DIPUTACIÓN
De Miguel apremia a reubicar bomberos en Pinares y Tierras Altas
El vicepresidente considera que se debe adelgazar este año uno de los parques comarcales de la Ribera y otro del Moncayo
El vicepresidente tercero y responsable del servicio de extinción y prevención de incendios de la Diputación Provincial, José Antonio de Miguel, considera que la reordenación del mapa de los parques comarcales de bomberos «se tiene que realizar cuanto antes y dentro de este año», puntualizó. Ello supondría adelgazar un parque de El Moncayo y otro de la Ribera para reubicarlo en Pinares y Tierras Altas.
Esta propuesta la ha comentado con el presidente y el equipo de Gobierno, con el objetivo de tomar decisiones y avanzar en la redistribución de los medios materiales y humanos de los cinco parques comarcales operativos en la provincia y que dependen de la Diputación. De esta manera se pretende cumplir con el Plan Sectorial de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Castilla y León, «que aunque todavía no está aprobado vamos a tener que acatar todas la provincias de la Comunidad», dijo De Miguel.
El modelo que baraja la Diputación soriana es contar entre ocho o nueve parques comarcales. Eso garantizaría el servicio y la respuesta inmediata a cualquier siniestro en menos de 30 minutos, uno de los requisitos que contemplará ese plan estratégico. «Será difícil implantar este modelo desde el principio por eso tenemos que comenzar a dar los primeros pasos», manifestó el diputado responsable.
A su juicio la primera actuación debe ser adelgazar uno de los dos parques ubicados en la Ribera y otro de los del Moncayo para reubicarlos en Pinares y Tierras Altas, respectivamente. Esta actuación sería la más urgente y posteriormente debería estar acompañada con un refuerzo de personal y material en enclaves como Arcos de Jalón, Berlanga y Gómara, al menos.
En este sentido, De Miguel puntualizó que en la actualidad los bomberos de Almazán no llegan en media hora a los siniestros en el sur de la provincia, «por ello el refuerzo en Arcos sería necesario». En la actualidad, uno de los cuatro convenios de colaboración que mantiene la Diputación con ayuntamientos sin parque es con el de Arcos, lo que permite disponer de medios materiales y humanos para prestar este servicio. Los otros tres son con Vinuesa, la Mancomunidad de Tierras Altas y San Leonardo. Precisamente, esta última localidad ha solicitado a la Diputación tener un parque comarcal. José Antonio de Miguel ha mantenido ya una reunión con la alcaldesa, Belinda Peñalba, quien le trasladó la necesidad de tener el servicio en el municipio ante el vacío que hay en la comarca de Pinares y los problemas a los que se enfrenta el municipio para contar con personal destinado a este servicio. No obstante, De Miguel precisó que la futura ubicación en Pinares no está decidida y se escuchará a más ayuntamientos para conocer y evaluar dependencias.
Parece que la actual redistribución de los cinco parques comarcales, de los que cuatro se encuentran en localidades próximas no parece la más operativa de cara a implantarse el plan sectorial de Castilla y León. Los municipios de El Burgo y San Esteban cuentan cada uno con un parque perfectamente equipado y lo mismo ocurre en Ágreda y Ólvega.
La decisión de cuáles estas cuatro localidades se quedarían sin su parque para cederlo a Tierras Altas y Pinares será peliaguda. Por ello, De Miguel aboga por realizar un informe técnico que avale la toma decisiones en el seno de la corporación provincial, «aun con todo sabemos que esto conllevará un desgaste político, pero aquí estamos para gestionar los recursos», agregó De Miguel, «si hay votos que se pierden, lo siento», manifestó, a la vez que defendió la necesidad de adelgazar los parques comarcales que se encuentran próximos geográficamente.
Contar con la financiación necesaria para acometer esta reestructuración es una de las principales demandas de la Diputación soriana que tiene las competencias para prestar el servicio en las poblaciones de menos de 20.000 habitantes, es decir en toda la provincia a excepción de la capital. Financiación que es necesaria sobre todo para la contratación de bomberos profesionales, «ese es nuestro principal caballo de batalla», aclaró De Miguel, quien cifró en 12 bomberos más las contrataciones necesarias para prestar el servicio con un modelo de ocho parques, los cinco actuales y los refuerzos de Arcos, Berlanga y Gómara. Personal que se sumaría a los 15 que trabajan en la actualidad, tras la incorporación de diez interinos el año pasado.
Para De Miguel lo ideal es contar con dos profesionales en cada parque e incluso en tercero en el de Almazán para que este último fuera catalogado de nivel 2 y el resto entre los niveles 3A o 3B, de acuerdo a los requisitos de material y personal que incluirá en próximo plan sectorial. Añadió que en breve la Diputación tendrá que convocar una bolsa de empleo para los bomberos, «porque nos tememos que habrá vacantes por traslados».
Tras la reunión que mantuvieron los responsables de la Diputación soriana hace un mes con la directora de la Agencia de Protección Civil de la Junta de Castilla y León, Irene Cortés, en la que se analizó el estudio de la reordenación de los medios para la prestación del servicio, los responsables institucionales vieron la necesidad de contar con fondos económicos «porque, una vez más. desde la Junta nos han dado las competencias pero no el dinero», se quejó De Miguel.
De Miguel estima el gasto anual en este servicio en torno a los 1,5 millones de euros. En la actualidad, la Diputación solo recibe 46.791 euros al año de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León por poner a disposición vehículos y personal en caso de intervenciones necesarias.
Una buena parte del gasto se destina a personal y el resto se emplea en las inversiones de maquinaria y material en los parques comarcales y en los convenios de colaboración. Entre los convenios destaca el que firma con el Ayuntamiento de la capital por el que abona 521.359 euros y ello le permite contar a la Diputación con este parque para intervenir en siniestros en localidades ubicadas en un radio de 30 kilómetros de la capital.
Además destina 60.000 euros a la colaboración en materia de extinción y prevención de incendios con los ayuntamientos de Vinuesa, San Leonardo y Arcos y con la Mancomunidad de Tierras Altas. La tercera vía de colaboración es con cinco asociaciones de bomberos voluntarios (Ágreda, Almazán, El Burgo de Osma, Ólvega y San Esteban de Gormaz), las que destina 30.000 euros (6.000 euros a cada una).