ANIMALADAS
A la caza y captura del piojo para dejarlo KO
Caminan, no saltan de una cabeza a otra, ni se contagian por falta de higiene... Los piojos ‘andan’ o esperan
Es mejor no tenerle cerca pero siempre conviene conocer al enemigo para saber cómo enfrentarse a él y, como es el caso, poder exterminarlo. Ante el piojo no caben medias tintas y bien lo saben
Los piojos son un orden de insectos ápteros, eso es, sin alas en el adulto, cuyo desarrollo consta de huevo y varios estadios de ninfa y adulto. Son parásitos de aves y mamíferos, incluido el hombre. Así, los piojos se adhieren al pelo o las plumas de su huésped. Cuando están en estado de huevo se llaman liendres.
Pocas son las especies que pueden salvarse de ser elegidas… Afectan a todas las aves y mamíferos, con algunas excepciones como los murciélagos y los ornitorrincos.
A diferencia de otros ectoparásitos, como es el caso de las pulgas, el piojo pasa todo su ciclo de vida sobre el huésped desde el huevo hasta el estadio adulto y la reproducción. Por este motivo es a veces tan difícil de erradicarlos. El contagio, o sea, el paso de huésped a huésped, lo hace caminando. Así, puede pasar algunas horas o incluso un par de días fuera de su huésped primario mientras espera al siguiente. Su tamaño es minúsculo: mide entre medio milímetro y ocho milímetros.
Hay hasta 17 familias de piojos. Los más cercanos al ser humano son los piojos chupadores, que se instalan sobre todo en la cabeza y también en la ropa; a los que se suman los piojos de los elefantes; los de las aves (uno de los más conocidos es el piojuelo de las gallinas); y los piojos masticadores.
El hecho de que caminen desmonta algunos de los mitos que giran en torno a la existencia de los piojos, bastante ligados a los escolares. Así, estos animales no saltan de cabeza en cabeza ni mueren cuando abandonan el cuero cabelludo y tampoco provocan enfermedades: pese a los picores que ocasionan no representan un riesgo para la salud pública.
Su llegada a una cabeza no implica que el pelo esté sucio, esto es, los piojos no se contagian por falta de higiene. Lo que sí es cierto es que anidan más en las niñas, pero no porque lleven el pelo largo sino porque suelen tener más contacto físico entre ellas, según suscriben páginas para padres sobre la crianza. Otro de los mitos es que los piojos se detectan rápidamente, lo cual no es cierto: el sistema inmune tarda más de tres semanas en desarrollar sensibilidad a la saliva del piojo y para cuando nos queremos dar cuenta, los piojos pueden llevar días viviendo en la cabeza.
Tampoco es cierto que todos los productos contra piojos erradiquen el problema de inmediato, ya que, según la citada fuente, el piojo genera defensas y acaba siendo resistente.
Entre los últimos y más novedosos tratamientos contra la pediculosis (existencia de piojos en la cabeza) se encuentran los que ofrece el centro KO PiPi, en la capital soriana. La iniciativa partió de Iván Sastre, al frente del único centro especializado en Soria contra los piojos, que lleva en marcha poco más de un año. El tratamiento en cuestión se realiza sin productos químicos y sin pesticidas ni malos olores y es inocuo para la persona. La sesión es larga: dura 90 minutos pero es cien por cien efectiva.
Bastantes niños sorianos han pasado por estas instalaciones, con trabajo de forma permanente si bien aprecia mayor afluencia en época de campamentos y similares, aunque las oleadas de pipis no entienden de mejor o peor tiempo.