EL LADO OCULTO
¿Hacia dónde mira la atalaya de Spelia?
Hay torres de vigilancia que están íntimamente ligadas al municipio en que se encuentran. Ésta es una.
P. PÉREZ SOLER SORIA
Ni las manos del mejor albañil que haya por los alrededores podrían levantar una atalaya más simbólica que la que, con algo de imaginación, puede adivinarse en la imagen. Todas lo son, es cierto, pero esta atalaya, esta torre de vigilancia junto con su respectivo Castillo, está en el principio y fin de Espeja (de San Marcelino) y la llevan a pecho muchos de sus vecinos. ¿No se lo cree? Siga leyendo.
La explicación aparece en forma de cartulina informativa en el bar del pueblo, junto a una fotocopia en latín del llamado Documento de los infanzones de Espeja. Para avalar su importancia, baste saber que este documento procede del archivo del Monasterio de San Juan de la Peña, en Huesca, y actualmente se custodia en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Afortunadamente la cartulina está en perfecto castellano, a ordenador, y deja más que claro qué aparece en la camiseta de Espeja. (¿Qué pueblo no tiene hoy una camiseta que lo identifique? Éste la tiene y además de forma muy simbólica). Ahí va. El significado se basa en dos elementos: «1/ Se ve clara la silueta del Castillo, en el que el sol, al ponerse, genera un destello; de uno de los rayos se forma una 2/ palabreja escrita con caracteres muy raros. En esa palabreja pone Spelia».
La explicación continúa: el texto en latín «es un diploma, un documento de contenido jurídico, es del año 1030, hace casi mil años que se redactó, y en él se recogen ciertos sucesos por los que el conde de Castilla adquirió tierras y privilegios de Espeja. Está escrita en latín bastante vulgar, y en caracteres visigóticos (por eso cuesta leerla)». Según la citada fuente, el texto es usado por historiadores generalmente para el conocimiento de las relaciones sociales en la época condal en el territorio recién reconquistado.
Pues bien, «la palabra Espeja aparece en seis ocasiones en el cuerpo del documento, en ocasiones con la ortografía Espelia y otras con la ortografía Spelia. En ambos casos el sentido es el mismo», añade la cartulina informativa que aparece en el bar. «El vocablo deriva del latín Specio con el significado de mirar, de la misma raíz es la palabra «espejo» Speculum. Espeja, pues, deriva de la palabra Specio (mirar o vigilar)» y está relacionada «inequívocamente» con la atalaya que se construyó en el Castillo.
Esta atalaya se encuentra también en el escudo del municipio, un escudo de armas mantelado en el que puede verse asimismo un rollo-picota, que otorga a la localidad el carácter de villa. como definición de villa.
En la parte de abajo del escudo figura un pino, árbol típico de Espeja rodeada de monte, y en la zona superior hay una corona real cerrada. El mismo pino está dibujado en la bandera sobre fondo blanco en la parte del batiente. La otra mitad es roja la parte del asta con una cruz blanca de borde a borde. Los restos que hoy pueden verse del Castillo y la atalaya están coronados precisamente por un solitario pino.
Primero fue Specio, después Spelia, más tarde Espeja, luego la atalaya y el Castillo y por último la camiseta... Y para quien quiera hilar más fino, las últimas líneas de la explicación: los promotores de la camiseta eligieron Spelia, y no Espelia, por ser una forma más culta que la segunda y por tener más carga simbólica. No hay nada más que decir. (Algo sí. Merece la pena acercarse y mirar de cerca Espeja de San Marcelino).