VENTAS
Caída total de pedidos a las bodegas Ribera del Duero, que centran su trabajo en las viñas
Bodegas Castillejo de Robledo baja su actividad en bodega al 30%; Antídoto hace un ERTE a dos trabajadores
Los brindis están bastante lejos. La pandemia del coronavirus azota también a los vinos Ribera del Duero. Las bodegas sorianas de la Denominación de Origen registran una “caída total” de los pedidos del mercado nacional. “Alguno pequeñísimo de grandes superficies pero prácticamente cero”, indica el director gerente de Bodegas Castillejo de Robledo, Jerónimo Contreras.
La actividad de las firmas, que en una situación normal se reparte entre la bodega y el campo, se sitúa ahora de forma mayoritaria en las viñas, según confirmaron desde la bodega de Castillejo y Bodegas Antídoto, de San Esteban de Gormaz. Una actividad la del campo que tampoco está exenta de problemas, al menos en la logística.
“Estos días estamos acabando la poda, pero con ciertos problemas en la cuestión del transporte”, comenta Contreras, en referencia a que el personal de cuadrillas va al campo todos juntos en uno o dos vehículos y ahora tienen que ir sólo dos en un coche, uno delante y otro detrás. Algo similar ocurre mientras se está con la herramienta de poda entre los listones de viña, ya que “ahora se deja un listón en medio sin nadie”.
En el interior de las instalaciones también se mantienen normas, aunque el ritmo de trabajo ha caído. En la de Castillejo “estamos trabajando a un 30% de actividad”, calcula su director gerente de la bodega, que está cerrada al público.
El trabajo se centra en meter el vino de crianza, “que es el que sale en septiembre”; filtrar vinos; trasegar barricas y labores de limpieza entre otras. “Embotellar es lo que menos se está haciendo”, añade.
La mayor parte del mercado de Bodegas Castillejo es nacional. “Ahora habían crecido algo las exportaciones pero nuestra base es mercado interior. Estamos ligados a la restauración y el golpe es general. Hay a gente que le ha pillado con pedidos ya hechos, que se retrasará con los pagos porque no van a vender”, apunta Jerónimo Contreras.
“El momento es duro porque hay mucha incertidumbre. No hay certezas de ningún tipo y no sabemos cómo va a reaccionar el mercado cuando esto, tarde o temprano, acabe”, continúa el director técnico de Bodegas Castillejo, que agrega: “Lo que está claro es que el campo no para”. Terminada la poda en seco “habrá que labrar y abonar. Y ahí no puedes saltarte nada”.
En términos parecidos se expresa Bertrand Sourdais, de Bodegas Antídoto y Dominio de Es. “Si en septiembre facturamos la mitad, estaremos contentos”, comenta sin dar cifras en este sentido. Sourdais, de la directiva de la recién creada Asociación Viñas Viejas de Soria, con 14 bodegas sorianas de la D.O Ribera del Duero, cree que las ventas de las bodegas sorianas han caído un 98%. “Yo no vendo ni una botella, cero. Es normal. Todos así. Pedidos nada, aunque seguimos trabajando en el campo, rematando la poda”.
Esta bodega sanestebeña tiene a siete personas trabajando en el campo, de una plantilla de nueve hasta hace poco, ya que ha hecho un ERTE a dos trabajadores, según su responsable. La empresa “ha congelado cuentas. No se pagará a nadie, únicamente a los trabajadores”, concluye Sourdais, que critica la “falta de reacción del Gobierno. Cuando te avisan de que viene un tsunami y no reaccionas, eso es de irresponsables”, concluye.