Velarde tiene «dudas» de que los restos hallados sean humanos

El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, Andrés Velarde, avanzó ayer que será el Instituto Anatómico Forense el que determine si los huesos hallados por los participantes en un curso de rastreo de fauna silvestre en las proximidades del paraje de La Fuentona pertenecen o no a un ser humano. «Nos dieron el aviso de que existían unos restos. Una vez que los tuvimos nos pusimos en contacto con Medicina Forense para hacérselos llegar y estamos esperando a que nos den los resultados para ver qué es lo que son, si son animales o humanos, y la antigüedad que tienen», explicó al respecto.

Velarde comentó que los restos pueden formar «parte de una cabeza», aunque declinó confirmar que sean de procedencia humana. «Yo tengo mis dudas pero eso tiene que decirlo el informe forense, que es en el que nos basaremos para saber qué es lo que hay», indicó.

El jefe de la Comandancia de Soria comentó que desconoce el tiempo que tardará en conocerse el resultado del análisis de los mismos.

El hallazgo se produjo en la tarde del sábado en las inmediaciones de uno de los parajes naturales más visitados de la provincia, La Fuentona. A tan solo unos metros de uno de los senderos principales que conducen al Monumento Natural fueron encontrados por Luisa Abenza, directora del Centro Micológico de Navaleno y formadora de Cybertracker Conservation, cuando se encontraba junto a un grupo de alumnos realizando un curso de búsqueda de huellas de animales. «Estábamos realizando las prácticas cuando me adelanté un poco buscando un terreno que estuviera húmedo para ver si encontraba alguna huella y vi, a unos metros de una de las sendas lo que parecía una pelvis de cordero», explicó. Pero al acercarse se dio cuenta de que no parecía una cara, forma similar a la pelvis de algunos animales, sino que lo era. «Me di cuenta de que eran huesos faciales», aseguró.

Según indicó Abenza, los huesos podrían llevar «bastante tiempo» en ese emplazamiento. «La gente no suele salirse de los senderos y ese terreno es de piedra blanquecina, por lo que los huesos pudieron pasar desapercibidos al ser del mismo tono que el suelo», señala. «Y parecían como lavados por la lluvia y la escorrentía», añade. La formadora señaló que no encontró «nada más» en la zona que pudiera ayudar a conocer el motivo de este hallazgo.

Habrá que esperar a conocer el resultado de los análisis forenses para confirmar si finalmente los huesos tienen procedencia humana y datar la antigüedad de los mismos.