Heraldo-Diario de Soria

EL ALMACÉN (ÁVILA)

Sorpresas para el paladar

El local ha cumplido 28 años como referencia de la buena cocina de la capital, tal y como certifica la Guía Repsol que le concede dos estrellas

Isidora Beotas (i) y Julio Delgado (d) en el restaurante que regentan desde hace 28 años en la capital abulense.-- ANTONIO GARCÍA

Isidora Beotas (i) y Julio Delgado (d) en el restaurante que regentan desde hace 28 años en la capital abulense.-- ANTONIO GARCÍA

Publicado por
ANTONIO GARCÍA
Soria

Creado:

Actualizado:

El pasado día 5 de marzo, día en el que se realizó este reportaje, tanto Isidora Beotas como Julio Delgado conmemoraban los 28 años desde que su restaurante El Almacén abrió sus puertas en 1991 después de mucho trabajo y la finalización de unas obras que habían comenzado en agosto del año anterior.

Ahora, casi tres décadas después, este establecimiento situado en un lugar privilegiado de Ávila desde cuyo salón se observan el lienzo oeste de la muralla y el río Adaja, lleva años consolidado como uno de los mejores sitios de la capital para comer y disfrutar de un servicio exquisito.

Beotas y Delgado son el alma de esta aventura que acaba de ver consolidado su prestigio con la reciente renovación de las dos estrellas de la Guía Repsol. «Todo un honor» y «un reconocimiento al trabajo» realizado, según reconocen ambos desde el espectacular salón del restaurante que, con capacidad para 18 meses, cuenta con una perspectiva impagable de la ciudad.

Se trata de un lugar con una importante carga sentimental, ya que este lugar fue el antiguo «Almacén de coloniales», propiedad de Julio e Isidra, los padres de Julio Delgado.

Teniendo en cuenta que Isidora Beotas siempre soñó con dedicarse a la cocina y que Delgado pasó en este espacio buena parte de su infancia, estaba claro que el inmueble algún día se transformaría en lo que ahora es, tras una etapa en Madrid y Ávila en la que pusieron los mimbres para que el proyecto saliera adelante.

Tras unos inicios difíciles, como los de cualquier negocio, el restaurante comenzó a despegar con seis empleados, hasta llegar a los catorce que trabajan ahora para dar el mejor servicio a los comensales todos los días de la semana, excepto los domingos por la noche y los lunes.

Tras la ampliación emprendida en el año 2000 y prolongada en el tiempo durante varios años, El Almacén mantiene su estructura basada en una gran cocina que constituye el «reino» de Isidora Beotas y un acogedor, cálido y amplio salón al frente del cual se encuentra Julio Delgado, ahora ayudado por su hijo Juan, que hace menos de un año y medio se incorporó al trabajo con sus padres.

Ambos reconocen que su hijo ha venido, entre otras cosas, para darle un toque de modernidad al restaurante, sobre todo desde el punto de vista de la nuevas tecnologías, de manera que esté más al día en cuestiones como las reservas online, entre otros aspectos que a su padre le cuesta más asumir, ya que es de los que «prefiere oír la voz del cliente» cuando realiza la reserva, como había sido hasta ahora.

Pese a las reticencias en este sentido, la fuerza de las nuevas tecnologías se va imponiendo, de manera que en torno al 30 o 40% de las reservas ya se realizan vía Internet.

Sin embargo, la revolución culinaria que ahora se ve en numerosos programas de televisión tiene su espacio justo en la cocina de Isidora Beotas, quien sostiene que a cinco años para su jubilación, eso de las esferificaciones, el uso del nitrógeno y otras innovaciones culinarias, no tienen demasiado espacio en su ‘reino’.

Eso sí, su cocina, además de ser casera, es creativa. De hecho, ella fue la creadora de una receta que ya no figura en la carta, pero que ya ha visto en varios establecimientos. Se trata del revuelto de morcilla con pera y piñones.

Ahora, el plato más demandado por la clientela desde hace tiempo son los huevos fritos con carabineros, convertido en una especie de emblema de El Almacén. Fruto de esa mezcla de tradición y creatividad son también las sopas de ajo con almejas, la oreja de lechón con huevos fritos y pisto, la raya a la mantequilla negra, las manitas de cerdo deshuesadas sobre crema choriceros o los fresones con una salsa de vinagreta cabernet sauvignon.

UNA RICA BODEGA

A todo ello se suma una amplia carta de vinos que incluye en torno a 1.600 referencias de varios países entre los que figuran Francia, Estados Unidos, Portugal, Israel o Nueva Zelanda, entre otros.

Este establecimiento que acaba de cumplir 28 años conserva la esencia de sus inicios. De hecho, tanto Julio Delgado como Isidora Beotas presumen orgullosos de tener entre sus clientes a jóvenes que visitaron su ‘casa’ cuando apenas tenían 5 años. Ahora, casi tres décadas después, lo siguen haciendo. Por algo será.

tracking