedicado a eso, que no aquí, que tienes que dejar tu trabajo para poder hacer el de alcalde. A veces resulta muy difícil en momentos puntuales, cuando tienes mucho trabajo en el campo, poder dejar tu trabajo principal para dedicarte a lo municipal. Eso es muy duro.

Ahora cobramos una compensación económica que apenas supone, para no tener unas pérdidas. Es para cubrir gastos y encima hay gente que lo echa en cara.

P.– Pertenecen al grupo de acción local de Adema.

R.– Ahora llevamos un años sin proyectos con el grupo, pero una de las viviendas municipales se arreglo a través de Adema. Se hizo toda nueva. Sí, sí, se han hecho cosas.

«Obligan a presentar todo vía telemática y no funciona Internet...»

Pregunta.– ¿En qué proyectos trabaja el Ayuntamiento en estos momentos?

Respuesta.– Estamos con una obra de Planes. Hemos arreglado un muro de una antigua iglesia. No es exactamente de la iglesia, es de la parte de abajo y lo estamos acondicionando. Se ha sustituido toda la red municipal de agua y prácticamente está todo hecho. También se ha cambiado el pavimento de la mayoría de las calles, antes estaban de cemento y las hemos asfaltado… Cosas así.

P.– ¿Cuál es la necesidad más urgente para un municipio como Velamazán?

R.– Gente. Que venga gente. En verano da gusto, hay niños…, pero en invierno da mucha pena.

P.– ¿En qué medida les afecta esta lacra, generalizada en Soria?

R.– Creo que tiene muy difícil solución. ¿Quién se va a instalar allí? Puede ir gente en momentos puntuales. Estaríamos hablando de una familia y eso no es volver a lo de antes, a un centenar de personas, cuando ahora hay veinte. Tener una familia más no es suficiente. Tendrían que venir 20 o 30 personas para que el pueblo volviera a revivir un poco.

P.– Dejando la despoblación al margen y puesto que ese problema no va a tener solución inmediata, ¿cuál diría que es la necesidad más imperiosa?

R.– No lo sé. Las cosas puntuales, como el arreglo de una carretera…, eso ya se hace. Pero así algo más importante… no sé. El tema de Internet, por ejemplo, no funciona en condiciones.

Ahora la mayoría de la documentación pretenden que la presentes vía telemática y hay momentos en que no va, no funciona. La secretaria en muchos momentos está parada porque no puede trabajar. Te obligan a presentarlo todo vía telemática y primero tendrían que dar los medios para poder hacerlo... porque Internet no va bien. Si no los hay, ¿qué podemos hacer?

Además del servicio al ciudadano, para la gestión municipal no se puede trabajar. No hay condiciones. Tendrían que poner más medios. Hasta hace unos años, con el tema de Ibervanda funcionábamos muy bien, pero ahora como ha desaparecido y a las compañías no les resulta rentable… Con quien tienes conexión te pone un máximo de gigas y en cuanto se gastan, se acabó. La otra, todos los días cortada y sin llegar la conexión. Estamos aburridos. Y las Administraciones lo saben perfectamente.

Antes ese problema no lo teníamos. Pero ahora que obligan a hacerlo así… Una secretaria que va a un pueblo el lunes, como en el mío, de nueve a dos, y que esté tres horas sin poder hacer nada…

P.– ¿Piensa que habría que exigir a las empresas que se atendiera todo?

R.– No se puede exigir nada. Los medios te los tiene que dar la Administración. A una empresa que no le sale rentable algo no se le puede obligar. Pero en un sitio donde no llega la empresa privada, tendrá que entrar la Administración. Con Ibervanda para eso estaba la Administración, para cubrir eso.

P.– Ligada a la despoblación se encuentra la rehabilitación de viviendas municipales.

R.– Nosotros tenemos un par y están ocupadas. Pero nada más. Las rehabilitamos hace años y algunas nos desprendimos de ellas porque eran antiguas y por el coste que suponía la rehabilitación y el mantenimiento. Una está alquilada a una persona del pueblo y la otra es para un matrimonio de Madrid que suele venir los fines de semana.

P.– ¿En qué presupuesto se mueven?

R.– En alrededor de 160.000 euros. Nos es suficiente. Problemas económicos no tenemos. Tenemos molinos y chopos. Hay un parque de aerogeneradores y el Ayuntamiento tiene bastante tierra propia. Además hay muchos chopos y de ahí nos viene la mayoría de los ingresos.

Tenemos un convenio con la Junta y ella se encarga de atenderlos, sembrarlos; la tierra es nuestra y los beneficios son compartidos. De los pastos se encarga la Cámara Agropecuaria Local y el coto la lleva una asociación de cazadores del pueblo y la cantidad baja.