San Esteban llevará a pleno la posible suspensión de las fiestas patronales
Aunque se han mantenido reuniones con distintos sectores, Aguilera dice que la decisión depende del pleno
A finales de este mes o en la primera semana de junio, San Esteban celebrará un nuevo pleno donde en el orden del día contarán con numerosos puntos como la posible aprobación del plan de ayuda frente al COVID, la cuenta general y también si se suspenden oficialmente o no las fiestas patronales que se celebran cada año del 7 al 11 de septiembre en honor a la Virgen del Rivero y al Santo Cristo de la Buena Dicha.
Según reconoció la alcaldesa de la localidad, María Luisa Aguilera, «estamos teniendo conversaciones con diferentes ámbitos» y aunque todo apunta a que no se puedan celebrar, reconoce que la decisión se tomará en el pleno, porque «todavía falta el tercer vértice: los políticos».
Mientras, Aguilera explicó que se ha remitido una nota informativa a los alcaldes pedáneos del municipios «hablándoles de la necesidad de suspender todas las fiestas locales» y la cabecera del municipio podría correr la misma suerte.
Aun así, la regidora sanestebeña pide prudencia hasta el pleno y la comisión informativa previa, que es donde se debatirá y votará la idoneidad o no de la supresión de los festejos, como están ocurriendo en otras partes de la provincia, como la propia capital o la más reciente, San Leonardo de Yagüe.
Desde el Consistorio llevan tiempo estudiando esta decisión y se han reunido tanto con los responsables del centro de salud para exponer las razones sanitarias, con la parroquia de la localidad y sus sacerdotes, con Subdelegación de Gobierno y la Guardia Civil de San Esteban, así como con la asociación de peñas y representantes del sector de la hostelería y el comercio. «Pero ahora toda la parte política a la que no podemos dejar de lado».
Aunque la decisión final estará en la mesa del salón de plenos del Ayuntamiento en la próxima cita, lo cierto es que algunos sectores ya hablan de que la suspensión de las fiestas se llevará a cabo, al menos las fiestas como se entienden actualmente. Aguilera, apelando a la prudencia, explica que hay que valorar todas las consecuencias económicas que supondría la anulación de las fiestas, porque hay muchos sectores que están afectados, desde la hostelería y comercio local, a las empresas de servicios taurinos.