Heraldo-Diario de Soria

La ermita de La Mercadera entra en la Lista Roja del Patrimonio

En el verano pasado sufrió uno de los más dantescos expolios que se recuerdan

-

-

Publicado por
P. P. S.
Soria

Creado:

Actualizado:

El verano pasado se le dio el rejón de muerte y su entrada ahora en la Lista Roja del Patrimonio no hace sino confirmar su estado. La ermita de La Mercadera, situada en el término de Rioseco de Soria, tiene el triste honor de ser el último templo del país que ha entrado en esta lista. Promovida por la asociación Hispania Nostra, en ella se recogen ejemplos del patrimonio histórico español «que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores».

El entrecomillado describe a la perfección la situación de este templo, una iglesia románica perteneciente al siglo XI, dedicada a la Virgen de las Angustias y San Miguel, que fue expoliada en agosto.

Su estado era malo y entonces se agravó. La ermita sufrió uno de los robos más dantescos que se recuerdan: los ladrones se llevaron piedras de gran tamaño, la cruz piedra de la espadaña y la sillería de la portada del templo. Como no pudieron llevarse todo de una vez, volvieron por la noche con maquinaria pesada para poder cargar piedras de gran tamaño, según el testimonio facilitado en su día por el alcalde de Rioseco, Juan José Sevillano.

Sólo así podía explicarse que de un día a otro, tras haberse visto que no habían podido llevarse piedras por su volumen, éstas desaparecieran y parte del dejado estuviera caído. Al parecer, la única forma de acceder a cargar las piedras habría sido con una pluma.

La Mercadera es una pequeña iglesia en la que en estos momentos «solo quedan los muros que amenazan con derrumbarse por completo, dos ventanas en la parte alta y el ojo de la iglesia», suscribe la descripción que aporta Hispania Nostra. También hay «una escalera para subir al coro y restos humanos del antiguo cementerio repartidos por el suelo», según la citada fuente.

Su lamentable estado contrasta con el esplendor que un día tuvo: pese a no ser una iglesia grande fue muy prestigiosa en su época, pero el problema de la despoblación, como en tantos otros lugares, hizo que dejara de ser un lugar para el culto. «La diócesis abandonó también la iglesia y terminó por caerse en pedazos, con su estructura al borde del derrumbe».

La ficha de Hispania Nostra aporta más datos: «Las campanas y alguna de las imágenes fueron retiradas por el propio sacerdote del momento, así como la puerta y la pila de bautismo por el alcalde de Rioseco en los años 90, tras la muerte en el año 1989 de Amador Simal. Tras esto, la iglesia quedó abierta, considerada una ruina sin importancia, situada en una villa despoblada».

tracking